Ion de Sosa, un cineasta al desnudo
True Love, el primer largometraje de Ion de Sosa, es una de las gratas sorpresas que depara el Festival Punto de Vista, en cuyo marco se estrena este miércoles mundialmente. Atento a lo más fresco y revulsivo del panorama "underground" español, el certamen ha programada en su sección competitiva esta obra inclasificable y singular, el "relato" en primera persona -a partir de fragmentos en 16 mm, confesiones en vídeo y un articulado montaje realizado con la colaboración del cineasta experimental Velasco Broca- de la convivencia y posterior ruptura sentimental del director con su novia Marta. Un cineasta al desnudo -y así se filma, literalmente, desnudo frente a la cámara- que expone ante su cámara jirones de su rutina en Berlín antes y después de la ruptura: la fogosidad y la felicidad de la relación y sus huellas, sus ecos y ausencias, en la casa vacía, tras el abandono. Al igual que en su cortometraje Berlin 19°, De Sosa se inscribe con esta película en las prácticas del cine entendido como radical territorio de exorcismo, tomando su pequeño universo como gran catalizador creativo sobre el que reflexionar sobre sí mismo y sobre la energía evocadora de las imágenes.