'El caso Goldman', Cedric Kahn retrata a una nación en el ojo del huracán
La película sigue el segundo juicio penal al que, en 1976, fue sometido el intelectual de izquierdas y delincuente ocasional Pierre Goldman.
15 marzo, 2024 01:52Desde perspectivas y sensibilidades diversas, el cine de autor francés ha encontrado, en los últimos años, un espacio de trabajo privilegiado entre las paredes de los tribunales de justicia.
Primero fue la joven Alice Diop quien, en la magnífica Saint Omer. El pueblo contra Laurence Coly (2022), se aproximó con un rigor extremo a los mecanismos de un proceso legal para explorar la avalancha de prejuicios que se cernían sobre una inmigrante africana acusada de infanticidio.
Un año después, Justine Triet, en la alabada Anatomía de una caída (2023), se apropió de los códigos del drama judicial para retratar una crisis matrimonial marcada por los ecos del chovinismo y el heteropatriarcado.
Y ahora, en la muy estimulante El caso Goldman, el actor y director Cédric Kahn, más cerca de la austeridad de Diop que de la exuberancia de Triet, convierte la sala de un tribunal en una caja de resonancia de las tensiones sociales que sacudieron la Francia de la primera mitad de la década de 1970.
Para confeccionar la vibrante cápsula del tiempo que es El caso Goldman, Kahn pone el foco sobre el segundo juicio penal al que, en 1976, fue sometido el intelectual de izquierdas y delincuente ocasional Pierre Goldman, que dos años antes había sido condenado a cadena perpetua por el asesinato de dos farmacéuticos.
A través de la crónica del proceso, Kahn ofrece un agudo retrato del escritor y revolucionario, tanto de su agitada biografía –que incluye una infancia marcada por la participación de sus padres en la Resistencia y una juventud de compromiso comunista– como de su atormentado presente, oscurecido por el fin de las utopías y por la perpetuación del antisemitismo.
Abandonando el tribunal en contadas ocasiones, la película recorre el juicio recopilando la preocupación de los allegados al acusado, la ecuanimidad del juez, la inquina de un fiscal voraz y, sobre todo, los aguerridos alegatos de Goldman (un inspirado Arieh Worthalter), quien se proclama víctima de un complot policial en contra de los consejos de su comedido abogado (encarnado por Arthur Harari, coguionista de Anatomía de una caída).
Por su capacidad para retratar de forma sintética la algarabía ideológica de una era, El caso Goldman puede verse como una óptima versión de bolsillo de la sensacional miniserie Carlos (2010), en la que Olivier Assayas perfiló, de la mano de Carlos, el Chacal, la agitación geopolítica de un periodo en el que la opinión pública y los medios de comunicación se rindieron al embrujo de unos revolucionarios de dudosa moral.
Observando esa fascinación colectiva desde una distancia justa –a través de una puesta en escena que combina las perspectivas privilegiadas, frontales, con artificios propios de la estética televisiva–, Kahn convierte su película en el lúcido retrato de una nación traumatizada por la memoria del Holocausto, zarandeada por la resaca del mayo del 68 y proyectada hacia un futuro incierto que es nuestro presente.
El caso Goldman
Dirección: Cédric Kahn.
Guion: Nathalie Hertzberg y Cédric Kahn.
Intérpretes: Arieh Worthalter, Arthur Harari, Jeremy Lewin, Christian Mazucchini, Stéphan Guérin-Tillié.
Año: 2023.
Estreno: 15 de marzo