Image: 31 jesuitas se confiesan

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Ensayo

31 jesuitas se confiesan

Valentí Gómez-Oliver y Josep M. Benítez

14 abril, 2005 02:00

Valenti Gomez-Oliver, con Miquel Batllori

Península/Atalaya. Barcelona, 2005. 590 páginas, 26 euros

Este libro constituye una lectura idónea estos días en los que algunas de las grandes instituciones sacramentales católicas son evocadas. En este ensayo se trata concretamente la confesión.

Pero lo interesante del texto es que los que habitualmente ejercen el papel de confesores son quienes a lo largo de sus páginas se confiesan. Todos ellos forman parte de una de esas sociedades -visibles e invisibles- que dan forma a nuestro mundo globalizado. En este caso se trata de la egregia Compañía de Jesús. Su universalismo está atestiguado en el hecho de la diversidad étnica, geo-gráfica y vocacional de los entrevistados: eslovenos, irlandeses, franceses, españoles, alemanes, congole- ños, japoneses. En el perfil de los treinta y un personajes que componen el libro desfilan orientaciones e intereses de acusada disparidad: intelectuales, hombres de acción, misioneros, artesanos, terapeutas, físicos. Siempre, desde luego, desde ese toque de humanismo de raíz renacentista que todos tienen a gala reconocer como santo y seña de la orden religiosa a la que pertenecen.

Los que fuimos educados en la Compañía -en mi caso todavía durante los sombríos tiempos del Nacional-catolicismo- tenemos cierta sensación de que en este libro se atraviesa una puerta que a todos los alumnos jesuíticos nos inspiraba sentimientos de aversión, de temor religioso y de infinita curiosidad. Esa puerta cerraba los recintos en donde los jesuitas convivían. Podía leerse al frente del inquietante portalón la palabra "Clausura". Este libro parece entreabrir esa puerta, y a través de un cuestionario común, y de la dedicación de quienes son responsables de la edición, el jesuita Josep M. Benítez y el magnífico homme de lettres romano-barcelonés Valentí Gómez-Oliver, se van filtrando a contraluz los perfiles biográficos, vocacionales, religiosos y profanos de los entrevistados. Entre ellos aparecen algunos de los principales nombres de jesuitas de estos tiempos: desde el Arzobispo de Milán Carlo Maria Martín, que entre otras cosas se le conoce por sus conversaciones con Umberto Eco (y porque durante mucho tiempo aparecía como serio candidato al pontificado en las quinielas vaticanas), hasta el amigo de Ellacuría, de Monseñor Romero y demás mártires salvadoreños, Jon Sobrino. O bien desde el gran erudito y filósofo Xavier Tilliette -responsable de la mejor monografía que se ha escrito nunca sobre la filosofía de Schelling- hasta personajes claves en la transición española, próximos al cardenal Tarancón, como José María Martín Patino. Quizás la figura de Miquel Batllori destaca por su carácter decano; la entrevista se le hace cuando ya ha cumplido noventa y tres años. Y es, de todos ellos, el que mayor vinculación posee, desde su estancia romana, con Valentí Gómez.

El conjunto del libro constituye un documento muy interesante, entre otras cosas por la capacidad que demuestra respecto a las profundas discrepancias que pueden advertirse entre muchos de ellos, y que afectan a temas ideológicos, políticos, o relacionados con su concepción de la iglesia católica y de la propia compañía. Se advierte a través del libro el carácter convulsivo y algo traumático del proceso que desencadenó, en la Compañía de Jesús, ciertas derivaciones del Vaticano II, y de los cambios de sensibilidad de los años sesenta y setenta, que cuestionaron no sólo ciertas rigideces doctrinales dogmáticas sino, también, hábitos conventuales de vida en común.

Junto a jesuitas que ven un futuro nublado si no se llevan a cabo hasta sus consecuencias últimas los principios del Vaticano II contrastan los que perciben que los cambios que entonces se desencadenaron fueron letales. Desde el impresionante testimonio del "pueblo crucificado" que proporciona Jon Sobrino, adalid de la teología de la liberación, hasta el sorprendente conservadurismo endurecido de Xavier Tilliete, todavía no repuesto de la contestación universitaria de los años sesenta, y de las nuevas generaciones jesuíticas dispuestas a cuestionar todos los principios de la Orden. Se van recorriendo, de este modo, las más variadas posiciones, estimaciones, actitudes y sensibilidades. Un libro necesario para quienes sienten curiosidad por esa peculiar sociedad, hoy globalizada, que constituye la Compañía de Jesús.