Hungría pide "que España resuelva sus problemas" de lenguas cooficiales antes de llevarlos a la UE
Para que el catalán, el gallego y el esukera sean oficiales en Europa, como ha solicitado el Gobierno en funciones, es necesaria la unanimidad de los 27.
25 agosto, 2023 02:25La Unión Europea está recibiendo con cierto escepticismo la pretensión del Gobierno de España de convertir el catalán, el gallego y el euskera en idiomas oficiales dentro de las instituciones. Aunque la mayoría de países aún no tiene una postura fijada, especialmente porque la situación ha surgido en periodo vacacional -en agosto, Bruselas cierra-, muchos desean que los problemas políticos españoles no terminen por salpicar al club de los Veintisiete.
Éste es el caso de Hungría, el primer país en pronunciarse al respecto, ante las preguntas de EL ESPAÑOL. Fuentes de la Representación Permanente de Budapest ante la Unión Europea aseguran que, aunque aún "es pronto" para fijar postura, "España tiene que discutir internamente y resolver sus problemas" antes de llevarlos a la UE.
"Nuestro país no tendría que entrar en las controversias internas de otros", añaden las fuentes en conversación con este diario.
El problema para los países comunitarios es que el Gobierno de España, aun actuando en funciones, les ha empujado a una situación en la que van a tener que pronunciarse. Y es que el cambio del reglamento europeo exige la unanimidad en el Consejo.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, envió la semana pasada una petición a la Secretaría General del Consejo de la Unión Europea para incluir este asunto en el orden del día de su próxima reunión de Asuntos Generales, que tendrá lugar el próximo 19 de septiembre.
Para cambiar el reglamento de la Unión Europea y que el catalán, el euskara y el gallego sean oficiales en Bruselas hace falta el sí de todos los Estados miembros. Y esto puede levantar un avispero identitario en algunos de ellos, que viven situaciones parecidas, en caso de votar a favor de la pretensión de España.
En Italia, por ejemplo, está concedido el estatus oficial para 11 idiomas. En el caso de Francia, sólo tiene una lengua oficial, pero siete reconocidos. Hay muchas más, y muchas veces estos idiomas tienen movimientos sociales y políticos detrás que podrían pedir que su país, ya que votó a favor del catalán, lo haga también a favor de impulsar otras lenguas minoritarias, avivando así conflictos identitarios hoy dormidos.
Por qué Budapest
Que Hungría sea el primer país en pronunciarse no es baladí. El presidente húngaro, el ultraderechista Viktor Orbán, no mantiene una buena relación con Pedro Sánchez. De hecho, es el único líder europeo con el que el socialista no se ha reunido cara a cara jamás, ni siquiera durante sus minigiras preparatorias de la presidencia de turno de la Unión Europea, que ostenta España en este semestre.
Con quien sí tiene buena relación Orbán es con el líder de Vox, Santiago Abascal. El primer ministro húngaro ha apoyado en numerosas ocasiones al líder de Vox, tanto en España como en Europa, y éste se muestra contario a la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera, alegando que esa iniciativa forma parte de un movimiento para "arrinconar" el castellano.
Las citadas fuentes húngaras aseguran, de todas formas, que su país no va a condicionar la posición que tenga que mantener finalmente por esta relación. Afirman que el hermanamiento con Vox se circunscribe a Fidesz, el partido de Orbán, y no afecta a la posición ejecutiva o diplomática del Gobierno húngaro. "Son cosas distintas", insisten.
Reformar la Constitución
El compromiso de Sánchez de impulsar las lenguas cooficiales de España en el seno de la UE nació para conseguir el apoyo de Junts y de ERC el jueves de la semana pasada en la constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados. El problema es que, para hacerlo efectivo, podría ser necesario abordar un proceso más complejo y enrevesado: una reforma de la Constitución.
El artículo 8 del reglamento del Consejo de la UE establece que "si un Estado miembro tiene más de una lengua oficial, la lengua que deba utilizarse se regirá, a petición de dicho Estado, por las normas generales de su Derecho".
En el caso de España, la Constitución no reconoce más de un idioma oficial a nivel estatal. Según el artículo 3, el castellano es la única lengua oficial del Estado. En el 3.2 se añade que "las demás lenguas españolas serán también oficiales", pero sólo "en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus estatutos".
Aún no se sabe cómo va a resolver España este tipo de asuntos. Pero lo cierto es que ni las instituciones europeas ni las representaciones permanentes de los Estados miembros asumen con gusto que problemas nacionales sean elevados a comunitarios. Como deja entender el portavoz diplomático húngaro, todos los socios prefieren que sea el propio país el que encuentre una salida antes de trasladar el asunto al conjunto de la Unión Europea.