¿Qué es el 'cleanfulness'?: cuando limpiar y ordenar tu casa es terapéutico
Las tareas domésticas no solo pueden ayudarte a 'resetear' la mente. Te explicamos cómo vivir en una casa ordenada puede ser la mejor terapia contra el estrés.
21 agosto, 2022 01:42¿Eres de esas personas que te relajas limpiando, planchando o cocinando? ¿Alguna vez te han llamado "bicho raro" por 'confesarlo'? Pues que sepas que, sin saberlo, puedes estar practicando el cleanfulness.
Seguramente, te recuerde a la palabra mindfulness, esa disciplina de atención plena que busca la plena consciencia en el aquí y en el ahora, poniendo nuestros cinco sentidos en el presente y en lo que estemos haciendo.
Aplicado al tema que nos ocupa, el cleanfulness, lo que promueve es que pongamos toda nuestra atención en los quehaceres diarios, también llamados tareas cotidianas o domésticas, y además, hacerlo con sumo interés, con curiosidad y con ganas.
Iratxe Ojembarrena, especialista en crear espacios de calidad para vivir, hogares para relajarse, desconectar del estrés y reconectar con el interior de cada persona, comentaba hace poco en una entrevista para MagasIN cómo "nuestra salud mental depende de muchos factores, tanto sociales como biológicos y psicológicos. Y añadía, uno de los aspectos que, dentro de nuestros hogares, puede afectarla o empeorar estados ya existentes, es el no contar con una vivienda ordenada".
[¿Qué son los hogares emocionalmente sanos?]
La biointerista citaba diversos estudios, como el Biasing Competition in Visual Human Cortex, de Sabine Kastner y Diane M.Beck en Neurobiology of Attention (2005), que demuestran que un entorno desordenado, con excesivos estímulos, disminuye nuestra capacidad para concentrarnos y procesar la información, llevándonos a un estado de mayor estrés.
Este hecho, asegura, puede afectar a nuestros niveles de cortisol, lo que resulta en mayores niveles de depresión y ansiedad, según un estudio de la Cornell University de 2016. Por eso, si cuidamos nuestro cuerpo con una alimentación sana y ejercicio, y luego tenemos nuesta casa desordenada, no lograremos el deseado equilibrio.
"Mantener nuestros hogares limpios y ordenados, como interioristas, nos parece especialmente importante, ya que el cleanfulness ayuda a mantener una adecuada calidad del aire interior, al mantener a raya microorganismos y patógenos que pueden afectar a nuestra salud, además del impacto positivo que tiene en nuestra salud mental contar con un espacio ordenado".
Y es que, el lugar donde vivimos refleja nuestro interior. El concepto no es nuevo porque tanto los monjes cristianos como budistas consideran esas tareas cotidianas (que nosotros encontramos tan tediosas) una forma de acercarse a Dios o de lograr la excelencia.
Así lo explica Keisuke Matsumoto, monje del templo Komyoji en Japón y autor de Manual de Limpieza de un Monje Budista (Ediciones Duomo, 2013): "La jornada de un monje comienza con la limpieza. Se barre el interior del templo, el jardín, y se friega el suelo de la sala principal. Pero nosotros no limpiamos porque esté sucio o desordenado sino para librar al espíritu de cualquier sombra que lo nuble".
Matsumoto (1979-) sigue así las teorías de otro monje budista, esta vez vietnamita, llamado Thich Nhat Hanh (1926-2022), probablemente uno de los más influyentes en Occidente desde los años 60 y hasta su reciente muerte.
Profesor en universidades, su filosofía sobre el arte de vivir despiertos explica cómo la repetición de tareas puede lograr fortalecer nuestro espíritu y ejercitar la voluntad y la disciplina, si se hacen con la actitud adecuada y con perseverancia.
Para Thich Nhat Hanh, no hay tarea pequeña, cualquier cosa, desde fregar los platos, barrer, quitar el povo, poner la lavadora o tender la ropa después debe hacerse con una actitud de esmero y excelencia, poniendo en ello toda nuestra atención, nuestros cinco sentidos y nuestro cariño.
También en los monasterios cristianos se practica el “ora et labora” ("reza y trabaja" en latín), los monjes y monjas rezan mientras realizan actividades como cuidar del huerto o elaborar dulces y, por la repetición, se aislan de cualquier ruido a su alrededor y son capaces de llegar a un estado muy parecido al de la meditación.
En su Manual de Limpieza de un Monje Budista, Matsumoto ofrece algunos consejos para aplicar en nuestra vioda cotidiana, por ejemplo, abrir las ventanas cada mañana para ventilar y purificar el aire antes de limpiar. Respira profundamente, contempla la vista si es bonita, y disfruta de ella
Concentrarnos en las "tareas del hogar", poner música y la aromaterapia a través de perfumes para el hogar pueden ayudarnos a alejar de nuestra mente el ruido, las preocupaciones, los pensamientos tóxicos y así, mientras nos dedicamos a la limpieza, podemos frenar nuestro acelerado ritmo habitual.
Si ademas lo hacemos con productos naturales (por ejemplo, jabones naturales, vinagre, bicarbonato o aceites esenciales) que no dañan el medioambiente y no añaden tóxicos al aire que respiramos, todavía mejor.
Gracias a Marie Kondo y a su libro La magia del orden: Herramientas para ordenar tu casa... y tu vida (2010) sabemos que una casa desordenada conduce a una vida desordenada. Con el KonMari Method aprendimos cómo ordenar ropa y otros artículos para tener todo bien organizado y colocado en casa.
[Método Marie Kondo: trucos y consejos para ordenar el armario]
Cuando usamos la expresión "la casa se me cae encima" es porque el desorden nos estresa, por eso, limpiar y ordenar puede ser la mejor terapia contra el estrés. Una cama hecha, con sus sábanas y su colcha bien estiradas, marca la diferencia entre un dormitorio ordenado y otro desordenado.
Y dedicarnos a ordenar, con los cinco sentidos, puede ayudarnos a "resetear" nuestra mente a la vez poner los cinco sentidos. Es esencial que nos apliquemos en lo que hacemos. La atención plena y la repetición de tareas son la clave. Como diría el maestro Thich Nhat Hanh: "Sonríe, respira y ve lentamente".
Una frase que resume perfectamente el estilo de vida de Thich Nhat Hanh. Se trata de ser amable con los demás, dedicar tiempo a las tareas que se tengan que hacer y disfrutar del camino. Así que, a partir de ahora, al dicho mens sana in copore sano (mente sana en cuerpo sano) debemos añadir mens sana in domo sana (mente sana en casa sana) y añadir también en casa sana "y ordenada".