Molinos de viento, antiguos castillos, increíbles monumentos o calles repletas de historia para perderse sin pensar. Todo esto y mucho más se puede encontrar en Castilla-La Mancha, una de las regiones más amplias del país y con preciosos pueblos que hay que visitar sí o sí por su especial encanto. Algunos de ellos, a poco más de una hora de Madrid. 

Se trata de municipios de Guadalajara como Hita, Sigüenza, Pastrana, Cifuentes; otros de Toledo como Consugra, Tembleque u Ocaña; y algunos de Cuenca como Uclés o Saelices. 

[Ocho pueblos de Castilla-La Mancha, entre los más bellos de España para National Geographic]

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    Hita

    Hita (Guadalajara) fue un privilegiado puesto de vigilancia a lo largo de la dominación romana y, durante la reconquista, zona de tránsito entre las dos Españas: la cristiana y la musulmana. Vivió su etapa de esplendor en la Edad Media como punto de convivencia entre cristianos, judíos y musulmanes. Por ello, su Casco Antiguo fue declarado en 1965 Conjunto Histórico Artístico. Del antiguo Castillo de Hita se conservan restos arqueológicos y de la muralla queda en pie medio kilómetro y la puerta de Santa María de estilo gótico. Se encuentra a una hora y cuarto de Madrid. 

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    Sigüenza

    El casco antiguo de Sigüenza es uno de los más hermosos de la provincia de Guadalajara por su envidiable conjunto monumental, que guarda elementos arquitectónicos desde el romántico hasta el neoclásico. Entre sus visitas obligatorias se encuentra la imponente catedral de Santa María, donde destaca la capilla del Doncel o la Sacristía de las Cabezas; el castillo, que hoy día funciona como parador nacional; la plaza Mayor; el barrio ilustrado de San Roque o el entramado medieval de sus Travesañas. Sin duda, visitar Sigüenza -ubicado a una hora y media de Madrid- es visitar la historia en cada uno de los pliegues del tiempo. 

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    Pastrana

    Pastrana (Guadalajara), a menos de una hora y media de Madrid, es considerada la capital de la Alcarria, destino ideal para el viajero que busca rincones auténticos dotados de un pasado con historia. Se trata de un bello pueblo con una gran tradición literaria, ya que sus conventos carmelitas fueron fundados por Santa Teresa y San Juan de la Cruz y Camilo José Cela la inmortalizó retratándola en su Viaje a la Alcarria. La Plaza de la Hora está gobernada por el imponente Palacio Ducal, de estilo renacentista y con abundancia de elementos manieristas. Se conservan unos maravillosos artesonados diseñados por Alonso de Covarrubias, de estilo plateresco, y destacan los zócalos de azulejería toledana de estilo mudéjar.

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    Brihuega

    Brihuega, en la provincia de Guadalajara, cuenta con una joya de la naturaleza: los campos de lavanda que cada verano hacen las delicias de todos aquellos que quieren disfrutar de este cultivo centenario en un espectáculo sensorial que vuelve cada mes de julio. Además, en este municipio -conocido como el Jardín de la Alcarria- se pueden visitar monumentos religiosos como Santa María de la Peña, San Miguel o San Felipe. Y también edificios civiles del siglo XVIII como el Ayuntamiento, la cárcel o la Real Fabrica de Paños. Todo ello, a tan solo una hora y diez de Madrid.

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    Cifuentes

    Cifuentes (Guadalajara) debe su nombre al asperjado de manantiales que originan el afluente del Tajo con el mismo nombre, que fue en su origen Cien Fuentes. De su importante patrimonio monumental destaca la Iglesia de San Salvador, con su espectacular portada románica dedicada al Apóstol Santiago, y el Convento de Santo Domingo. En su arquitectura civil sobresale la Casa de los Gallos, afamada casona del siglo XVI, y los restos de su importante castillo construido por el Infante don Juan Manuel, señor de la villa y sobrino de Alfonso X El Sabio. Cabe señalar igualmente su peculiar Plaza Mayor, del siglo XVI y típicamente castellana.

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    Consuegra

    Este pueblo toledano -a una hora y media de Madrid- conforma el paisaje más conocido de Castilla-La Mancha por sus molinos de viento, que se conservan a la perfección. Allí podemos imaginar la batalla de Don Quijote contra los gigantes, esencia pura del ideal que encarnan a la vez el personaje y su autor, Miguel de Cervantes. Además, en alguno de ellos se puede ver su mecanismo de funcionamiento completo. Entre su patrimonio también resalta la iglesia de San Juan Bautista, la iglesia de Santa María la Mayor, la iglesia del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, el convento de Nuestra Señora de los Dolores y la Casa de la Tercia. 

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    Tembleque

    Tembleque (Toledo) está a una hora y diez de Madrid y es la estampa de villa manchega por antonomasia: el blanco de la cal reluce en sus fachadas y devuelve el sol en su reflejo más níveo. Destaca su plaza, una de las más pintorescas y representativas, emblema del barroco popular del siglo XVII que albergaba espectáculos mayoritariamente taurinos. Está porticada con columnas toscanas y pilares cuadrangulares en los accesos, tiene fachadas encaladas y los antepechos decorados con la cruz de San Juan. También merecen una parada la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la ermita de la Vera de la Cruz, la Casa de las Torres o la Casa de Postas. 

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    Ocaña

    Ocaña (Toledo) se alza en la meseta en su propio territorio, que lo eleva de parajes, monumentos, cultura e historia. Pórtico de la Mancha, su urdimbre urbana atesora legados religiosos y civiles, entre los que destaca su Plaza Mayor, una de las más grandes de toda España creada por orden expresa de Carlos III y declarada Bien de Interés Turístico Nacional. También es imprescindible visitar la Fuente Grande, el Palacio de Don Gutierre de Cárdenas, o la Iglesia de Santa María de la Asunción, una antigua mezquita del siglo XII. Se encuentra a 55 minutos de Madrid. 

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    Uclés

    Uclés es un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca con gran importancia histórica, ya que ha desempeñado papeles destacados en diversos momentos. Este municipio -a una hora y cuarto de Madrid- se encuentra en una de las laderas del final de la Sierra de Altomira, rodeada de un paisaje poblado de pequeños cerros y mesetas. Un recorrido por sus calles basta para ver y disfrutar de su bonito castillo o su monasterio, declarado de Monumento Nacional en 1931. También se puede ver una fuente redonda que es testigo epigráfico del dios Airón y, a su lado, el paraje Haza del Arca, donde existió una necrópolis romana.

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    Saelices

    En Saelices (Cuenca), ubicado a una hora y cuarto de Madrid, se encuentra el importantísimo Parque Arqueológico de Segóbriga, considerado una de las joyas romanas de la Meseta. Aunque inicialmente fue un castro celtibérico, más tarde se convirtió en una ciudad romana de la que todavía se conservan el acueducto, las necrópolis, la muralla o el teatro. A partir del siglo IV d. C., el teatro se transformó y en su lugar se levantaron viviendas. Enterrado y olvidado, pasó desapercibido hasta los años 60, cuando se restauró. Desde 1982 allí se celebra el Festival de Teatro de Primavera, aunque el parque es visitable durante todo el año.