Ciencia

Elizabeth Kolbert

"El hombre podría provocar los efectos de un asteroide"

13 febrero, 2015 01:00

Elizabeth Kolbert. Foto: Barry Goldstein.

La sexta extinción (Crítica) es el título con el que la especialista en medio ambiente Elizabeth Kolbert pone negro sobre blanco la situación que vive nuestro planeta. Del deshielo a los combustibles fósiles pasando por el cambio climático y la deforestación.

"Desvelamos la historia de las Cinco Grandes extinciones al mismo tiempo que comprendemos que estamos causando una nueva. Una prodigiosa coincidencia que conocemos como la Sexta Extinción." Elizabeth Kolberth (Nueva York, 1961) presenta así su libro sobre la acción depredadora de una de las especies invasoras más fulminantes de la historia de la Tierra: el ser humano.

Kolbert, especialista en medio ambiente para publicaciones como New Yorker o Yale environment 360, ha viajado a algunas de las zonas "calientes" del planeta para seguir el rastro de puntuales extinciones como el mastodonte americano, el alca gigante o un amonites que desapareció a finales del Cretácico junto a los dinosaurios. También busca las huellas del deterioro actual de nuestra biodiversidad en la cada vez más fragmentada selva amazónica, en las cálidas pendientes de los Andes o en los márgenes del arrecife de la Gran Barrera australiana. "Es tal la magnitud de los cambios que se están produciendo que habría podido ir prácticamente a cualquier lugar y encontrar sus señales", explica a El Cultural con cierto tono de militancia. Toneladas de carbono en la atmósfera, ríos regulados o trasvasados, el nitrógeno de las plantas fertilizantes, el impacto de las pesquerías y el uso de más de la mitad del agua dulce accesible en el mundo son solo algunos de los rastros seguidos por Kolbert para apoyar un relato contado sobre el terreno, tan palpitante como estremecedor.

La inspiración para escribir este trabajo surgió de un reportaje sobre ‘la crisis de los anfibios'. Durante su fase de documentación encontró un artículo titulado ¿Nos hallamos en medio de la sexta extinción en masa? Kolbert observó entonces que ‘sexta extinción' era un término habitual en la literatura científica. "Me pareció que si realmente nos encontrábamos en medio de una extinción en masa, la gente debería saberlo..." Y se puso manos a la obra. El desafío a partir de ese momento era conocer si en el nuevo proceso alcanzaremos el nivel de los anteriores, en el que desaparecieron una media de tres cuartas partes de las especies existentes: "No lo creo -ataja con cierto alivio-. Pero me parece muy probable que causemos, probablemente ya estemos causando, un suceso de extinción bastante avanzado".

Moas, mamuts, mastodontes


- ¿Qué impacto del ser humano sobre el planeta destacaría como el más importante?
-Examinando las extinciones que hemos provocado hasta la fecha, los principales responsables han sido la sobrecaza y las especies introducidas. Hoy sabemos que un número relativamente bajo de humanos puede cazar hasta la extinción a grandes animales, que es lo que probablemente acabó con los mamuts o los mastodontes. Con seguridad es lo que ocurrió con la moa, en Nueva Zelanda, y el uro en Europa, y es lo que en nuestros días está pasando con el rinoceronte de Sumatra, en Indonesia. Por otro lado, si se lleva a un montón de especies por todo el mundo, como sólo los humanos sabemos hacer, las consecuencias son sorprendentemente letales, sobre todo en las islas. Es el caso de Hawai, donde muchas especies han desaparecido por culpa de depredadores introducidos como la mangosta.

Para la autora de La sexta extinción otros impactos rivalizan entre sí a corto y medio plazo. Uno de ellos es la acidificación de los océanos. Cada año, el ser humano añade a la atmósfera miles de millones de toneladas de CO2, que en buena parte es absorbido por los océanos. Muchos organismos marinos no pueden afrontar este tipo de cambio en la química de su hábitat. "Mientras sigamos añadiendo carbono a la atmósfera -advierte-, es probable que un número cada vez mayor de organismos se vean abocados a la extinción. Hay que tener en cuenta que, en el pasado geológico, la acidificación de los océanos ha estado asociada a algunas de las peores crisis de la historia de la vida".

Pese a la abrumadora información que destilan las páginas de La sexta extinción, su autora busca respuestas a los fenómenos complejos como el cambio climático a base de preguntas fundamentales. "Hace decenas de millones de años la Tierra posiblemente fuese algo más cálida que en la actualidad. Así que la pregunta es: ¿han retenido las especies la capacidad de vivir en un clima más cálido, o la han perdido a lo largo de los últimos pocos millones de años, relativamente fríos? Otra pregunta sería: ¿qué ocurrirá cuando las especies comiencen a desplazarse siguiendo el cambio climático? Les hemos puesto muchos obstáculos por el camino: autopistas, ciudades, centros comerciales..."

De entre la larga lista de acontecimientos que nos indican que el cambio climático es una realidad, Kolbert destaca dos "que convencerían a cualquiera de la gravedad del momento". De un lado, la situación de los casquetes polares. Durante las últimas décadas, lo que conocemos como casquete polar ártico perenne ha quedado reducido casi a la mitad. "Si se mantiene la tendencia, no tardaremos en ver mar abierto en el Polo Norte durante el verano", explica. De otro, la sobreexplotación de los combustibles fósiles: "Para evitar que el cambio climático ocasione un auténtico desastre, tenemos que dejar bajo el suelo la mayoría de las reservas. Por el contrario, las estamos quemando a toda pastilla".

A pesar de las cautelas de la divulgadora estadounidense por no dramatizar la situación, reconoce que de seguir así las cosas durante varios siglos más podríamos provocar en el planeta los efectos devastadores de un asteroide: "Los científicos han realizado proyecciones que sugieren que si nos mantenemos en la trayectoria actual podríamos estar contemplando un impacto parecido".

-¿Se atrevería a hablar de un apocalipsis?
-No creo que lleguemos a algo así pero ya estamos viendo una degradación progresiva. Las tasas de extinción están por las nubes y, lo que quizá sea igual de importante, las poblaciones salvajes están por los suelos. ¿Llegaremos a alcanzar alguna suerte de "punto de inflexión" y a ver un desmoronamiento catastrófico de los ecosistemas? Lamentablemente, como cualquier biólogo de la conservación nos diría, eso es algo que no podemos descartar.

La Sexta Extinción por tanto no es que esté a las puertas, es que en muchos aspectos se está produciendo. Para Kolbert, el ser humano quizá no sea la especie invasora más agresiva pero sí es la que con mayo eficacia está 'trabajando'. "Hemos colonizado todos los continentes, incluida la Antártida. Ninguna otra especie ha conseguido algo similar".