Teresa Rodríguez: "No vamos a ser la delegación andaluza de Íñigo Errejón"
"¿Pablo Iglesias? Que le vaya bonito, como cantaba Chavela" / "Mi idea de Andalucía no es confrontar con España, no sueño su independencia".
21 junio, 2021 02:22Teresa Rodríguez (Rota, Cádiz, 18 de septiembre de 1981) empezó a militar desde muy joven contra la base aeronaval hispano-estadounidense de su pueblo. Jamás pensó que la echarían de Adelante Andalucía -el partido que fundó hace tres años con IU y otras formaciones de izquierda- tras su divorcio político nada pacífico con Pablo Iglesias. Ahora quiere refundarlo y llegar incluso al Congreso sin ser delegación de ningún partido nacional nunca más.
A unos días de su puesta de largo, el próximo sábado 26 -lo podrá hacer sin mascarilla si el acto es al aire libre-, Teresa Rodríguez recibe a EL ESPAÑOL en Cádiz con el mono de trabajo. En este caso, ataviada con una camiseta donde puede leerse 'Puerto Real = Airbus operaciones'.
Acaba de bajarse del escenario al finalizar una manifestación contra su cierre. Muchos quieren hacerse fotos y uno de ellos se acerca portando una bandera de la CNT para decirle: "Soy apolítico, pero usted me reconforta por su coherencia". "Vale, vale, gracias", contesta Teresa, que aún se sonroja.
Al final de la entrevista, una llamada de su madre, que parece que le echa una mano con sus pequeñas Aurora y Candela, suena como un despertador. Nos vamos del bar y al momento llega su pareja, el alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, aunque entre la mascarilla, gafas de sol y gorra casi pasa desapercibido. En sus ratos en casa no hablan apenas de política. No les da tiempo con cuatro hijos, los dos mayores los aporta el alcalde gaditano.
Unos minutos antes, Rodríguez se ha movido por la plaza del Aviador de Cádiz con su pañuelo rojo anudado en su pelo como Naomi Parker Fraley, la musa que inspiró el cartel más incónico de la lucha feminista con el lema 'We can do it!' (¡Nosotras podemos hacerlo!).
Ella quiere hacerlo. La líder de Anticapitalistas tiene varios frentes abiertos, que el Constitucional le permita volver antes de que termine la legislatura a su grupo -desde noviembre reza como no adscrita- y la refundación de su partido en los próximos días. Ninguna de las dos cosas las habría imaginado nunca.
Cuando entró en política de la mano de Podemos y con fuerza en el Parlamento en 2015 ¿imaginaba que acabaría refundando Adelante Andalucía tras su expulsión?
No. Dicen que el amor es eterno mientras dura y la verdad es que entonces mi expectativa era crear ese partido andaluz generando una confluencia de las organizaciones y un espacio de militancia para que gente, a título individual, compartiera con nosotros esta necesidad.
Ése era nuestro objetivo, lo pensábamos entonces y ahora. No porque seamos más que nadie sino porque lo necesitamos como lo tienen los catalanes, los vascos, los gallegos, los cántabros o los navarros. Los partidos con sede en Madrid vienen a Andalucía cada cuatro años a recoger grano del granero de votos pero no cultivan entre cosechas.
¿Qué espera del Tribunal Constitucional que admitió a trámite su recurso? Y si le permite volver a su grupo ¿cómo será la convivencia?
Espero una sentencia favorable, pero tengo cierto temor a que no nos reconozcan las medidas cautelares. Si no es así y nos dan la razón dentro de cuatro años, será imposible de corregir.
Si volviéramos al grupo, no propiciaríamos la expulsión de los seis compañeros de UP, entre otras cosas porque nunca tuvimos una ruptura de disciplina de voto. Por tanto, podríamos compartir grupo sin problemas, pero presentándonos con papeletas diferentes y llegando a acuerdos sobre determinadas posiciones.
