Brian Cox y Francisco Anguita
Duelo al Sol de los dos científicos con motivo del estreno de 'Sunshine'
26 abril, 2007 02:00Brian Cox y Francisco Anguita. Foto: Sergio Enríquez
¿Existe peligro de que el Sol llegue a apagarse? ¿De qué forma está influyendo el ser humano en su modificación? ¿Es posible que cambie su funcionamiento a corto plazo? ¿Y su composición? Brian Cox, doctor en Física y Astronomía e integrante del equipo científico del CERN en Ginebra, y Francisco Anguita, profesor de Geología Planetaria de la Universidad Complutense de Madrid, se han propuesto hacer un duelo al Sol partiendo de los supuestos teóricos que plantea la recién estrenada película Sunshine. El sol y el cambio climático, su papel en el sistema que preside y su repercusión en la vida del ser humano son algunos de los temas que los dos científicos han tratado para El Cultural.
-Francisco Anguita. Hasta donde sabemos, el Sol no va a morir hasta dentro de al menos cinco mil millones de años.
-Brian Cox. Yo dije eso en Los ángeles ante periodistas y algunos de ellos estaban muy sorprendidos, como diciendo "qué horror". Cuando me llegó el guión de Sunshine me preguntaron si podría hacer una teoría explicando que el Sol va a morir en 50 años. Les dije que no. Pero hablé con algunos amigos y encontré alguna explicación relacionada con los rayos gamma, que son explosiones de gran energía, sobre las que aún no tenemos una explicación de momento. La explicación que encontré dentro de mi campo, la física de partículas, está relacionada con las teorías de supersimetría, que se basan en que todas las partículas (neutrinos, quarks, electrones) tienen una copia. Es una teoría de hace cincuenta años que soluciona muchas cosas. En algunas versiones de la teoría estas partículas pueden formar aglomeraciones gigantes, casi como el núcleo supersimétrico conocido como Q-Ball. Estas Q-Balls se habrían formado justo en el instante del Big Bang, y podrían estar rondando el Universo hoy mismo. Si una de esas hipotéticas Q-Balls se aloja en el corazón de una estrella, podría ser que comenzara a comerse la estrella desde dentro como un cáncer, lanzando la masa de la estrella al espacio. ¿Podría pasarle esto al Sol? Dentro de esta teoría, ciertamente cogida por los pelos pero científicamente posible, se necesita una estrella muy densa para capturar esas Q-Balls, probablemente una estrella de neutrones. Las estrellas de neutrones son muchísimo más masivas que nuestro Sol, y aun así no son más grandes que una ciudad. Una sola cucharada de una estrella de neutrones pesaría tanto como el Monte Everest. ésa es una concentración tan grande de materia que incluso una Q-Ball débil, viajando a la velocidad de la luz, sufriría tantas colisiones al atravesar una estrella de neutrones que podría alcanzar el centro, y comenzar el proceso mortal de mutación. De forma notable, gigantescas explosiones de rayos gamma han sido observadas en el cosmos provocando, y esto es una hipótesis, la muerte de las estrellas de neutrones al tiempo que las Q-Balls envían gran parte de su masa como neutrinos, que no son lo suficientemente pesadas como para mantenerse estables.
-F.A. Bien, pero todo eso podría haber salido en la película.
-B.C. Aún así, uno de los motivos por los que creo que era valioso hacer la película es por la Prensa. Los periodistas me están comenzando a preguntar por la supersimetría, lo cual creo que es importante. The Sun sacó una página entera hablando de la supersimetría, lo cual es fantástico .
- F.A. Mi punto de partida es que no hay una conexión demostrada entre el Sol y el clima, mientras en la película se plantea que el planeta se congela porque el Sol se apaga. Hace entre seiscientos y novecientos millones de años la Tierra se congeló casi por completo, y no tenemos ninguna prueba de que el Sol fuera diferente a como es ahora.
Periodo de glaciación
-B.C. Estoy de acuerdo, incluso algunos científicos plantean que el Sol era un 30% menos brillante de lo que es ahora cuando la Tierra nació, en cambio el clima era más cálido. La teoría más extendida es que la Tierra estaba rodeada por una atmósfera masiva de CO2, que como sabemos es un gas muy efectivo para calentar un planeta.
-F.A. Como geólogo planetario creo que la clave del clima no está en el Sol sino en los planetas. Por ejemplo, el clima de Marte ha cambiado bruscamente en los últimos 4 ó 5 millones de años, y la hipótesis más sólida es que esos cambios se deben a variaciones en la oblicuidad (o sea, en la dirección en la que apunta el eje de rotación del planeta), y por lo tanto no tienen nada que ver con nada que haya pasado en el Sol.
