En la era digital y de la información, el debate sobre el control gubernamental de los medios y el uso de internet por las generaciones más jóvenes se ha vuelto cada vez más relevante. El tercer Informe Global MARCO "Nuevo Consumidor 2024" arroja luz sobre estas cuestiones, proporcionando datos tanto a nivel global como específico de España.

¿Debería el gobierno controlar las noticias? ¿Debería limitar el uso de internet y redes sociales por parte de los jóvenes, como se hace en China? Estas preguntas nos invitan a reflexionar sobre la libertad de prensa y la libertad digital frente a la protección de la sociedad y, en particular, de sus miembros más jóvenes.

Control de las noticias

A nivel global, el 42,62% de los encuestados está de acuerdo en que el gobierno debería controlar las noticias, mientras que el 57,38% se opone a esta idea. Este resultado refleja una división significativa en la opinión pública mundial, subrayando la complejidad del tema. La libertad de prensa es un pilar fundamental de las democracias, permitiendo la circulación de información libre y la crítica al poder. Sin embargo, algunos argumentan que un control gubernamental podría evitar la difusión de noticias falsas o fake news, y garantizar una información veraz y responsable.

En España, el porcentaje de encuestados que apoya el control gubernamental de las noticias es ligeramente mayor que la media global, con un 45,70% a favor y un 53,87% en contra. Esta ligera variación puede reflejar preocupaciones específicas del contexto español, donde el debate sobre la manipulación mediática y la influencia política en los medios es recurrente. Comparando estos resultados con los globales, se observa una tendencia similar, pero con una mayor inclinación hacia el control en España, lo cual puede indicar una mayor desconfianza en los medios de comunicación por parte de los ciudadanos españoles.

Esta situación a nivel nacional sugiere que, aunque la mayoría todavía defiende la libertad de prensa, existe una preocupación latente sobre la calidad y la veracidad de la información que se recibe. Es vital que cualquier intento de regulación sea transparente y se ejecute con la participación de diversas partes interesadas, para evitar caer en la tentación de la censura y asegurar que la información siga siendo libre y accesible.

Protegiendo a la próxima generación

En cuanto a la limitación del uso de internet y redes sociales por parte de los jóvenes, el 44,90% de los encuestados a nivel global está de acuerdo con medidas similares a las implementadas en China, mientras que el 55,10% se opone. Este tema aborda la dicotomía entre la libertad digital y la necesidad de proteger a los menores de contenidos inapropiados o peligrosos, así como del impacto negativo en su salud mental.

En nuestro país, los resultados muestran que el 42,55% apoya la limitación del uso de internet por parte de los jóvenes, mientras que el 57,02% se opone. Al comparar estos resultados con los globales, se aprecia una mayor resistencia en España a las restricciones gubernamentales, aunque la diferencia no es abrumadora. Esta postura puede reflejar una valoración más alta de la libertad individual y una mayor confianza en la capacidad de las familias y las instituciones educativas para gestionar el acceso a internet de los jóvenes.

Es crucial que cualquier medida destinada a limitar el uso de internet por parte de los jóvenes se base en un enfoque equilibrado que combine la protección con la educación. Este tipo de regulaciones  deben enfocarse en capacitar a los jóvenes para que naveguen por el mundo digital de manera segura y responsable, en lugar de imponer restricciones estrictas que podrían ser contraproducentes.

Conclusiones

El análisis de los datos revela diferencias sutiles pero significativas entre la percepción global y la española sobre el control gubernamental en los medios y el uso de internet por los jóvenes. A nivel global, una mayoría se opone a ambas formas de control, aunque una parte considerable de la población está a favor. En España, aunque los resultados son similares, hay una ligera mayor inclinación hacia el apoyo del control gubernamental de las noticias y una mayor oposición a las restricciones en el uso de internet por los jóvenes.

Estas diferencias pueden estar influidas por varios factores culturales y sociales. En muchos países, la historia de censura y control gubernamental puede haber llevado a una desconfianza hacia la intervención estatal en los medios de comunicación. En España se convive con una memoria histórica que podría influir en la percepción del control gubernamental.

Un control excesivo puede llevar a la censura y limitar el acceso a la información, afectando negativamente la calidad de la democracia. Por otro lado, la falta de regulación puede permitir la proliferación de noticias falsas y contenidos dañinos. La relativa confianza en las instituciones para regular los medios podría ser un reflejo de un deseo de asegurar la calidad y veracidad de la información.

La sociedad española valora fuertemente la libertad de expresión y el acceso a la información. Sin embargo, también existe una preocupación por la desinformación y las noticias falsas, lo que podría explicar el apoyo moderado al control de las noticias por parte del gobierno. En cuanto a las redes sociales, la oposición a las restricciones podría reflejar un enfoque en la autonomía individual y la confianza en la educación. 

En la era digital, el acceso a internet se ha convertido en una parte esencial de la vida cotidiana, especialmente para las generaciones más jóvenes. Las restricciones pueden proteger a los menores de contenidos inapropiados y mejorar su bienestar, pero también pueden limitar su desarrollo personal y su acceso a la información.

La educación digital y alfabetización mediática es crucial y evidente para que los jóvenes aprendan a utilizar internet de forma adecuada y confiable. Capacitar a la población para navegar de manera crítica y segura puede reducir la necesidad de controles estrictos y fomentar un uso más responsable de las tecnologías.

Cualquier medida de control gubernamental debe ser transparente y cuidadosamente equilibrada para proteger tanto la libertad de expresión como la seguridad de los jóvenes, y de la sociedad en general. Es fundamental promover una regulación que respete los derechos individuales y, al mismo tiempo, proteja a la sociedad de los riesgos asociados con el uso indiscriminado de estas tecnologías. Encontrar el equilibrio adecuado entre regulación y libertad es crucial para mantener una sociedad democrática y bien informada. 

*** Tomás Matesanz es Chief Strategy Officer and Global Head of Public Affairs, Crisis & Investor Relations de MARCO.