Mi mayor razón para confiar en el Pixel 4 y aún así no quererlo
El Google Pixel 4 es el último buque insignia de la gran G, pero aún así no es razón para querer cambiar mi Pixel 2. Y eso es bueno.
15 octubre, 2019 20:22El Google Pixel 4 ha sido presentado en las últimas horas, y es uno de los móviles más punteros del año. Aún así, existe una poderosa razón para no querer tenerlo, y es que dos años después de su lanzamiento, sigo enamorado de mi Google Pixel 2 XL. Ya hace un año escribí sobre lo excelente móvil que era, y un año más ratifico lo que dije con aún más razones.
El Google Pixel 4 es extraordinario, pero aún así no lo quiero
Durante todo el año en El Androide Libre hemos ido cubriendo los eventos más importantes de la tecnología móvil. Y 2019 ha estado lleno de móviles memorables como los Galaxy S10+ y Note 10+, Huawei P30 Pro, OnePlus 7 Pro, o cualquiera de las numerosas versiones de los Xiaomi Mi 9. Sin olvidarnos del Huawei Mate 30 Pro que, aún con la polémica del veto a Google sigue siendo excelente.
Pero el colofón llega con dos móviles de gran importancia. El primero ha sido el iPhone 11, que aún sin ser Android, los productos de Apple son un espejo en el que muchos fabricantes se fijan. Y el segundo no es otro que Google, con sus Pixel.
La importancia de los Pixel parece menos trascendental, ya que en volumen de ventas no tiene mucha importancia. Pero su relevancia en Android no se puede dejar de lado. El desarrollo de Android depende en gran parte de Google, y los Pixel son la prueba física de lo que Google piensa que es el móvil Android perfecto. No a nivel de hardware sino de experiencia de uso.
La principal razón para no quererlo
Pero aún así con todo, el Pixel 4 es un móvil que pasará por mi vida tal y como ha pasado el Pixel 3. Es un móvil que no está preparado para ocupar mi bolsillo porque aún existe un móvil al que le tengo un especial aprecio. Mi Google Pixel 2 XL.
Cuando el Pixel 2 XL cumplió un año me tomé el lujo de escribir un artículo sobre lo mucho que me gustaba ese móvil, y no en vano es mi móvil principal. Y seguirá siéndolo. ¿Por qué?
Pues por la misma razón por la que cualquier usuario decide seguir utilizando su móvil actual, y es porque la experiencia que me sigue ofreciendo este móvil es excelente. Pero entremos en detalle.
Huyendo del hype de las grandes cifras: tengo más de lo que puedo pedir
A día de hoy, el Pixel 2 XL es un móvil que a nivel de hardware se puede sentir ya como si fuese viejo. Su Snapdragon 835 con 4 GB de RAM parece estar lejos de los móviles actuales (y más lejos se quedará frente a los próximos móviles). Pero no me importa, porque el hype y el marketing de altos números no me afecta lo más mínimo.
Hay varios móviles que he podido probar este último año, siendo el Huawei Mate 20 Pro, el OnePlus 7 y el Galaxy Note 10+ los más destacables. Son móviles que a nivel técnico arrasan con el Pixel 2 XL, pero no me han hecho sentir que el móvil se sienta viejo. Ni mucho menos.
Ni el Snapdragon 835 ni los 4 GB de RAM son un impedimento para tener una experiencia sobresaliente.
Cuando pruebo un móvil paso un periodo de tiempo con él, para terminar volviendo a mi Pixel, y no noto que tanta evolución en el hardware justifique el cambio de móvil. En todo este tiempo, las actualizaciones del sistema no han ralentizado la experiencia de uso, ya que el Pixel funciona genial con Android 10.
Una cámara que a día de hoy sigue siendo extraordinaria
Pero la evolución de los procesadores no es sólo para que las aplicaciones y juegos vayan más rápido, sino que también son de utilidad para la fotografía. A día de hoy el sensor sigue importando, pero es el software lo que consigue que las fotos se vean espectaculares.
La razón por la que Google se ha convertido en rey de la fotografía móvil está ahí, en el software. Los algoritmos de procesamiento de imágenes eran tan exigentes que para el Pixel 2 XL tuvieron que desarrollar un procesador específico llamado Pixel Visual Core. Y funciona genial.
La cámara del Pixel 2 XL es una cámara que nunca me ha defraudado.
Durante estos meses, cámaras como las del Mate 20 Pro o el Note 10+ me han encantado, pero las del Pixel siguen teniendo una consistencia que me encanta. Se nota que ya han pasado dos años desde el lanzamiento de este móvil, pero me sigue pareciendo excepcionalmente buena. Es una cámara que ya conozco bien y en la que confío plenamente, algo que con Huawei y Samsung me ocurre menos, a pesar de ofrecer mejores cámaras.
Quizás el poder disponer de mejor zoom y fotografía de ultra gran angular si serían un argumento por el que tomaría la decisión de cambiar de móviles, pero son cientos de euros para la única característica que valoro.
Actualizaciones hasta el final
Lo que más me gusta del Pixel al final son sus actualizaciones, algo que muchos fabricantes han ido mejorando con el paso del tiempo, pero que siguen sin ofrecer el estándar de calidad que ha sentado Google.
Sé que este tema es muy personal, porque no todo el mundo da el mismo valor al software. Pero en mi caso si que es un valor de máxima importancia. ¿Pero por qué es tan bueno Google en cuanto a actualizaciones? Aquí van algunos datos:
- En el momento que te haces con un Pixel, sabes el soporte mínimo que vas a recibir: Hay una página de ayuda de Google que indica hasta cuando van a recibir actualizaciones de Android y de seguridad. Este mínimo lo cumplen siempre, y en ocasiones lo amplían. Con el resto de fabricantes te puedes hacer una idea, pero compras con incertidumbre.
- Las actualizaciones de seguridad son constantes: Desde que Google instauró las actualizaciones de seguridad mensuales no recuerdo un solo mes en las que no las haya recibido (primero con los Nexus y ahora con los Pixel).
- Los modelos más antiguos siguen teniendo prioridad: está es la asignatura pendiente del resto de fabricantes Android. El resto de marcas ya están empezando a actualizar sus últimos modelos con muy poco retraso, pero los móviles de años anteriores se quedan en un segundo plano, pasando incluso más de medio año. Un móvil con la antigüedad del Pixel 2 XL recibiría Android 10 para el segundo trimestre de 2020 (si es que recibiese la actualización) mientras que con Google ya la recibió el pasado 3 de septiembre, a la vez que los modelos más nuevos. Y lo mismo su predecesor.
La razón para no querer un móvil nuevo es la misma para que el próximo siga siendo un Pixel
La razón por la que no quiero un Pixel 4 en mi vida se debe a lo extremadamente contento que estoy con el Pixel 2. La experiencia que me aporta hace que me haya olvidado de las absurdas competiciones por ver quien tiene el mejor procesador, quien pone más GB de RAM o cuantas cámaras tienen.
El Pixel 2 XL apostaba por una experiencia de uso, y aunque ni en su día era un móvil perfecto, ha conseguido que durante todo este tiempo siga siendo mi móvil de preferencia en el día a día. Y seguramente siga siéndolo hasta que salga la primera versión de Android que no esté soportada de forma oficial.
Y aún así seguirá teniendo una larga vida gracias a las ROMs.