No sé si Podemos desaparecerá. No lo deseo ni creo que lo haga. Tiene unas bases de militantes sólidas
Hay quien dice que fue un movimiento muy hábil por su parte registrar la marca Adelante Andalucía ¿teme que IU y Podemos van a denunciarla por ello?
Tras su refundación se va a llamar igual y no lo temo porque estamos bien asesorados jurídicamente.
¿Qué recorrido le augura a la formación de la que usted formó parte y lideró en Andalucía? ¿Cómo ve al Podemos de Ione Belarra e Irene Montero?
En algún momento tendrán que hacer balance en su participación en el Gobierno. Tienen una difícil coyuntura: la necesaria lealtad que le deben a un gobierno en el que participan y, por otra parte, la necesidad como organización de autorreferenciarse. Decir quién eres y qué harías tú si gobernaras solo.
Un pronóstico: ¿sobrevivirá Podemos a las próximas elecciones generales?
No lo sé. Tampoco deseo que desaparezca, ni creo que lo haga. Tienen unas bases de militantes sólidas y una horquilla de votos interesante, al menos el suelo electoral de IU. Cubren un espacio político necesario... y me quedo ahí.
Le he escuchado alguna vez que no estaría más de ocho años en política, pero todo apunta a que será la candidata con esta nueva formación en las próximas elecciones ¿estará cuatro años más?
Habrá primarias cuando corresponda. Todavía hay que ver cuándo va a convocar Juanma Moreno porque todo apunta a que tiene un ojo en el Gobierno y el otro en las encuestas. En función de eso tomaremos una decisión, pero mi deseo es no estar más de ocho años en política profesional, es decir, con un sueldo dependiente de la política.
Pero si va a refundar su partido, gran parte esperará que se sea usted quien lo lidere, ¿no?
No lo sé, bueno, puedo seguir militando. Tengo dudas, tenemos que verlo colectivamente en un tiempo. El compromiso ético que firmamos fue estar dos legislaturas y, excepcionalmente, tres. Puedo volver a dar clase y seguir en la primera línea. Yo creo que es compatible el tiempo que sea necesario.
El problema está cuando se depende exclusivamente del salario y del cargo del partido. Nosotros como representantes nos tenemos que parecer más a nuestros representados. Igual que pienso que se tiene que volver al curro cada cierto tiempo. Al final vives en una burbuja en la que se supone que representas al pueblo, pero no te pareces ni en los andares.
Y a nivel nacional donde su formación quiere pegar el salto ¿estaría dispuesta a liderarla?
Yo no. Creo que mi tiempo con un salario político está terminando. Es muy difícil ser profesora y diputada en el Congreso al mismo tiempo, pero estoy convencida de que habrá compañeros de referencia de Adelante Andalucía que se presentarán a las elecciones Generales y a las europeas.
¿Cree que es el momento para el adelanto electoral en Andalucía?
No. Creo además que adelantarlas es una fea costumbre por parte de los presidentes andaluces. Moreno aún no lo ha hecho, pero gobiernos anteriores, como los de Manuel Chaves o Susana Díaz, han estado marcados por adelantos electorales convenientemente convocados cuando la encuesta de marras que tienen encargada le da los datos que necesitan.
Esto es una malversación de alguna forma del principio estatutario que tenemos como comunidad autónoma.
¿Ve un próximo gobierno de Moreno con Vox, que continúa consolidándose ante la situación de Cs?
Juanma Moreno está encantado de conocerse, pero no es el momento de convocar. Se querrá gastar los fondos europeos que le vienen y, por otro lado, sabe que se está comiendo a Cs, matándolo suavemente, y necesita que Vox se siga estancando.
Haremos todo lo posible para intentar evitar un gobierno así porque sería un completo desastre. Las posiciones políticas de Vox en el Parlamento han sido lamentables. Han cambiado tres veces de portavoz y el que fue candidato a las elecciones, Francisco Serrano, está inmerso en un proceso judicial en relación al cobro de una subvención de dos millones de euros. Trasladar este galimatías al Gobierno andaluz es absolutamente peligroso.
Hablando de galimatías ¿teme que quizás el electorado no termine de entender la implosión de su grupo?
