El plan de contingencia de Ribera no descarta cortes de suministro a empresas e industrias españolas
La vicepresidenta tercera convoca a los portavoces de los grupos parlamentarios a las 12.30 para comentar el Plan de Contingencia español.
19 julio, 2022 03:20"En ningún caso, ni en el peor de los escenarios, habrá cortes de suministro para los ciudadanos en España". ¿Pero para las empresas o las industrias? "Podría ser". ¿Y para los ciudadanos fuera de España? "Eso va a pasar, sí". Así describen la situación fuentes del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), a pocas horas de reunirse con los portavoces parlamentarios, convocados por Teresa Ribera en la sede del departamento.
Es decir, que a pesar de lo que la vicepresidenta tercera transmitió a las empresas la semana pasada, el Gobierno ya contempla la posibilidad de que haya cortes de suministro para empresas y grandes industrias en España si ocurre lo que se da por inevitable: que la guerra de invasión de Rusia en Ucrania provoque un corte del suministro del gas y del petróleo sobrevenido... o que las sanciones acaben por imponerse antes de lo hoy previsto.
"Hay que ser solidarios", explican las fuentes del Ministerio. "Pero antes tenemos que saber qué significa, según la Comisión, ser solidarios... y llegar a un acuerdo entre todos, una semana después, en el Consejo".
Que el Ejecutivo haya hecho una ronda completa con agentes económicos, sociales, administrativos y ahora políticos, antes de terminar su Plan de Contingencia, encargado desde la Comisión Europea ante las previsibles restricciones energéticas que se vienen en otoño e invierno, indica la gravedad de la situación.
Muchas veces, Pedro Sánchez ha pedido el apoyo a todos los grupos políticos, "pero siempre con las decisiones tomadas", recuerda la oposición. Y en esta ocasión se ha convocado a todos, "y todos han confirmado, salvo Vox", se aclara desde el MITECO. "En algunos casos, vendrán presencialmente, en otros por vía telemática; algunos mandan a sus portavoces parlamentarios, y otros al de energía".
Teresa Ribera es consciente del desafío, y está midiendo sus pasos, para ir concienciando a la población, y a todos los agentes implicados. "Pero sin provocar una autoprofecía del pánico" que daría al traste con todos los planes.
Situaciones inesperadas
La crisis económica en la que vive inmerso el Gobierno de Pedro Sánchez es de unas características desconocidas. Porque le está durando toda la legislatura y porque empezó con la mayor pandemia de los últimos 100 años y se continuó con el conflicto bélico más grave en Europa desde la II Guerra Mundial.
Nadie podía prever semejantes circunstancias cuando se presentó a las elecciones del 10-N de 2019. Entonces, la polémica fue la repetición, el abrazo con Pablo Iglesias... menudencias.
Hoy, hay más de 100.000 muertos (oficiales) por un virus desconocido el día en que los españoles votaron los programas electorales. Y Vladímir Putin activó con su decisión del pasado 24 de febrero un cambio de paradigma en la seguridad, la energía, la alimentación y las migraciones en el mundo.
A todo ello ha respondido Moncloa con decisión, decenas de decretos, decisiones durísimas, trascendentales, impulsos en la Unión Europea primero desechados y luego comprados como la idea adecuada: así pasó con los eurobonos que se convirtieron en los fondos de recuperación, o con los topes a los precios del gas, hoy copiados por muchos países de nuestro entorno.
"Solidaridad"
Ahora le toca a España ser el proveedor de la UE, cuando se ha acostumbrado desde su ingreso en 1986 a ser receptor. España es una isla energética por su posición geográfica y por el empeño sucesivo de los gobiernos franceses a evitar las interconexiones. Y eso hizo que nuestro país "se preparara mejor que los demás", apuntan fuentes del Gobierno.
"Nuestras plantas regasificadoras, un tercio de las europeas, y nuestra capacidad de almacenaje, el 40% de todo el disponible en la Unión, las hemos pagado con nuestras facturas", recuerdan estas fuentes. "Y ahora somos, en parte, salvación de Europa... nos toca ser solidarios".
