El pastor de los 'burros antiincendios' culpa a la Generalitat de su muerte: "Pedí llevármelos a casa"
En su declaración como investigado, aseguró que el veterinario de la Consellería se desentendió y que no se analizó por qué murieron los primeros equinos.
12 julio, 2023 02:03Ante la juez, Juan Librán, el dueño de los burros que la Generalitat valenciana usó en su proyecto contra los incendios y que murieron de hambre, culpó al Gobierno autonómico de la desgracia.
Así consta en la transcripción de su declaración como investigado, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. "No se analizó la causa de la muerte", indicó Librán sobre el fallecimiento del primer équido.
De los más de 50 animales que aportó, diez murieron y otros seis desaparecieron. Formaban parte de un plan pionero de la Generalitat para limpiar el monte valenciano de maleza y evitar así los incendios veraniegos. Fueron soltados en el parque natural del Desert de Les Palmes. Aquello acabó en tragedia. Murieron por falta de alimento.
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Así lo resumió la Fiscalía en un informe publicado por EL ESPAÑOL. "Los burros aparecieron con un aspecto esquelético", indicó el Ministerio Público. "Al haber sido liberados en un entorno donde no se les facilitó alimento, en tanto en cuanto animales domésticos, no fueron capaces de subsistir por sí mismos", añadió el fiscal.
Tras haber sido interrogado como testigo, Librán fue citado como investigado. Delante de la juez, también declaró que cuando soltaron los animales "estaban todos en buenas condiciones; ninguno tenía ningún problema ni estaban flacos". Y atribuyó al director del parque natural, el funcionario Antonio Luis García Sanz, la elección de los terrenos donde pastarían los animales. Este último también está investigado en la causa y cuando declaró, atribuyó la gestión de los burros al pastor.
De acuerdo con la declaración de Librán, García Sanz le garantizó que los animales iban a estar controlados por una brigada del parque natural y que del seguimiento veterinario se encargaría la Generalitat. Pero, aseguró que nada de esto se cumplió.
El ganadero, según dijo, acudía a diario a la zona para "ver cómo se encontraban" los animales. No detectó que sufrieran falta de alimento.
Según declaró Librán, cuando se soltó a los animales sólo estuvo presente un veterinario amigo suyo, que avaló las parcelas en las que iban a estar los animales. Pero no asistió ningún experto de la Generalitat.
"Suficiente vegetación"
"El director general del parque decidió que no hacía falta echarles de comer y que había suficiente con la vegetación", señaló el pastor, que asegura que le prometieron una subvención por cada animal, pero no recibió cantidad alguna. Librán se había hecho cargo de ellos altruistamente.
Entre el 11 y el 12 de agosto de 2021 murió el primero de ellos. Aseguró que avisó del fallecimiento al director del parque natural. El segundo équido expiró el día 16 y no se hizo una autopsia de su cuerpo, declaró en el Juzgado de Instrucción número 2 de Castellón de la Plana. "Nunca se me han muerto burros tan seguidos", advirtió el pastor. "El veterinario de Consellería pasaba de todo", sostuvo ante el juez. "No se hizo ningún seguimiento veterinario en el tiempo que estuvieron los burros en el parque", alegó. Por ello, se quejó a García Sanz.
También manifestó que seis burras sufrieron un aborto el mismo día, de las ocho que estaban embarazadas cuando fueron liberadas. A la muerte del tercer animal —aseguró— fue cuando el director del parque natural avisó a la Consellería.
De acuerdo con la declaración de Librán, tampoco se analizó la causa de la muerte de los siguientes burros ni de los abortos sufridos por las hembras.
"Cada vez que había un burro muerto, le decía al director que le diera permiso para llevárselos a su casa y el director le dice que no, porque tenía un contrato firmado, pero ese día, desde Valencia, le autorizaron que se los llevara", recoge la transcripción de su declaración. "No pensó en denunciar que no le dejaban llevarse a los animales, aunque sí lo reclamó en muchas ocasiones", indica el documento.
Librán aseguró que, mediante un "pacto verbal", acordó con el director del parque natural la cesión de los animales. Sostuvo que este funcionario le prometió una subvención, pero nunca le aclaró de qué cantidad ni llegó a recibirla. En su declaración como investigado, sostuvo, simplemente, que acató "las órdenes" que le daban.
Interrogado por su abogada, Juan Librán recalcó que el Gobierno valenciano no le ha ofrecido ninguna indemnización por los 10 burros muertos ni por los seis desaparecidos. Cifró en 250 euros el coste de cada animal. Desde entonces, una vez ya los tuvo de nuevo a su cargo, no se ha muerto ninguno, aseguró.