Carlos Mazón ficha a altos cargos de la Generalitat de Ximo Puig: "Habrá más, queremos a los mejores"

La última en aceptar la invitación del líder del PP ha sido la directora general de la Agencia Tributaria Valenciana, Sonia Díaz. La economista continuará al frente de este organismo con competencias en el ámbito tributario de la Generalitat, según confirmaron a EL ESPAÑOL fuentes del Consell.

Sonia Díaz es licenciada en Economía por la Universitat de València (UV), donde obtuvo el Premio Extraordinario de Licenciatura, ocupando el primer puesto de su promoción. Pertenece, además, a la Unidad Investigadora de Hacienda Pública de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

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En 2002, aprobó la oposición al Cuerpo de Inspectores Tributarios de la Generalitat Valenciana en la primera convocatoria, siendo la primera de su promoción. Lleva dirigiendo la agencia desde 2019, año en el que Ximo Puig la fichó para dirigir el organismo.

Díaz se suma a otros altos cargos que ya han confirmado que continuarán junto a Mazón. Entre ellos se encuentra José Manuel García Duarte, militante socialista, que continuará como director general de Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Además, el pleno del Gobierno valenciano también acordó avalar la continuidad de las titulares de la Intervención y la Tesorería de la Generalitat. "Habrá más, queremos a los mejores", destacaron este jueves fuentes del Consell.

Puig encomendó a García Duarte en 2019 el plan estratégico de la Generalitat y de transformación digital. Tiene a su cargo proyectos valorados en millones de euros y cuenta con un gran reconocimiento en el sector tecnológico por su buena gestión, de ahí que Mazón haya querido contar con él.

García Duarte aceptó la invitación de Mazón sin comunicar la decisión a su partido ni a su anterior conseller, el socialista Arcadi España. El malestar es general entre los socialistas y el entorno de Puig cree que estas decisiones "blanquean" el gobierno de Mazón con Vox.

Una semana después de ganar las elecciones autonomicas del 28 de mayo, Mazón ya avanzó que dejaba la puerta abierta a mantener a altos cargos de la izquierda valenciana en su futuro equipo. "A algunos de ellos ya le hemos hecho alguna oferta firme para poner por encima el interés de la gente de la Comunidad Valenciana", afirmó.

Entre estos cargos también se encontraba el exsecretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, quien también cuenta con un gran reconocimiento por parte del sector por su labor en los últimos ocho años.

No obstante, este dirigente socialista de Castellón, que ha sido el blanco de las críticas de Podemos y Compromís por su rechazo a la tasa turística y apoyo al sector, rechazó la propuesta y se mostró fiel al proyecto de Puig.

"Ya cuando hice las declaraciones, muy amablemente y con la relación cordial que tenemos, Colomer declinó esa posibilidad. Yo no descarto volver a intentarlo, en cualquier caso", expresó.

Mazón dice que si hay servidores públicos en la Administración autonómica que es conveniente que prolonguen su trabajo al servicio de la Comunidad Valenciana, van a tener la propuesta de poder seguir trabajando.

Carlos Mazón en su despacho en el Palau de la Generalitat. VICENT BOSCH

"Si hay altos cargos que, en estos momentos, están en medio de transacciones importantes, de reuniones importantes, van a ser muy bienvenidos y, si estimamos que pueden ser positivos, lo vamos a hacer", manifestó.

Centro político

Con los nombramientos, el presidente valenciano, un político con un marcado perfil liberal, consolida su estrategia de situarse en el centro para distanciarse de sus socios de Vox.

Y es que en este último mes, Mazón ha demostrado su habilidad para llegar a acuerdos a varias bandas, revelándose como un estratega perspicaz al dividir a sus contrincantes.

Por el momento, los altos cargos de Puig que han confirmado su continuidad en la Generalitat de PP-Vox dependen de la Conselleria de Hacienda, en manos de Ruth Merino, portavoz de Ciudadanos en la anterior legislatura.

El nombramiento de Merino se interpretó como un claro gesto del dirigente hacia el centro político para compensar los perfiles duros de su Ejecutivo con el partido de Santiago Abascal. El enorme ruido tras el pacto de Gobierno con Vox y su negación de la violencia machista requería mujeres con peso político y de perfil moderado para contrarrestar a la extrema derecha.

La consellera de Hacienda y exportavoz de Ciudadanos, Ruth Merino. EFE / KAI FÖRSTERLING

Merino ofreció acuerdos puntuales a Puig en la anterior legislatura, pero finalmente dimitió de su responsabilidad en Ciudadanos con duras críticas al partido por no haber contado en ningún momento con la estructura existente en la Comunidad Valenciana, según denunció. 

El PP fue su nuevo destino. Solo tres semanas después se incorporó al equipo económico de Carlos Mazón para elaborar el programa electoral. Ambos niegan que tuvieran un plan trazado, pero antiguos cargos de Ciudadanos denuncian ahora que la dimisión formó parte de un acuerdo previamente establecido.

Merino y el resto de cargos de Ximo Puig que se quedan ahora con el PP tendrán un papel destacado en esta legislatura, sobre todo después de que se haya reabierto el debate de la financiación autonómica en las negociaciones para la investidura del futuro Gobierno.