El mensaje es nítido: vamos a defender a Andalucía siempre esté quien esté en Madrid y en Sevilla. Nosotros somos una fuerza andaluza de izquierda y andalucista.
El PP, PSOE e IU siempre hacen lo mismo. Cuando los suyos gobiernan guardan en un cajón la financiación autonómica y lo sacan en la oposición como arma arrojadiza. Nosotros lo hemos defendido siempre, ahora también que está en el Gobierno Unidas Podemos.
Está el cambio climático y el sistema de financiación autonómico que perjudica a Andalucía de forma natural y es algo que no podemos cambiar. Por eso creo que es necesario más que nunca un partido netamente andaluz.
Tras aquellas palabras templadas de Errejón pareció que ya éramos sus representantes en Andalucía y no es así
Usted ha repetido que Adelante Andalucía es una fuerza política que se relaciona confederalmente con otras izquierdas. Antes y después de las elecciones madrileñas los guiños con Íñigo Errejón han sido continuos ¿lo ve como un aliado para los próximos comicios?
Lo que queremos dejar claro es que no vamos a ser la delegación andaluza de nadie más nunca más. Nuestro cierto miedo después de las elecciones de Madrid ante esas palabras templadas de Errejón es que pareció que ya éramos sus representantes en Andalucía y no es así.
Nosotros estamos autocentrados aquí, somos una organización independiente andaluza que mantiene relaciones con el resto de la izquierda y de fuerzas políticas, que habla con todo el mundo.
¿Descarta por completo un acuerdo a nivel nacional?
Nosotros presentaremos una lista independiente al Congreso, cuya referencia sea Andalucía. Desde esta posición autónoma, se hablará con todo el mundo para sacar adelante el programa electoral.
Esa sintonía con Más País resulta, aparentemente, contradictoria. Errejón, que es más moderado, se lleva mejor con usted que Iglesias, al que se presupone más cercano al anticapitalismo, ¿no?
Depende de para qué debate, no me gusta esa fobia de uno u otro como si fuera un equipo de fútbol. Yo soy del Cádiz, lo haga como lo haga y aunque pierda muchos partidos seguidos. No es el caso, dependiendo del debate que teníamos coincidía más con posiciones de Íñigo o de Pablo y otras veces tenía una posición alternativa a los dos.
Usted dice que Podemos no entiende la realidad plurinacional de España. ¿Existe algún partido que la comprenda y que no sea nacionalista?
Está por construir este espacio. Entre otras cosas porque tiene que haber voces de todas las partes. Hay cierta tendencia que cuando las posiciones se hacen desde Madrid sólo se ve a Madrid. Espacios en los que haya territorios que se autorepresenten puede ser una cierta garantía de que se mire más allá de la M-50.
¿Se considera usted nacionalista andaluza?
No, yo me considero andalucista. El nacionalismo tiene muchas connotaciones, pero desde mi punto de vista esa palabra siempre ha estado vinculada a las derechas de Cataluña y País Vasco. Por eso aquí no se habla de nacionalismo andaluz, sino de andalucismo, que es una palabra más transversal. Me gusta más.
¿Cuál es su relación sentimental con España?
¿Mi relación sentimental? Nunca me lo habían preguntado [ríe]. Yo no quiero ser únicamente andaluza, lo mío no va de emociones, pero por mi historia vital siempre he celebrado los 28F con banderas en los balcones, he vivido las ferias, la Semana Santa... Mi trayectoria personal es un fuerte vínculo emocional y cultural con esta tierra, pero eso no hace que yo sea andalucista.
No sueño con la independencia de Andalucía, ni mucho menos. No está sobre la mesa ni tampoco es deseable que lo esté
Yo lo soy porque o Andalucía consigue tener una voz propia en las instituciones o nadie va a cambiar las cosas por nosotros. Incluso aunque fuéramos capaces de gobernar aquí, no podríamos cerrar la enorme brecha que tiene con el resto del Estado y con Europa.
