'Ane': El coraje de una madre
El debut en la dirección de David Pérez Sañudo nos cuenta los últimos coletazos de brutalidad en el País Vasco a través de la historia de una madre desesperada y una hija perdida
16 octubre, 2020 13:22La novela Patria de Fernando Aramburu nos ha contado mejor que nadie los "años duros" del terrorismo en el País Vasco. Una historia de violencia, dolor y barbarie que no acabó de manera oficial hasta el año 2011 cuando ETA anunció que abandonaba las armas. No fue hasta hace tan solo dos años cuando proclamó su "disolución definitiva". La película Ane, debut en la dirección de David Pérez Sañudo (Bilbao, 1987) nos cuenta los últimos coletazos de una brutalidad que destrozó la convivencia del País Vasco al situarse en 2009.
Una época en la que ETA ya estaba de capa caída, pero en la que seguía vivo en la imaginación de muchos jóvenes de la época el ideal "romántico" del luchador por la patria que no se vende ante el "enemigo". Una fantasía absurda, pero con consecuencias pavorosas de la que es víctima la Ane (Jone Laspiur) del título, una chica de 17 años que se involucra en las protestas contra el AVE que une el País Vasco con Madrid deseosa de dar una forma concreta a un impulso abstracto de rebeldía.
Presentada en el último Festival de San Sebastián con aplausos, el propio cartel de la película plantea la pregunta "¿Conoces realmente a tu hija?". Lo que vemos es el viaje de Lide (Patricia López Arnaiz), una madre de clase media que trabaja precisamente como "segurata" en las obras del tren cuando su hija desaparece sin dejar rastro. En su búsqueda, tendrá que volver a verse con un exmarido con el que mantiene una relación civilizada pero tirante y descubrirá secretos insospechados sobre la persona que vive bajo su mismo techo.
Hay una cierta ingenuidad en el propio planteamiento y en esa madre tan sorprendida por las correrías de su hija, involucrada en un grupúsculo radical con ganas de homenajear a los mejores días de la Kale Borroka y envuelta en una situación sentimental compleja. Eso no quita que Ane sea un debut lleno de fuerza en el que Pérez Sañudo demuestra no solo talento, sino también un cierto dominio de la narrativa audiovisual.
Lo más interesante de la película es la forma en que aborda el conflicto político para, en cierto modo, quitarle toda trascendencia. Lo que vemos no es a una joven idealista, sino a una chica perdida que se deja arrastrar por una causa en la que probablemente no cree ni ella misma para sublimar sus propias contradicciones y temores ante la vida adulta. Aunque el viaje de la madre de la candidez a la comprensión es un tanto excesivo, el director construye con sensibilidad y buenas interpretaciones la relación entre esa mujer desesperada y esa hija que reclama a gritos un "sentido" que no logra encontrar.
No solo eso, el reencuentro forzado entre los excónyuges transmite verdad y emoción gracias a unos diálogos ágiles que suenan verdaderos. Ser madre de un adolescente, como saben millones de padres, nunca ha sido fácil y la película cuenta con honestidad y cercanía los dilemas de una mujer que no sabe cómo proteger a su hija de los males del mundo y con dificultades para asumir que tal objetivo es imposible.