Tras la resaca de la Navidad, con su efervescencia de recomendaciones literarias, y antes de que el sector editorial ponga buena parte de la carne anual en el asador con las citas clave fe abril y mayo (San Jordi y Feria del Libro), ya conocemos las novedades que ocuparán las librerías en este primer trimestre del año, que aunque algo apático cuenta con un nutrido volumen de buenos libros y con varias gratas y apetitosas sorpresas. Comenzamos un recorrido para ir abriendo boca lectora en 2019.
La narrativa española arranca el año con nuevo libro de varios escritores sólidamente anclados en el panorama literario, como es el caso de Esther García Llovet, que publica Sánchez (Anagrama). La escapada (Tusquets), de Gonzalo Hidalgo Bayal, Petit París (Anagrama), de Justo Navarro, el thriller Lucía en la noche (Espasa), de Juan Manuel de Prada, Música de ópera (Anagrama), de Soledad Puértolas o Las abismales (Siruela), novela que saca a Jesús Ferrero del género negro que ha cultivado en los último años, completan un buen panorma de novela nacional. También en este arranque de año llegan a las librerías El aliado (Seix Barral), de Iván Repila, Los que duermen (Sexto Piso), de Juan Gómez Bárcena y el esperado regreso de Elvira Navarro a la ficción pura, que se materializa con el volumen de relatos La isla de los conejos (Random House).
Por partida doble estará presente Ray Loriga. Por un lado, publica en Alfaguara su novela Sábado, domingo, original novela en dos tiempos; y por otro, es protagonista mortal del thriller de Daniel Jiménez Las dos muertes de Ray Loriga (Galaxia Gutenberg). Sin embargo, lo más potente de las letras nacionales espera hasta marzo, cuando llega Lluvia fina (Tusquets), la nueva novela de Luis Landero, que aborda una espinosa reunión familiar. También en marzo publica Edurne Portela su esperada segunda novela, Formas de estar lejos (Galaxia Gutenberg), que genera altas expectativas tras su gran debut en 2017 con Mejor la ausencia. Y aquí va una de las sorpresas. Tras una espera de casi una década, película mediante, regresa Domingo Villar, el autor de la exitosa La playa de los ahogados, con El último barco (Siruela), un nuevo caso para el inspector Leo Caldas.
Desembarco francés
Saliendo de nuestras fronteras, pero manteniendo el idioma, destaca en literatura latinoamericana el volumen de memorias de Ida Vitale Shakespeare Palace (Lumen), un recorrido biográfico y sentimental por media vida de la última ganadora del Premio Cervantes, así como las nuevas novelas de Wendy Guerra El mercenario que coleccionaba obras de arte (Alfaguara), el siempre polémico Jaime Bayly, que regresa con Pecho frío (Alfaguara) y Maniobras de evasión (Asteroide), el nuevo trabajo de Pedro Mairal que dejó un gran sabor de boca con su anterior novela, La uruguaya. Mención aparte merece el genial maestro César Aira, del que Random House recupera, bajo un título homónimo, diez pequeñas novelas, publicación que complementa con el ensayo Ideario Aira, un diccionario sobre su obra escrito por Ariel Magnus.
Expandiendo algo más las fronteras, ya en enero nos aguarda el segundo y último volumen de La muerte del comendador (Tusquets), del siempre recomendable Haruki Murakami, al que se une ya en febrero la nueva novela del ineludible Julian Barnes, La única historia, (Anagrama). Pero este 2019 parece el año en que varios de los más grandes escritores franceses se han puesto de acuerdo para recalar en España. Abre brecha en febrero Hacia la belleza, de David Foenkinos, inmediatamanete seguido por el último Premio Goncourt y fenómeno editorial Éric Vuillard, que publica 14 de julio, donde con esa maestría que le caracteriza para enhebrar literatura e historia narra los episodios desconocidos del estallido de la Revolución francesa. Ya en marzo será el turno de todo un Nobel como Jean-Marie Le Clézio con Bitna bajo el cielo de Seúl (Lumen) y de Pierre Lemaitre, que con Los colores del incendio (Salamandra) continúa su trilogía de entreguerras iniciada con la exitosa Nos vemos allá arriba.