-B.C. Pero yo estoy convencido, hasta cierto punto, claro, de que si reduces la luminosidad del Sol la temperatura baja.
-F.A. Sin embargo, hay datos abrumadores de que la última crisis climática, la llamada Pequeña Edad de Hielo, que tuvo lugar entre los siglos XIII y XVIII, se debió a un cambio en la salinidad del Atlántico Norte -que interrumpió temporalmente la corriente del Golfo-. Y no hay indicios de alteraciones en el Sol hasta los últimos 70 años (el llamado Mínimo de Maunder) de ese periodo frío. De nuevo, contra lo que podríamos intuir, el Sol sólo retoca el clima, cuyas causas importantes están en los propios planetas. Por no hablar de los pequeños cambios en la composición de la atmósfera, que afectan decisivamente al clima.
-B.C. Este fenómeno se produjo el 11 de septiembre en Nueva York, la temperatura aumentó de forma notable. James Lovelock ha sugerido que podríamos actuar sobre la atmósfera para combatir los efectos del cambio climático. Estoy de acuerdo contigo en que sabemos muy poco de este delicado equilibrio, que es muy difícil hacer afirmaciones contundentes.
-F.A. Por otra parte, antes de morir el Sol se convertirá en una estrella gigante roja. ...Y eso no sale en la película.
-B.C. Es cierto. Lo que sí sale en la película es que si lanzas objetos al corazón del Sol impidiendo la fusión no creo que se extendiera porque no se volvería más caliente, al revés, se volvería más frío y por tanto se reduciría.
Del debate sobre las características y contenidos del filme, ambos científicos empiezan a meterse, progresivamente, en la composición y características del Sol, sus peculiaridades internas y externas y de su relación con el ser humano desde prácticamente su aparición en la Tierra.
-B.C. Es una estrella muy normal. En la galaxia hay cientos de millones de estrellas como el Sol. No hay nada espectacular en él. Es una gran bola de hidrógeno que produce su propio calor. No hay diferencia entre el Sol y Júpiter en la composición salvo el tamaño .
...Hace 700.000 años
- F.A. La superficie del Sol está a 5.800 grados, es una estrella más bien fría y pequeña, podríamos llamarla subenana. Una cosa curiosa del Sol es que el calor que nos pondrá morenos este verano salió de su núcleo hace 700.000 años, y tardó todo ese tiempo en llegar desde el núcleo hasta la superficie. Ni Homo sapiens ni tampoco los neandertalenses habían aparecido cuando el Sol fabricó la energía que ahora nos llega.
-B.C. Lo que me gusta de Sunshine en relación con el Sol es que el guionista quería hablar de nuestra fragilidad. El motivo por el cual todo gira en torno al Sol es porque es una buena metáfora sobre eso; es un astro del que todo el mundo tiene noticia pero nadie repara mucho en el milagro de su existencia.
No tardan en surgir alusiones a las distintas disciplinas que aborda cada uno en su quehacer cotidiano e intercambian experiencias personales en torno a los contenidos que les preocupa en sus estudios.
-B.C. Creo que trabajamos en campos completamente distintos. Yo estoy trabajando en el Universo situándome en los segundos posteriores al Big Bang. Estoy hablando de algo que sucedió hace 14.000 millones de años. Eso está relacionado con física de alta energía y nos preguntamos cosas como qué es la masa, o por qué la gravedad es tan débil.
-F.A. Mi idea es que el Sol es un punto común entre ambas disciplinas. No podemos entender los planetas sin entender las estrellas. Y el Sol es una parte interesante de la astrofísica y la física de partículas es necesaria para entenderlo.
-B.C. La física del Sol comenzó a investigarse a gran escala en los años 30 y 40. Hay muchas cosas que no entendemos por lo que se requiere una aproximación multidisciplinar. Hay aspectos cómo la forma en que los campos magnéticos transportan la energía sobre los que realmente sabemos muy poco.
-F.A. Las enanas marrones son otro puente entre la Astrofísica y las Ciencias Planetarias. Son estrellas frías, de masa intermedia entre las estrellas normales y los planetas gigantes. También están los planetas libres, que no orbitan en torno a ninguna estrella
-B.C. Entonces, ¿cómo se formaron?
- F.A. Todavía no hay consenso sobre esto. Pero quiero insistir en que hay una variedad de objetos en la frontera entre las Ciencias Planetarias y la Astrofísica.