Mi idea de Andalucía no es una idea de confrontación con España porque para mí España es una realidad más plural, España es más que Madrid. En España hay mucha gente en la misma situación que nosotros, como por ejemplo Extremadura.
Usted no sueña con la independencia de Andalucía, ¿no?
No, ni mucho menos. Esto no está sobre la mesa ni tampoco es deseable que lo esté. La identidad andaluza además es nada excluyente. Hasta el propio Blas Infante decía que nuestro Andalucismo es ante todo humano. Lo que me molesta es cuando desde un nacionalismo español mal entendido se borra todo y al final todo es Madrid o Madriluña.
¿Cómo ve el proceso que ha llevado Sánchez sobre los indultos? ¿Cree que darán estabilidad a la situación de Cataluña?
Siempre me preguntan por el final de todo el conflicto. A mí me parece mal que hayan entrado en la cárcel, que haya habido una declaración unilateral de independencia y también que el Gobierno impugnara el Estatut.
Todo lo que ha pasado antes es responsabilidad de unos gobiernos que han estado permanentemente trabajando en la separación entre Cataluña y España, desde Cataluña pero también desde España. Desde el PP también te dicen por los pasillos que fue un error impugnar su Estatut en su momento.
Bueno, estos representantes políticos se saltaron la Constitución...
Sí, pero cuando no se la saltan y aprueban un Estatut de Cataluña concreto se destroza esa votación popular hecha constitucionalmente sólo porque te da votos en España y porque la posición del PP en Cataluña está completamente perdida. Les ha salido fatal.
De por sí es un escándalo que haya representantes públicos en prisión por algo que no sea la corrupción o por delitos penales y sí por defender sus posiciones políticas, incluso si estoy en el otro lado de las mismas. Aquí no todo el mundo está dispuesto a ir a la cárcel por sus ideas. Lo que sí me gustaría es entrar en un escenario donde se pudiera hablar con naturalidad.
El jueves se reunió Juanma Moreno con Pedro Sánchez en la Moncloa por primera vez desde que es presidente, pero se trajo poco compromiso sobre todo por el déficit que el Gobierno tiene con Andalucía ¿cómo valora este encuentro?
Me molestó mucho que se planteara un encuentro bilateral con Andalucía solo porque lo iba a haber en Cataluña, como si esta tierra por í misma no valiera y no necesitara de forma inmediata ese tipo de encuentro. Habría que hacerlo sí o sí. Ese rollo de utilizar el andalucismo como piedra arrojadiza tampoco lo hemos entendido nunca.
¿Qué tres cosas pediría usted al Gobierno si el presidente necesitara sus votos en el Congreso?
Un plan de empleo serio con unas inversiones industriales potentes en renovables y en economía verde; infraestructuras, por ejemplo el ferrocarril tiene que llegar a todas partes; el cambio de financiación autonómica y, una cosa más, el desmantelamiento de los vertederos y de los cementerios nucleares en Andalucía.
¿Está de acuerdo con la bajada de impuestos en Andalucía y en Madrid?
Depende. Si lo que se baja es al patrimonio, a las sucesiones y donaciones, están apostando por una parte de la población que no es mayoritaria. Vamos a rebajar el IVA de los productos básicos, desde Andalucía no se puede hacer, pero tampoco se ha hecho cuando el PP gobernaba en Madrid.
Hablando de productos básicos, el partido del que usted formaba parte no ha sido capaz de frenar la subida de la luz...
Efectivamente. Lo que hay que hacer son reformas estructurales. Las soluciones que se dan son dispares. Hay quien defiende que es muy alta porque hay muchos impuestos, pero yo aseguro que aunque se eliminen, como no le metamos mano a los beneficios de las eléctricas, esa horquilla se la van a comer esas empresas. Lo primero que hay que hacer es auditar el precio de la energía, es una de las cosas más oscuras que tenemos en el mercado.
¿Cómo cree que debería ser el reparto de los fondos 'Next Generation' para que verdaderamente haya un cambio de modelo tras la crisis sanitaria? ¿Cómo ve la gestión de la crisis por parte de la Junta y del Gobierno?
