Campaña 'SiDa, NoDa: no cambies tu vida por el SIDA' de los años 80, una de las primeras sobre las ETS.

Campaña 'SiDa, NoDa: no cambies tu vida por el SIDA' de los años 80, una de las primeras sobre las ETS. iStock

Historias

Una radiografía de las ETS en España: "Los andrólogos son los que mejor te pueden ayudar"

Estas son las claves de los expertos en salud sexual y reproductiva para evitar este tipo de infecciones. 

9 febrero, 2023 02:40

Más de 30 bacterias, virus, parásitos y otros agentes se pueden transmitir durante las relaciones sexuales. Y en muchos casos, los fluidos —a través del contacto vaginal, anal y oral— son el medio principal para transportarlos.

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Pero no solamente te pueden afectar si tienes relaciones sexuales, algunas infecciones de transmisión sexual (ITS), como la gonorrea, pueden transmitirse de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. Sabiendo esto, ¿cuáles son las enfermedades por infecciones de transmisión sexual más frecuentes en España? ¿Cómo se detectan? ¿Cómo podemos evitarlas?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día se contraen más de un millón de ITS. A nivel mundial, son ocho las infecciones venéreas con mayor incidencia: sífilis, gonorrea, clamidia, tricomoniasis, hepatitis B, herpes simple, VIH y virus del papiloma humano (VPH). Esta última, igual de frecuente en hombres y mujeres, es la más prevalente.

De estas ITS, las primeras cuatro cuentan con tratamientos que pueden curar la infección. El resto, una vez contraídas, son incurables. Además, existen otras patologías, como la viruela del mono, Shigella sonnei (shigelosis), Neisseria meningitidis (meningococo), Ébola o Zika, que pueden transmitirse por contacto sexual.

Las ITS pueden estar provocadas por virus (VPH o Virus del Papiloma Humano, herpes, hepatitis B o C y Virus de la Inmunodeficiencia Humana o VIH), bacterias (Gonococo, Chlamydia, Micoplasmas, Treponema Pallidum, Haemophilus Ducrey), protozoos (Tricomonas Vaginalis) y ectoparásitos (ácaro de la sarna o piojo del pubis).

¿Qué diferencia hay entre ITS y ETS?

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) no son lo mismo que las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Con el primer concepto se hace referencia a las infecciones venéreas que pueden estar presentes en nuestro cuerpo y no causar ningún síntoma.

Si se detectan a tiempo, pueden tratarse o curarse con medicación, evitando que provoquen daños a largo plazo en el organismo. Por ejemplo, infecciones bacterianas, como la clamidia, la gonorrea y la sífilis, o parasitarias, como la tricomoniasis, pueden curarse generalmente con pautas de antibióticos de una sola dosis.

En cuanto a su detección, para confirmar la presencia de una ITS en el cuerpo, se emplean los análisis de laboratorio basado en muestras anatómicas, normalmente de sangre u orina. Por otro lado, para diagnosticar una ETS, los médicos también tienen en consideración las dolencias o síntomas que sufren los que acuden a su consulta. 

Las infecciones bacterianas se tratan con antibióticos. Si el tratamiento es eficaz, se puede acabar con la bacteria sin causar perjuicios posteriores. Para las víricas, como se nos ha concienciado, se utilizan las vacunas. Actualmente, hay vacunas para las hepatitis A y la B (no para la hepatitis C) y el virus del papiloma humano (VPH).

Otras, como el herpes genital o el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH), solo se pueden controlar con medicación. Existe un riesgo muy alto de que las personas con una ITS puedan desarrollar otras patologías. Un ejemplo es el del VPH, que, según la OMS, es responsable del 99% de casos de cáncer cervical. Además, el herpes, la gonorrea y la sífilis pueden aumentar el riesgo de infección por el VIH.

También es cosa de hombres

"La mujer, en general, está acostumbrada a acudir a su visita de ginecología anual y tiene interiorizado este aspecto de su salud, mientras que, al hombre le cuesta más y la mayoría no lleva a cabo esta buena costumbre de revisión anual", advierte Mariano Rosselló Gayá, andrólogo y experto en medicina sexual, del Instituto de Medicina Sexual en Madrid y Palma de Mallorca. 

En el caso de las mujeres, según señala Alicia Esparza, ginecóloga en el Hospital Vithas Medimar de Alicante, algunos de los síntomas que pueden presentar son flujo inusual o maloliente, picor a nivel vulvar o vaginal, verrugas, ampollas o úlceras a nivel vulvar. Otras dolencias también pueden ser la fiebre y el dolor abdominal.

