Aberchán se acercó a empresarios con negocios turbios en Melilla tras ser repudiado por Marruecos
Tras perder la confianza de Rabat, el líder de Coalición por Melilla hizo manifestaciones que irritaron a Marruecos y cambió de aliados.
26 mayo, 2023 03:04Mustafa Aberchán, líder del partido promarroquí Coalición por Melilla (CpM), aliado del PSOE, perdió la confianza de Rabat tras la caída del político y empresario Ilyas El Omari, expresidente del Consejo de la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas. El Omari fue secretario del Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM), creado por Fouad Ali El Himma, amigo íntimo y consejero del rey Mohamed VI.
A partir de ese momento, Coalición por Melilla fue desconectándose de Rabat. Tanto es así, que en la región de Nador aseguran a EL ESPAÑOL que Aberchán "no entra en Marruecos desde antes de la Covid", a pesar incluso de que allí tiene pendientes trámites de una herencia familiar. "Se encarga de ellos su mujer. Pero él no tiene un sello en su pasaporte en todo este tiempo", detallan las fuentes.
Antes de caer en desgracia en Marruecos, cuando Aberchán cruzaba la frontera no despachaba en Rabat. Se veía con El Omari en el hotel Real de Nador. También se encontró allí, al menos en una ocasión, con agentes de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), el servicio secreto marroquí.
Pero en 2017 Mohamed VI expulsó de su entorno a El Omari por conspirar presuntamente desde el norte del país y por no haber conseguido hacer frente al movimiento de protestas Hirak en Alhucemas, para reivindicar derechos sociales y culturales en la región del Rif. En ese momento, fue acusado de mantener relaciones con personas dedicadas al narcotráfico.
El empresario se instaló entonces en Málaga, fundó un hotel y tiene negocios en el mundo del fútbol español. Aberchán tenía otro enlace en Marruecos, Muhammad Khalifa, condecorado por Mohamed VI, que falleció en 2021 en el hospital comarcal de Melilla tras haber superado la Covid-19.
Khalifa fue tesorero de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) y en los años 80 fue uno de los impulsores del movimiento que permitió la regularización de los musulmanes melillenses. En aquella regularización, precisamente, Aberchán accedió a la nacionalidad española, sin perder la marroquí.
Pero en 2017 Mohamed VI ya había alejado de Rabat a Khalifa, como había hecho con El Omari. Es entonces cuando Aberchán se acercó más a los amigos de El Omari, y CpM entró en la órbita de empresarios marroquíes que residen en Melilla, a algunos con negocios turbios: las investigaciones policiales hablan de vínculos con el narcotráfico y el blanqueo de dinero.
Estos empresarios tienen negocios en Tánger, Alhucemas, Driuch, Nador, Casablanca, Rabat e incluso en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, y un enclave estratégico para la entrada de cocaína por el atlántico, según fuentes policiales.
El conflicto del Rif
El jefe de campaña de CpM, Abderrahim Selam, fue detenido cuando era diputado de Melilla en 2011 relacionado con el mayor laboratorio de cocaína de Europa que se desmanteló en Madrid. Fue acusado de blanquear alrededor de cuatro millones de euros del narcotraficante holandés de origen marroquí Ahmed Chelhi, huido de la Justicia.
Con el tiempo, el discurso promarroquí de Aberchán se fue transformando, hasta el punto de que calificó a Marruecos como "país vecino", algo que en Rabat, que defiende que Melilla es un "territorio ocupado", equivale a un ataque. Pero la gota que colmó el vaso para el monarca alauita fue cuando en 2017 se desmarcó de la posición de Marruecos en contra del movimiento de protestas rifeño.
"Calificó de 'detención política' el arresto a Nasser Zafzafi, convirtiéndolo en un asunto internacional. Consideró a los activistas rifeños como 'políticos', acusó a Marruecos de detener a políticos y utilizó el término 'Rif' como equivalente a 'República del Rif', cuando debería haberse referido al territorio como 'la zona del Rif' de Marruecos", aseguran fuentes de la inteligencia marroquí a EL ESPAÑOL.
Además, a través de sus amigos, Aberchán habría apoyado económicamente el movimiento del Hirak, "enviando dinero a la familia de Nasser Zafzafi", según informes de los servicios de inteligencia marroquíes.
En 2021, tras la entrada de más de 12.000 personas desde Castillejos (Marruecos) a Ceuta en dos días con la condescendencia de la gendarmería marroquí, Aberchán acusó a Marruecos de hacer "una política bastarda" y de ser "un país hipócrita, en el que no se puede confiar".
Las fuentes marroquíes niegan que Rabat esté detrás de la compra de votos en Melilla para las elecciones del domingo, como se ha publicado estos días en varios medios, y aseguran que tras el fraude del voto por correo y la financiación de CpM está "la mafia de la droga". En eso, los informes de la inteligencia marroquí coinciden con los de los agentes españoles.
El portavoz del Gobierno de Marruecos, Mustapha Baitas, en declaraciones a los medios en Rabat, dijo el miércoles que las acusaciones a Marruecos están vinculadas con el "actual contexto" de elecciones locales y regionales en España, y que las relaciones entre ambos países son "inmejorables".