Todos estamos esperándolos como agua de mayo, pero no es tanto dinero ni va a llegar tan pronto. Además, no los vamos a ver ni en las pymes, ni en los autónomos, ni en las familias, ni en los servicios públicos, como la sanidad y la educación, y sí en las empresas del Ibex. Por otra parte, van a suponer unas reformas estructurales relacionadas con impuestos indirectos, como el tema de los peajes, los recortes de las pensiones y la ampliación aún más de las reformas laborales.
Sobre la gestión de la crisis, nosotros partimos de la comprensión. Nadie podía esperar la situación que se nos ha dado y si hubiéramos estado gobernando hubiéramos tenido también serias dificultades. Otra cosa es el aprendizaje de esta pandemia y que no todo el mundo está haciendo. Es necesario reforzar el sistema sanitario, la ciencia, la investigación y el ecologismo. Si ha ocurrido todo esto ha sido porque nos hemos cargado ecosistemas que tenían que servir de colchón entre determinadas especies y nosotros.
Cádiz acaba de quitarle su placa a Pemán apelando a la "memoria democrática". Está también el lío del cambio del nombre del estadio Carranza. ¿Hay que poner una lupa a todos los personajes del pasado para distinguir entre buenos y malos?
A todos los personajes del pasado no, pero hay que defender a las víctimas del franquismo que continúan vivas. Es muy duro que hayan tenido que vivir 40 años de represión y otros 40 de olvido.
Es como decir que vamos a olvidarnos de las víctimas del terrorismo de ETA porque es pasado y ya pasó. Yo creo que no, hay que atenderlas y darles justicia, pero un poquito antes están las víctimas del franquismo y creo que una sociedad más sana es la que las respeta, a las de hoy, a las vivas.
La cosa es ¿qué fue primero la pareja o el partido? Muchas veces surge en su seno. Ése fue mi caso
Entonces ¿qué opina que Sánchez esté acercando los presos al País Vasco?
Estoy ajena a ese debate, pero tú imagínate que aquí estamos hablando de reajustar presos en cárceles del norte, pero del franquismo hablamos de que no hubo juicio ninguno ni los habrá. Hay un abismo entre una cosa y otra.
John Lennon tuvo algún episodio de maltrato a su mujer Cynthia Powell. ¿Le quitaría los homenajes por ello?
Es un dato a tener en cuenta. Es problemático ponerle el nombre de una persona a nada.
Tenemos varios ejemplos del modelo según el cual los dos miembros de una pareja tienen peso político en un partido: Pablo Iglesias e Irene Montero, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio, usted y Kichi. ¿La política es mejor así?
La cosa es ¿qué fue primero la pareja o el partido? Muchas veces en su seno es donde se produce esa pareja, ése es mi caso. Compartíamos primero militancia y después surgió. Uno no se afilia para después hacerle favores a su familia o a su pareja.
¿La coincidencia ideológica hace más fácil o más difícil una relación de pareja?
Cuando estamos en casa no hablamos apenas de política porque tenemos cuatro hijos y no hay mucha posibilidad de hablar de otra cosa. Es como ver la televisión, ahora tenemos que ver Peppa Pig porque es lo que hay [ríe]. También hay parejas con ideas distintas que se llevan bien.
¿Usted tuvo novios de derechas? ¿Y amigos de Vox?
No, porque desde que tenía 14 años me he movido en espacios de izquierda, pero sí tengo vecinos y familiares de derecha y los quiero con locura. Es la que no puedo elegir y la tengo porque sí y es gente maravillosa. Sí hablamos de política en las comidas de Navidad, yo no quiero un mundo en el que todos piensen lo mismo que yo. Sería mucho más pobre y más aburrido.
Escriba el epitafio de Susana Díaz.
No he tenido nunca buena relación política ni personal con ella, pero no hay que hacer leña del árbol caído.
Y ¿el de Pablo Iglesias?
Que le vaya bonito como diría Chavela Vargas, pero en los mismos términos en los que ella se lo cantó a quien se lo cantó.