La "traición" del PP a Igea en Castilla y León reunifica a Arrimadas con los críticos de Ciudadanos
Incluso los disidentes que pelearon contra Arrimadas en los procesos de primarias cierran filas "ante la agresión externa".
1 enero, 2022 00:09Noticias relacionadas
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Es casi una cuestión de manual, pero resulta llamativo contemplarlo en directo. Cuando un partido sufre una agresión externa, sus dirigentes olvidan las cuitas internas y el famoso fuego amigo para centrarse en la supervivencia de la organización. Eso está sucediendo en Ciudadanos a una velocidad vertiginosa.
En un pestañeo, la disidencia recorre tertulias para apoyar al aparato y el aparato, en este caso Inés Arrimadas, se ha convertido en el principal valedor de su otrora archienemigo Francisco Igea.
El adelanto electoral en Castilla y León no estaba en las quinielas de Ciudadanos. Ni en las nacionales ni en las autonómicas. El ya exvicepresidente de la región se enteró del plan de Alfonso Fernández-Mañueco cuando contestaba a una entrevista en Onda Cero.
Mientras tanto, los equipos estratégicos trabajaban en poner a punto la maquinaria de cara a los que creían que iban a ser los primeros comicios en el calendario: los andaluces. Juan Marín ganaba un farragoso proceso interno y se intentaban dejar atrás los tradicionales vaivenes a los que obligan unas primarias. En ese instante, cayó la bomba castellano-leonesa.
Mañueco había reiterado en público y en privado –incluso en conversaciones con Igea y Arrimadas– que el adelanto electoral no estaba en el horizonte. "No es el alumno más atrevido de la clase, no quiere arriesgarse. Y lo que sobre todo no quiere es cambiar a Ciudadanos por Vox en el gobierno", decía un importante mandatario naranja menos de una semana antes de conocerse el golpe al tablero.
Esa frase da buena cuenta de cuál era el sentir de Ciudadanos cuando Mañueco dejó atrás la que había sido su táctica. La palabra "traición" ha sido repetida desde entonces por tirios y troyanos; es decir: por críticos y oficialistas.
En una unión sin precedentes, todos los tripulantes de la nave naranja comenzaron a emplear sus redes sociales y sus grupos de WhatsApp para recopilar "pruebas" de la "traición". Documentos y mensajes con los que "desmontar" la tesis que exhibía el Partido Popular para justificar el adelanto: que Cs negociaba los Presupuestos con la izquierda a espaldas de Mañueco, que conspiraban para repetir una moción de censura...
"Nos han resucitado"
¡Hasta Juan Carlos Bermejo, el eterno disidente, emplea su presencia en las tertulias para apuntalar el proyecto de Arrimadas! "Nosotros hemos metido la pata, hemos hecho cosas mal, pero esta gente –el PP– ha disuelto las Cortes mintiendo, echando a la calle a la consejera de Sanidad. Una mujer que ni siquiera es de Cs y que fue catalogada como la mejor médico de familia del mundo en 2018. Hay que ser muy miserable (...) Nosotros estábamos muertos, pero nos han resucitado. Tenemos muchos más votos que antes de ayer".
El contenido compartido en redes sociales es tan sólo la punta del iceberg: hacía mucho que Arrimadas y su círculo más cercano no contribuían a viralizar la labor de Igea como vicepresidente o sus análisis sobre actualidad política.
De hecho, el comité ejecutivo ha aprobado un proceso exprés, sin primarias de por medio, para proclamar a Igea candidato en las autonómicas de Castilla y León. Arrimadas es consciente de los negros augurios de las encuestas, pero ha concluido que si tiene una oportunidad es con Igea –su rival en las primarias por la presidencia– como cabeza de cartel.
El último sondeo realizado por SocioMétrica para este diario fue publicado este domingo: colocaba a Mañueco a cinco escaños de la mayoría absoluta y con sólo un camino para revalidar la presidencia, el pacto con Vox. Igea, según estos datos, entraría en el Parlamento, pero caería de doce diputados a uno.
Las elecciones de Castilla y León tendrán lugar el 13 de febrero. Abrirán un nuevo ciclo político en España. A partir de entonces, tan sólo quedará Andalucía como recuerdo de las coaliciones PP-Cs –con la excepción de los Ayuntamientos, cuya ley no permite los adelantos electorales–.
A lo largo de los últimos días, Inés Arrimadas ha verbalizado lo que venían manteniendo en privado muchos dirigentes de Ciudadanos: "¿Cómo es posible que, con los buenos resultados en las autonómicas y municipales de 2019, nuestro gobierno más importante fuera el de la ciudad de Granada?".
Los negociadores de Rivera –y esa es la tesis ahora defendida por Arrimadas en algunas entrevistas– sólo obtuvieron vicepresidencias y vicealcaldías, aparte de la mencionada vara de mando de Granada, que también perdieron tras una trifulca con el PP.
Castilla y León y el Ayuntamiento de Madrid fueron los dos poderes que más sonaron entonces como contrapartida al apoyo que Ciudadanos prestó al PP para las demás presidencias. Pero no ocurrió así. CyL afrontará, en apenas dos meses, unas elecciones y el Consistorio madrileño se convertirá en una suerte de joya en la tienda de antigüedades.