Feria de Ana Iris Simón
Feria, de la criptanense criada en Ontígola Ana Iris Simón, es quizás la mayor de las sorpresas editoriales del año pasado. Incluso Felipe Gonzálezel otro día en su entrevista en “El Hormiguero” con Pablo Motosdecía haberlo leído y al comprobar cómo había recibido críticas a izquierda, después de su paso por Moncloa en un acto que pretendía lanzar la España del 2050, opinaba que había acertado.
El libro de Ana Iris es muy sencillo, aunque casi siempre hacer las cosas sencillas tiene el mayor grado de dificultad y ella lo ha hecho al contar su vida, la de sus padres y la de sus abuelos. Ana Iris, como una más de las chicas de su edad, ha vivido en la España de los noventa y del siglo XXI, ha tenido lo que la generación de sus abuelos y la de sus padres nunca tuvo, es la primera de su familia con un título universitario, es periodista y, sin embargo, el comienzo de su relato es el que tantos chicos de su generación podrían firmar sin ninguna duda: “Me da envidia la vida que tenían mis padres a mi edad. Cuando lo digo en alto siempre hay quien pone cara de extrañeza y me responde cosas como que a mi edad mis padres habían viajado la mitad que yo o que a ellos envidia ninguna, que tienen que hacer muchas cosas “antes de asentarse”. Que ahora somos libres y que nuestros padres no pudieron estudiar dos carreras y un máster en inglés ni se pegaron un año comiendo Doritos y copulando desordenadamente en Bruselas gracias a eso que llaman Erasmus … …El caso es que con mi edad mis padres tenían una cría de siete años y un adosado en Ontígola, provincia de Toledo. La Ana Mari acababa de dejar de fumar y con el dinero que se ahorró en tabaco se compró la Thermomix y eso a mí me da envidia, y cuando lo digo la gente piensa con frecuencia que soy gilipollas y en respuesta lo que pienso yo es “tienes treinta y dos, cobras mil euros al mes, compartes piso y las muchas cosas que tienes que hacer antes de asentarte son ahorrar durante un año para irte a Tailandia diez días aunque en la vida te hayas interesado por qué pasa o que hay en Tailandia…”
Ana Iris es de los Simones, labradores de toda la vida por parte de padre y de los Bisuteros, feriantes de siempre por la de madre y se ha lanzado a contarnos la vida de sus abuelos, de sus padres y de ella misma como si se lo estuviera contando al grupo de amigas de la ESO, sin ninguna pretensión aparente de hacer un tratado de sociología manchega con la nostalgia como bandera. Los Simones y los Bisuteros son así, y ella simplemente acierta al contarlo, aunque a veces parezca la reedición manchega de un Manolito Gafotas que se asombra por lo que cualquiera tiene al alcance de su mirada pero que nunca acertará a contarlo con esa naturalidad.
Eso es lo mejor del libro, una mirada limpia que sabe poner su propio espejo en el camino de unas generaciones que contempla con el cariño de una nieta y una hija sin ninguna otra pretensión. Lo que ha venido después poco tiene que ver con ello.
Ana Iris Simón. Feria. Círculo de Tiza Editorial, 2020. 232 páginas. 21€.