Del tamaño de Júpiter
-B.C. Mi experiencia en un proyecto en el que trabajé fue ver la temperatura en planetas calientes del tamaño de Júpiter, cuyas temperaturas podían alcanzar a los planetas de su tamaño o incluso mayores. Algunos son tan grandes que pueden ser vistos a gran distancia cuando pasan por delante de sus estrellas. En el caso del Sistema Solar es similar al paso de Mercurio entre el Sol y la Tierra. Estos grandes planetas son un misterio. Se podría imaginar que los planetas gaseosos estarían en el exterior de sus sistemas y los metálicos o de roca en el interior. Pero los gaseosos están muy cerca de la estrella, por lo que debe haber un mecanismo que les permita acercarse. Hasta ahora, conocemos creo que unos 50 ó 60 de estos planetas extrasolares.
-F.A. ...Son 207.
-B.C. La pregunta es cómo estos planetas gaseosos pueden estar tan cerca de las estrellas. Por lo general la gente nos pregunta: ¿entendéis como funciona el Universo? Para empezar no sabemos ni cómo funcionan las estrellas, por eso es bueno recordar a la gente que no hay mucho que sepamos de ellas. Transmitir ese mensaje es importante porque hay que seguir invirtiendo en investigación. Es la forma de saber cómo funciona esto y conseguir financiación.
El clima es una de las cuestiones que preocupa a nuestros científicos. La actualidad manda y el Sol se encuentra en el debate central del cambio climático. Las temperaturas del Sol y de la Tierra se ponen sobre la mesa y surgen algunas conclusiones.
-B.C. Mi única relación con el clima es la de una persona interesada en el asunto. No investigo en ese campo.
-F.A. Yo no soy climatólogo, pero me interesa el clima desde un punto de vista geológico. Todos los modelos astrofísicos se basan en que el Sol joven era frío, y que hoy es un 30 por ciento más caliente que al principio. Entonces, ¿por qué no hay huellas de glaciaciones al principio, y en cambio en los últimos mil millones de años, cuando el Sol está más caliente, la Tierra ha experimentado una serie casi continua de glaciaciones? Aparentemente, hay una desconexión entre la temperatura del Sol y la de la Tierra.
-B.C. Pero, el calentamiento del Sol y el aparente enfriamiento de la Tierra, ¿son procesos lineales?
- F.A. En cuanto al Sol, no lo sé. El clima de la Tierra seguro que no es lineal, porque vemos máximos y mínimos térmicos con duraciones de centenares de millones de años y distribuidos sin ningún ritmo aparente. En mi opinión, es imposible que una estrella que quema hidrógeno emita su energía de forma tan caótica. Es uno de los grandes problemas no resueltos de la historia de la Tierra, y por extensión del Sistema Solar.
-B.C. ¿Ha establecido alguna nueva teoría?
-F.A. Hay una buena explicación para los períodos glaciales e interglaciales; una vez más, no está relacionada con la actividad solar, sino con la posición de la Tierra y la geometría de su órbita. Pero para los cambios a gran escala, las glaciaciones que congelan el planeta durante cientos de millones de años, seguimos tan a oscuras como en el siglo XIX.
El encuentro se acerca a su final y todavía hay tiempo para una reflexión sobre el papel de la responsabilidad del mundo científico, de los planteamientos que lo guían y de la divulgación como una forma de acercar al gran público los problemas actuales del mundo que nos rodea.
-B.C. Necesitamos que la gente quiera que haya investigación científica porque se financia con los impuestos. Lo pagan y tienen el derecho a saberlo en el lenguaje que entienden. Más importante, necesitamos nuevos científicos. Para esto tienes que hacerlo excitante. Está claro que es una responsabilidad que parezca una carrera atractiva. Muchos periodistas que me entrevistan me dicen que no parezco un científico porque se supone que los científicos son mayores...
Los problemas de la Tierra
- F.A. Por supuesto que tenemos una responsabilidad. Desde mi punto de vista ahora estamos demasiado centrados en el problema climático. La Tierra tiene muchos problemas y el cambio climático es solamente uno de ellos: deberíamos dedicar la misma atención a la contaminación en los ríos, el mar y la atmósfera, a la escasez de agua potable, o al problema de la energía, hoy por hoy sin solución a la vista.
-B.C. El problema de la divulgación es muy difícil y no sé donde está la línea entre ser muy preciso científicamente y al mismo tiempo hacerlo excitante. Volviendo al principio, en la película no se abunda en el problema de la supersimetría porque la gente se aburriría, pero creo que está bien plantearlo. Reflexiono mucho sobre este asunto. Si haces lo que la gente quiere los científicos se quejan y a la inversa.
- F.A. Son las mismas dificultades del profesor en general: explicar, o escribir, como a uno le gustaría que le contasen la Ciencia. Hay gente que es capaz de hacerlo y gente que no. En este país leemos poco en general y leemos menos Ciencia todavía salvando a Arsuaga que es un caso especial. Así que la gente tampoco tiene mucho estímulo para escribir Ciencia. Pero insisto: la clave de la buena divulgación está en escribir tan sencillo como a uno le gustaría leer.