Carlos Alcaraz, el ídolo más joven en disputar tres finales de Grand Slam en tres superficies distintas
El murciano devora otro récord de precocidad al convertirse en el tenista más joven que alcanza la final de un Major sobre hierba, pista dura y tierra batida.
8 junio, 2024 02:15Carlos Alcaraz ya está aquí, a las puertas de un nuevo título que todavía tiene la etiqueta puesta porque nunca lo ha desprecintado. Tratará de retirar el envoltorio después de haber superado a Jannik Sinner en un partido titánico, de poder, en el que tuvo que llenarse de paciencia, tranquilidad, ritmo y determinación para apuntárselo y sellar el billete a su primera final de Roland Garros. Un tenista español vuelve a emerger sobre la arcilla de la Philippe Chatrier. ¿Les suena?
Y eso que comenzó el torneo inmerso en un mar de dudas. No han sido sencillos los dos últimos meses en los que, primero el dolor físico y el miedo de recaída después han lastrado de sobremanera al murciano, que descartó competir en Montecarlo, Barcelona y Roma para recuperarse y no privarse de Roland Garros, torneo al que llegó tras una inactividad de prácticamente dos meses al competir únicamente durante la primera semana en el Mutua Madrid Open.
Lo físico llegó a derivar en batalla mental contra sí mismo, contra ese pepito grillo que tiene acostado en su hombro y que le dice que tenga cuidado y no fuerce, que controle. Consejo que no encaja con el tenis ofensivo del murciano. Con De Jong se contuvo, pero ante Korda dio un paso adelante y contra Aliassime no rehuyó ninguna tentativa. Se liberó por completo y, una vez probado el caviar, es complicado volver a la merluza. Ya nada le privó de conectar su derecha. Ni Tsitsipas ni Sinner, ni siquiera los calambres que sufrió contra el italiano.
"Teníamos calambres los dos y teníamos que seguir luchando. Aprendí del partido de semifinales contra Djokovic del año pasado. En esos momentos tienes que estar calmado, tratar de hacer los puntos más cortos y continuar porque los calambres van a desaparecer. Pero sí, ha sido un tercer set muy raro. El cuarto y el quinto han sido con un gran nivel. Estoy muy contento de haber esperado mi momento para coger la oportunidad cuando he podido", apuntó.
Alcaraz se ha centrado en disfrutar el momento y, pase lo que pase el domingo, siempre recordará estos días. A nadie se le olvida su primera vez. Si es cierto que el murciano ya ha alcanzado el último partido de un Grand Slam en otras ocasiones, pero nunca sobre tierra batida. Su presencia en la final le convierte en el tenista más joven de la historia en disputar una final de Major en tres superficies distintas. En 2022, con 19 años, alcanzó y ganó el US Open de pista dura; un año después se retozó sobre la hierba de Wimbledon y el próximo domingo espera hacer lo propio en la arcilla parisina.
Todo ello con 21 años recién cumplidos el pasado mes de mayo. Nuevo récord de precocidad al superar a Agassi, que lo hizo a los 22 años y 1 mes -Roland Garros y US Open 1990, Wimbledon 1992-. A Bjorn Borg a los 22 años y 2 meses -Roland Garros 1974, Wimbledon 1976 y US Open 1978- y Rafa Nadal con 22 años y 6 meses -Roland Garros 2005, conquistar Wimbledon en 2006 y ganar el Open de Australia en 2009-.
La comparativa resulta mayor al extenderla a Djokovic y Federer, resto de integrantes del Big Three. El serbio alcanzó una final de Grand Slam en todas las superficies posibles hasta los 25 años, cuando disputó su primera de Roland Garros. Mismo número de años que necesitó Federer, de hecho, en el partido que obtuvo el pleno, Nadal le apeó del trofeo de los Mosqueteros. Además, con el triunfo ante Jannik Sinner, Alcaraz ha entrado en el selecto club de tenistas españoles en alcanzar la última ronda del Grand Slam parisino.
Uno de sus deseos, confesó tras el partido, es poner su huella y su nombre en la lista de ganadores nacionales, pero, por ahora, ya está entre los finalistas. Junto a Manolo Santana, Andrés Gimeno, Manuel Orantes, Sergi Bruguera, Alberto Berasategui, Carlos Moyá, Álex Corretja, Albert Costa, Juan Carlos Ferrero, David Ferrer, Rafa Nadal y, ahora, Carlos Alcaraz. En el cuadro femenino Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza.
Alcaraz es consciente de su gesta. "Lo sabía porque al acabar el partido, he mirado el móvil. Me siento más cómodo en dura, pero yo crecí en tierra. Tengo presente la cabeza, el corazón y lo otro. Yo siempre he querido ser uno de los mejores del mundo. y eso significa tener éxito en todas las superficies. Mi tenis se adapta a todas las pistas", asegura el murciano, que el domingo afronta por primera vez el último partido de Roland Garros tras haber superado una carrera de obstáculos. Alcaraz ya está aquí.