Si ya es complejo poner diques en el ensayo nacional, mucho más lo es fuera de nuestras fronteras, donde hay un gran número de títulos de interés. El primero son los 10 ensayos póstumos del neurólogo y escritor Oliver Sacks, que Anagrama publica bajo el título de El río de la conciencia. Sin salir del ámbito del cerebro encontramos el Diccionario amoroso del psicoanálisis (Debate), de Élisabeth Roudinesco, autora de una famosa biografía de Freud. Y siguiendo con libros póstumos como el de Sacks está la última reflexión del padre de la sociedad líquida, Zygmunt Bauman, cuyo legado literario se titula Maldad líquida (Paidós). Otro peso pesado del ensayo, la británica Mary Beard llegará en febrero a nuestras librerías con La civilización en la mirada (Crítica), un estudio de las civilizaciones a través de la doble visión de nuestra representación del cuerpo y de lo divino.
Otros estudios de las civilizaciones atendiendo a parámetros diversos, políticos, bélicos o territoriales son Del fascismo al populismo en la historia (Taurus), de Federico Finchelstein; La guerra futura (Crítica), de Lawrence Freedman y Muros. Una historia de la civilización a través de sus fronteras (Turner), de David Frye. Y en el apartado estrictamente histórico destaca Hambruna roja, donde Anne Applebaum, ganadora del Premio Pulitzer por Gulag y finalista del National Book Award por El Telón de Acero, cuenta la reveladora historia de uno de los peores crímenes de la era soviética.
Reflexiones literarias
En relación al periodismo actual y a la verdad no pueden perderse dos libros, el ensayo de la reputada crítica del New York Times y ganadora del Premio Pulitzer Michiko Kakutani, La muerte de la verdad (Galaxia Gutenberg), donde reflexiona sobre cómo la subjetividad ha llegado a opacar a la realidad; y el pionero No hemos entendido nada (Debate), del periodista peruano Diego Salazar, que al hilo de la reflexión de Kakutani, especula sobre cómo pueden los medios luchar contra la mentira y sobrevivir en plena era de la revolución digital.
En un plano ya más literario merecen una mención tres ensayos de grandes escritores muy distintos entre sí: Leonardo Padura, Hertha Müller y Jonathan Franzen. El cubano recopila en Agua por todas partes. Vivir y escribir en Cuba (Tusquets) una serie de textos personales que suponen una ventana a todo aquello que conforma y rodea su escritura. Algo similar ocurre en el caso de la Premio Nobel, que en Siempre la misma nieve y siempre el mismo tío (Siruela) repasa su trayectoria vital desde una perdida aldea rumana hasta el mundo del reconocimiento literario y los galardones. Por último, el norteamericano frima también en El fin del fin de la Tierra (Salamandra) una especie de registro autobiográfico en el que narra algunas de sus reflexiones más urgentes, así como sus preocupaciones, filias, fobias y expectativas de futuro.
Terminamos esta ruta literaria con la poesía, donde debemos destacar el poemario póstumo del cordobés Pablo García Baena, Claroscuro, que edita Pre-Textos, al igual que lo nuevo de Andrés Trapiello, Diligencias, y de Javier Vela, Libro de las máscaras. También Andrés Sánchez Robayna publica nuevos versos con Sexto Piso en El libro tras la duna. Para terminar, dos recuperaciones poéticas de primer orden. La poesía completa del maestro del cuento norteamericano Raymond Carver, que recoge Anagrama bajo el título Todos nosotros, y la Poesía completa del polaco Zbigniew Herbert, a cargo de Lumen.