Sánchez observa cómo Felipe VI se desenvuelve sobre una moto, en el Salón del Automóvil.

Sánchez observa cómo Felipe VI se desenvuelve sobre una moto, en el Salón del Automóvil. Europa Press

España CASA REAL

Sánchez y la Casa Real pactan la estrategia para que Felipe VI recupere crédito en Cataluña

Zarzuela y Moncloa van a coordinar mejor la presencia del Monarca en Cataluña, un territorio considerado prioritario.

3 octubre, 2021 02:26

Objetivo Cataluña. En estas dos palabras se podría resumir la nueva misión de la Casa Real para el otoño. Una misión pactada con la Moncloa.

La vuelta a la nueva normalidad ha traído también el regreso de los despachos entre el Jefe del Estado y el presidente del Gobierno. Se han fijado los martes por la tarde en el Palacio de la Zarzuela, aunque las agendas de ambos obligan a veces a hacer algún cambio. El caso es que la primera cuestión que se puso sobre la mesa en esa vuelta a empezar fue el interés de la Corona por normalizar la presencia del Rey en Cataluña, un territorio que considera prioritario.

La relación entre Felipe VI y Pedro Sánchez se había enfriado por hechos puntuales. La propia pandemia había llevado a restringir las reuniones, pero tampoco habían ayudado circunstancias como la autobiografía de Sánchez, Manual de Resistencia, en la que plasmaba una relación con los Reyes mucho más cercana de lo que es en realidad, o la forma en que el presidente había modulado la presencia del Monarca en Cataluña, según soplasen los vientos con la Generalitat.

Pero durante el despacho en Mallorca del pasado 3 de agosto, el Rey y Sánchez decidieron retomar los encuentros con regularidad. Y así se ha hecho durante el mes de septiembre que acaba de terminar. Ahora que la cordialidad -nunca rota del todo- ha vuelto, Zarzuela y Moncloa van a coordinar mejor la presencia de Felipe VI en Cataluña.

Un buen ejemplo de esta nueva colaboración y de los pasos que se quieren dar, tuvo lugar el pasado jueves, cuando el Rey, acompañado por Pedro Sánchez, inauguró el Salón del automóvil en Barcelona.

"A nadie le importó que el president Aragonès no acudiera a la cita, y nadie se acordó de que el acto era justo un día antes del aniversario del 1 de octubre [fecha en la que tuvo lugar el referéndum ilegal]. La gente del Salón estaba feliz con la presencia del Rey y de Sánchez, porque eso refuerza la imagen del sector y da imagen de normalidad", apunta una fuente cercana al equipo de Zarzuela. El Rey ha realizado cuatro visitas a Cataluña desde el pasado mes de junio.  

Entrega de despachos

El 19 de junio de 2014, en su discurso de proclamación, Felipe VI mandó un mensaje claro a los españoles: "Quiero ser el Rey de todos". Cuando Jaime Alfonsín, Jefe de la Casa de Su Majestad desde ese mismo día, escribió esa frase para que el Monarca la pronunciara ante el Congreso y el Senado, reunidos en una jornada histórica, tenía la clara intención de trasladar a los nacionalistas catalanes y vascos que el nuevo Rey iba a serlo en todo el territorio nacional.

Pero al decir aquellas palabras, la Casa Real no cayó en los compromisos que el Gobierno puede adquirir con los partidos nacionalistas para poder llegar a acuerdos. Y eso ha obligado en ocasiones a que los deseos de Zarzuela no se vieran respaldados por Moncloa.

El Rey no pudo presidir en Barcelona la entrega de despachos de la Escuela Judicial hace justo un año porque el Gobierno no le dejó. Había presiones de la Generalitat y se temía una fuerte respuesta en la calle en contra de la visita real. Esta semana, desde el Consejo General del Poder Judicial, se ha anunciado la presencia de Felipe VI en la entrega de los despachos a los nuevos jueces.

A pesar de que la Generalitat mantiene viva su guerra contra la Corona, lo cierto es que Gobierno y Zarzuela trabajan para que sea posible la presencia del Rey en este acto, que se ha retrasado a noviembre, alejándolo de las fechas más simbólicas del procés.

"El Rey tiene que estar en Cataluña, sobre todo después de los buenos resultados de las últimas visitas, en las que ha estado siempre acompañado por el Gobierno, en un gesto de apoyo total hacia su presencia allí", señalan fuentes de Moncloa.

Y eso pese a que Pere Aragonès mantiene su veto a Felipe VI. "A nuestros actos ni lo invitamos ni lo invitaremos", sostienen desde la Generalitat, siguiendo la línea que impuso Quim Torra al decretar la ruptura de las relaciones con la Casa Real.

Con la muerte del abuelo del actual Monarca, el título de Conde de Barcelona pasó a estar en manos de Felipe VI. Ahora, el Rey busca ejercer como tal y ayudar a que su hija, Leonor, también pueda ejercer como Princesa de Gerona que es.