Ésa es la palabra, ése es el concepto: solidaridad. Está presente en el documento RepowerEU, que salió del seno de la Comisión Europea hace ya más de dos meses. Y que este miércoles se traducirá en otro, más concreto, en el que Bruselas dictará su Plan de Contingencia, preparándose para el más que previsible cierre del grifo ruso.
"O cerramos nosotros, que no se ve, o lo harán ellos cuando más les convenga", comenta una alta fuente comunitaria. Y eso es lo que parece que pasará, porque ni Alemania -"que no se atreve"- ni el resto de países dependientes del gas y el petróleo rusos lo van a hacer. Entre otras cosas, porque Berlín no lo impulsa y es, a la vez, el más expuesto y la locomotora económica europea.
"Europeístas por convicción"
Italia firmaba estos días un contrato con Argelia, por valor de más de 4.000 millones, para seguir recibiendo su gas. Lo que se veía antes como pura competencia, aprovechando las malas relaciones de Madrid y Argel por el conflicto del Sáhara, ahora se mira de otro modo: cuanto más gas tenga Italia, más tendremos todos.
En Moncloa son conscientes de esta circunstancia, y quieren demostrar que "España es europeísta no por interés, sino por convicción", como dijo Pedro Sánchez en el Debate sobre el estado de la Nación. En ese pasaje de su discurso, el presidente introdujo -él mismo- el concepto "solidaridad". Porque a nuestro país le va a tocar entregar parte de sus suministros, compartir sus reservas y trabajar para los socios europeos en las plantas regasificadoras.
El equipo de Teresa Ribera, en el Ministerio para la Transición Ecológica, tiene muy avanzado el Plan de Contingencia español. Pero igual que, ya la semana pasada, se reunió con otros actores implicados -las empresas, los sindicatos, la CEOE...- este martes ha citado a las 12.30 a los portavoces parlamentarios.
"Queremos discutir con todos nuestros planes", explica una portavoz de Ribera. "No sólo es informarles, sino que participen con sus ideas y nos den su opinión", añade.
Fuentes del Partido Popular agradecen la invitación, no sin hacer la broma de que ésta puede ser la primera vez en que el Gobierno Sánchez cuenta con los populares "antes de decidir, sin exigirnos el apoyo como una adhesión gratuita". En todo caso, estas mismas fuentes aclaran que, de inicio, la intención es escuchar. No llevan un documento armado con propuestas.
Falta el decálogo
El decálogo que sí tiene escrito Ribera es el de consejos para los ciudadanos. El Gobierno se queja de las críticas que recibe por no haber lanzado todavía una campaña de comunicación y concienciación ante la que se nos viene encima en otoño. "Cómo lo vamos a hacer, si no sabemos lo que nos va a pedir Bruselas". No lo saben, pero lo intuyen: "Claro, pero no hay detalles todavía", aclaran las fuentes.
En todo caso, y a falta del último visto bueno, el Ministerio de Ribera prevé lanzar en breve esa campaña, ajustada a los consumidores españoles. "Será un decálogo de recomendaciones sencillas, algunas muy obvias para recordar; y otras menos evidentes, pero que ayudarán al ahorro energético".
Así, como Alemania, se solicitará que los españoles se duchen más rápido, que no suban tanto la calefacción ni bajen mucho el aire acondicionado, que suban por escaleras cuando sea posible o cojan el transporte público preferentemente a su coche particular...
Pero también que desenchufen los cargadores de sus móviles "para no mantener un consumo fantasma, que no es muy caro, pero que todo junto es un gasto que debemos evitar", o que no se abra la nevera sin haber pensado previamente qué se busca en ella: "Así no se queda abierta, perdiendo frío, ni se abre más veces de las necesarias, evitando tirones de consumo".
España debe ahorrar, las empresas y los ciudadanos, aunque a ellos no les vaya a tocar "en ningún caso" cortes de suministros. "Debemos estar preparados para cuando nos toque dar una parte de lo nuestro, para que nos afecte a todos menos", concluye la portavoz del MITECO.