Podemos sigue marcando línea propia dentro de Sumar. La formación morada, que cuenta con 5 de los 31 escaños de la coalición, ha establecido este lunes sus propias condiciones para asegurar los votos de sus diputados durante la constitución de las Cortes Generales el próximo 17 de agosto. En este caso: que la Presidencia del Congreso sea progresista y que se reforme el reglamento del Congreso para retirar las imágenes y bustos de Juan Carlos I, entre otros cambios.
El partido liderado por Ione Belarra, aseguran fuentes cercanas a la dirección, ya ha trasladado al resto de fuerzas del nuevo bloque de investidura sus requisitos para no romper la unidad de voto. Entre ellos, "garantizar que la Mesa sea realmente progresista" la próxima legislatura; o, dicho de otro modo, que el PNV no reciba la Presidencia del Congreso por encima de un partido de izquierdas, como se ha propuesto en algún momento de las conversaciones con el Gobierno.
Entre el resto de condiciones, Podemos plantea prohibir "la prórroga indefinida del plazo de enmiendas parciales" (que paralizó indefinidamente leyes como la ley de salud mental, secretos oficiales o la ELA) o una "sanción ejemplar" a los diputados que se nieguen a facilitar información sobre su patrimonio. "Es lo que hicieron los de Vox en la legislatura pasada. Esta sanción podría aplicarse de manera automática con una reforma del reglamento", precisan fuentes parlamentarias moradas.
[Podemos reclama un lugar en las negociaciones de Gobierno y amenaza a Sumar con votar por libre]
Dentro de las negociaciones previas a constituir las Cortes, los de Ione Belarra se están movilizando para permitir una de las reclamaciones que más difícil encaje (pero más ruido) está generando en las últimas semanas: el Congreso políglota. Permitir el uso de las distintas lenguas del Estado —las llamadas "cooficiales", más allá del castellano— y velar por su traducción y protección en las sesiones de la Cámara Baja, una antigua reivindicación nacionalista que ya prácticamente todos dan por "inviable".
Esta es la misma palabra que utilizan distintas fuentes parlamentarias, entre ellas socialistas, para definir una propuesta que partió hace unas semanas de Yolanda Díaz y que, hasta que Podemos ha recuperado este lunes, se daba prácticamente por olvidada. Ocurre lo mismo con las reformas para el acceso a discapacitados, que el exportavoz Pablo Echenique reclamó durante su despedida de la Cámara Baja.
En otro orden, Podemos también presiona entre bastidores para retirar la acreditación de prensa "a supuestos medios de comunicación que difunden mentiras y discursos de odio". En un sentido parecido, la formación morada reclamó antes del 28-M que los grandes medios de comunicación y periodistas estuviesen obligados a compartir su patrimonio si querían mantener sus permisos de acceso, entre otros.
Garantizar los cinco votos de Podemos no es sencillo, pero sí importante. Sobre todo el día 17 de agosto, dado que las votaciones de constitución de la Mesa y la Presidencia del Congreso se hacen con voto secreto sobre urna, por lo que la coordinación es totalmente indispensable hasta último momento. Cobra todavía más importancia en el segundo recuento, el de las cuatro vicepresidencias y secretarías, que se presta mucho más a todo de maquinaciones, traiciones y pactos de último minuto WhatsApp en mano.