Muere Javier Guerrero, el condenado por los ERE que mandaba a su chófer a por cocaína

El exdirector general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía entre 1999 y 2008 y uno de los principales imputados en la pieza política de la causa judicial sobre los expedientes de regulación de empleo (ERE), Francisco Javier Guerrero, ha fallecido este domingo a los 64 años de edad.

Según su abogado, Rafael Ramírez-García en declaraciones a Europa Press, Guerrero "empezó a sentirse mal de madrugada". Según el letrado, "parece que ha sido un infarto", a falta de autopsia.

Ramírez-García ha asegurado que Guerrero "estaba bien" y que en los últimos meses presentaba una actitud "animada" porque "parecía que le iban a empezar a salir mejor las cosas".

En noviembre de 2019 fue condenado a siete años 11 meses y un día de prisión e inhabilitación absoluta durante 19 años, 6 meses y un día. Se le consideraba "responsable directo" de la concesión de las ayudas y subvenciones y de repartir el dinero público de dichas ayudas a lo que se conoce ya como fondo de reptiles sin ningún control,

Según el auto, pudo conceder en un solo día subvenciones públicas por valor de 1,3 millones de euros a su chófer, Juan Francisco Trujillo, que declaró que parte de ese dinero era destinado a pagar "cocaína, fiestas y copas" con Guerrero.

Guerrero ingresó dos veces en prisión: la primera entre marzo y octubre de 2012 por orden de la juez Alaya; la segunda entre marzo y junio de 2013. Más recientemente, en noviembre de 2019, la fiscalía Anticorrupción de Sevilla solicitó de nuevo su ingreso en prisión junto con los exconsejeros de Empleo Antonio Fernández y José Antonio Viera y el exdirector general de Trabajo que le sustituyó en 2008, Juan Márquez.

Por otro lado, este viernes el Gabinete Jurídico de la Junta de Andalucía solicitaba el sobreseimiento de cinco piezas separadas del caso de los ERE, una decisión que el vicepresidente autonómico, Juan Marín, valoraba de la siguiente manera: “Si lo hubieran hecho, no nos habríamos encontrado con situaciones como las de Isofotón o los cursos de formación que significaron un lastre importante para la imagen de Andalucía”