La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, en un mitin en Pamplona.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, en un mitin en Pamplona. Iván Delgado Europa Press

Política GOBIERNO DE COALICIÓN

Podemos reclama un lugar en las negociaciones de Gobierno y amenaza a Sumar con votar por libre

"Nuestros escaños los van a sudar", amenazan fuentes moradas sobre romper la disciplina de voto en el grupo parlamentario.

27 julio, 2023 03:15

Podemos empieza a abrirse paso a codazos dentro de Sumar. La formación morada tiene menos escaños que nunca en el Congreso de los Diputados, cinco, pero sabe que cada uno de ellos vale su peso en oro tanto dentro de la coalición como en el hipotético Gobierno que todavía se está gestando. Así, y después de una semana llena de críticas veladas y no tan veladas a Yolanda Díaz, el partido liderado por Ione Belarra ya empieza a amenazar con romper la disciplina de voto si no se cumplen sus exigencias.

Un veterano asesor de Sumar decía el pasado domingo que el peso de los grupos parlamentarios no se mide por el número de diputados, sino por los momentos que les toca vivir. En este sentido recordaba que, en el caso de Unidas Podemos, "42 valieron menos que 35", en referencia a las dos elecciones de 2019: una con más escaños pero nula influencia, otra con menos escaños pero formando Gobierno.

De una manera parecida, Podemos interpreta que sus cinco diputados actuales tienen mucho más peso del que se puede interpretar a simple vista. De hecho, en el Congreso más fraccionado de la democracia, habrá quien diga que estos cinco son tanto o más importantes que los antiguos 35, por aquello de que no se pueden permitir perder el voto de ninguno.

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Dicho de otro modo, Podemos sólo tiene la carta de sus escaños para enfrentarse internamente a Yolanda Díaz, pero es una carta que Díaz necesita. Ahora, Podemos pide sus asientos para negociar con el PSOE y la misma autonomía que en la anterior legislatura dieron a los comunes, esto es, la posibilidad de votar libremente sin consecuencias, como ocurrió con el caso de la ley de prostitución

En esta línea se pronunció este miércoles el ya ex portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que no renovó en las listas. Durante su despedida de la Cámara Baja, el líder morado reivindicó la "autonomía política" de los partidos de la coalición, dando a entender que Podemos todavía tiene un as bajo la manga, aunque no puedan abandonar el grupo parlamentario.

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Los morados daban por hecho que, al ser el "motor ideológico" de la coalición y su partido mayoritario, tendrían un asiento en la mesa de negociación con el PSOE para crear la estructura del nuevo Gobierno, pero se encontraron con una manzana envenenada. Como posible representante de Podemos, Díaz eligió al secretario de Estado de Economía Social, Nacho Álvarez, que es también portavoz económico de Sumar.

Podemos no quiere ni oír hablar de esta opción. Aunque Álvarez sigue siendo parte del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, sus últimos movimientos durante la campaña lo ponen en un punto intermedio entre Díaz y Belarra. A ojos de la formación morada, ellos y no Sumar son quienes tienen que decidir a quien quieren que les represente en la mesa. También en un ministerio, llegado el caso.

"Nuestros escaños los van a sudar, no hay disciplina sin negociación", resume una fuente morada muy en línea con las declaraciones de Pablo Iglesias, que estos días se ha convertido en el mejor portavoz oficioso de Podemos y el peor crítico de Sumar. "Los diputados de Podemos responden sólo ante Podemos".

Tanto el ex secretario general como el resto del partido plantean que, si finalmente se esquiva la repetición electoral, Sumar debería ceder uno de sus hipotéticos ministerios a la cuota morada, sin cubrirla necesariamente con Nacho Álvarez. Queda, por supuesto, descartada también la opción de Irene Montero, que fue vetada de las listas electorales nada más anunciarse los comicios.