Cuando se trata de parejas, cuenta el doctor Roselló, "hay más rapidez a la hora de identificar que hay un problema y decidir buscar ayuda". Si se trata de hombres asiduos a tener relaciones sexuales frecuentes y con distintas personas, es más difícil detectar si tiene una ITS.

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Generalmente, la primera opción cuando un hombre detecta un problema en su aparato sexual y reproductor "es buscar ayuda leyendo cosas en internet para evitar ir al médico", señala Roselló, que recomienda acudir a un especialista en este campo. "Los andrólogos, o en su defecto los urólogos, serán los doctores que mejor puedan ayudarte", añade.

El andrólogo reconoce que cada año hay más demanda de este tipo de especialistas y que ahora, en general, los hombres "se dan cuenta más pronto de que su salud sexual merece la misma atención que un problema de otra parte del cuerpo".

Los síntomas más comunes en hombres que podrían tener una ITS son, según el andrólogo, comezón, ampollas, erupción, irritación o heridas en la zona genital, dolor en testículos, pene o en el recto, ampollas, heridas en la boca. Otros pueden ser las molestias como ardor al orinar, fiebre o ictericia.

Clamidia y gonorrea

De acuerdo con los datos más recientes, de 2019, la ITS más frecuente en España es la clamidia. Ese año, se registraron 17.718 casos de infección por Chlamydia trachomatis. Se observó que había más mujeres que hombres afectados por esta infección.

Por detrás de la clamidia está la gonorrea. En 2019, 12.359 personas tenían una infección gonocócica y los hombres jóvenes (25-34 años) fueron los más afectados. Este dato contrasta con el dato de 1995, cuando se registraron 4.599 casos. La sífilis es la tercera infección más frecuente, con 5.822 casos. Al igual que la segunda, fue en los jóvenes varones donde más presente estuvo presente. 

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Según el informe Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual en España de 2019, que es donde se recogen estos datos, existe un aumento preocupante, desde el año 2000, de los casos de gonorrea y sífilis.

La prevención es la mejor medicina

No, los condones no solo sirven para evitar embarazos no deseados. Aunque queda lejos, todavía resuenan las campañas SiDa, NoDaPóntelo, pónselo, dirigidas a los jóvenes con un claro mensaje: "El preservativo es el medio más eficaz para la prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual".

Si bien la incidencia del VIH ha disminuido en comparación con cuando se publicitó este anuncio, su vigencia está intacta: el condón es el mejor aliado para evitar las ETS y las ITS.

Así lo defienden los especialistas en salud sexual y reproductiva. La doctora Esparza, también sugiere otro método, algo menos conocido que el condón, para evitar las ITS: la barrera bucal. Este instrumento puede utilizarse para mantener relaciones sexuales orales. Y es muy sencillo de fabricar: "Se puede hacer a partir de un condón, cortando el mismo y extendiéndola en la vulva durante la relación sexual oral", explica.

Otras recomendaciones, complementarias al uso de preservativos, son:

  • Realizar lavados genitales antes y después del sexo.
  • Orinar después del coito porque se pueden arrastrar ciertos gérmenes. De
    este modo, se limpian las vías urinarias y evitamos cistitis.
  • No realizar penetración vaginal después de haber realizado una penetración anal. Cambiar siempre de preservativo o realizar una esmerada limpieza del pene antes de seguir.
  • No tener relaciones sexuales sin protección, sin estar seguro de que tú o tu pareja estáis sanos.
  • Cualquier llaga o erupción de la piel en los genitales debe valorarse médicamente.

Pero incluso con el condón puesto hay ITS que pueden entrar a nuestro organismo. El herpes genital o la sífilis pueden causar úlceras extragenitales. Y el virus del papiloma humano (VPH) y el Molusco genital o contagioso (VMC) también pueden contagiarse por el contacto piel con piel

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Por eso, como explica el Dr. Rosselló, las revisiones, incluso cuando no se tienen síntomas, son el mejor método para la prevención: "Acudir al médico si hay síntomas sospechosos debe ser inmediato, pero hay que recordar que una revisión —sin síntomas— es una estupenda medida de prevención". 

Cuando se nos informe de haber tenido contacto sexual con una persona que padece alguna ITS, "debemos ir al médico en cuanto nos enteremos", explica el andrólogo. 

Los dos especialistas en salud sexual y reproductiva, el Dr. Rosselló y la Dra. Esparza, son tajantes: evitar las ITS pasa indudablemente por hacer un uso correcto de los preservativos —tanto masculinos como femeninos—. También son los más fáciles de usar, los más accesibles y baratos, y además no tienen efectos secundarios. 

Parece que poco a poco se está dejando atrás el estigma de las ITS. Como apunta el Dr. Rosselló, "cada vez hay menos tabú alrededor del sexo, aunque queda mucho por hacer".