La vida de Federer tras su retirada: exhibiciones, comentarista y un hueco en la Rafa Nadal Academy

Día 7 después de Roger Federer. El tenis y la vida siguen tras la retirada de una de las mayores leyendas del deporte. El suizo dijo adiós en Londres arropado por la gente, su familia y los mejores rivales, y a la vez amigos, que ha tenido a lo largo de su carrera. Acabó la Laver Cup y empezó su nueva vida, la de un extenista profesional.

"Perdí mi trabajo, pero soy muy feliz. Me siento bien y completo. Perdí mi último partido de individuales [en Wimbledon 2021] y de dobles. Perdí la voz apoyando al equipo. Acabó siendo un adiós feliz, pero nunca pensé que sucedería así", bromeaba Federer esta semana en una entrevista en New York Times.

Tiene 41 años y su cuerpo hacía tiempo que le había dicho basta. Las lesiones se empeñaron en desdibujar lo que Roger había logrado durante toda su trayectoria. Era el momento de poner punto y final a una historia que se seguirá contando mientras el tenis exista. Pero ¿qué hace un ganador de 20 Grand Slam cuando se retira? "Ahora es momento de sentarme y ver el tenis desde un ángulo diferente", respondía Federer.

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Primero echará de menos el circuito y todo por lo que ha trabajado día tras día desde que se hiciera profesional nada más cumplir los 17 años. Más de dos décadas haciendo lo mismo, ¿y ahora qué? Dice que no será "un fantasma que desaparezca" y que encontrará "la manera de seguir muy ligado a este deporte".

Salidas tendrá las que él quiera porque así se lo ha ganado. Sobre la mesa hay dos cartas: dedicarse a la comunicación y ser profeta del tenis en los micrófonos o coger de nuevo la raqueta y esparcir sus enseñanzas a los jóvenes. Se lo pensará y, mientras tanto, organizará partidos de exhibición.

Roger en exhibiciones

Que Roger se retirara en la Laver Cup no quiere decir que será la última vez que se le vea en una pista de tenis con su icónica cinta en la cabeza. Jugará 'pachangas' como han hecho casi todos los mitos de este deporte, reuniéndose con gente de su quinta cuando estén retirados o compartiendo ratos con estrellas del momento.

Federer ya ha sido partícipe de momentos así. Imposible de olvidar el partido benéfico que disputaron él y Rafa junto a Pete Sampras y Andre Agassi en 2010. Igual que la vez que el suizo y el español jugaron en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) ante 51.954 espectadores, siendo el partido de tenis con más público de todos los tiempos. O la famosa 'Batalla de superficies', en 2007.

Al hablar de exhibiciones, por su carácter amistoso, uno puede dar rienda suelta a la imaginación. Quizás jugar contra su amigo Nadal ese partido soñado en el Santiago Bernabéu y volver a batir el récord de espectadores, medirse por primera y última vez a Carlos Alcaraz... Las posibilidades son infinitas y dependen de las ganas de Roger.

Serán eventos puntuales. Seguro que Roger querrá seguir pasando la mayor parte de su tiempo con su familia, que estuvo al completo en su despedida como profesional. Tiene cuatro hijos con su esposa Mirka, a la que conoció en los Juegos Olímpicos de Sidney. Ella era tenista y hubo un día que llegaron a jugar juntos en dobles, pero una lesión del pie la retiró en el 2002. Desde entonces gestiona la fundación que lleva el nombre de su marido y en la que este también quiere centrarse a partir de ahora.

¿Salto a los micrófonos?

En cuanto a otras salidas profesionales, a Federer se lo querrán rifar en todos lados. Él ya dijo en una entrevista pasada que lo de ser comentarista era una posibilidad. Hay muchos que han dado ese salto tras retirarse: John McEnroe es un ejemplo, igual que aquí en España lo es Àlex Corretja. Roger también tendrá tiempo de visitar torneos que marcaron su carrera, especialmente los Grand Slam, y despedirse de ellos.

A medio plazo, el camino es otro. Porque Federer habla el idioma del tenis y lo seguirá haciendo. Él mismo se reconoce incapaz de alejarse de un deporte al que está "eternamente agradecido", a diferencia de lo que hicieron estrellas de generaciones anteriores. Tiene madera de entrenador y no han pasado ni semanas para que le pidan serlo.

Enseñar su estilo

Ivan Ljubicic, el entrenador de Federer en la parte final de su carrera, descubrió que Roger ya había tenido solicitudes para entrenar. Todavía es pronto, pero todos a su alrededor le ven dando el paso tarde o temprano. Él mismo ha reconocido que es una idea que le ronda la cabeza desde hace un tiempo.

Roger podría ser un mentor en su país o un entrenador de élite. Los que le conocen le ven como lo segundo. Andy Murray decía estos días esto de él: "Creo que sería un desafío para él entrenar a cualquier tenista porque tendría que ponerse en su piel y saber que para el resto de mortales es muy difícil jugar a tenis, mucho más de lo que da la sensación que sea para él".

Vínculo con la Nadal Academy

Hay lugares concretos donde se concentran los grandes jugadores del mañana y uno de esos es la Rafa Nadal Academy, en Manacor. Federer la conoce bien. En 2016 estuvo presente en su inauguración acompañando a su amigo. La anécdota fue que Roger quedó impresionado con el proyecto cuando el español se lo contó y quería ir, pero no recibió la invitación hasta el último momento.

Federer acudió al acto, habló delante de la gente, visitó las instalaciones e impartió un clinic junto a Nadal con los niños de la primera promoción de la academia. Dieron solo unos golpes a las bolas, ya que por entonces ambos estaban lesionados. Aquel día rondaba en el ambiente la retirada de ambos, pero Rafa le dio un obsequio a Roger que incluía un mensaje repasando su historia juntos y terminaba así: "Continuará...". Solo unos meses después sorprendían al mundo protagonizando uno de sus mejores enfrentamientos en la final del Abierto de Australia 2017.

Roger Federer, en la presentación de la academia de Rafael Nadal Rafa Nadal Academy

En la Rafa Nadal Academy hay una gran imagen en blanco y negro de aquella final. El manacorí perdió ese día, pero quería esa estampa en las instalaciones para representar su relación con el suizo. El museo que hay en la academia también cuenta con piezas de Roger, como la equipación que vistió en la histórica final de Wimbledon o la raqueta con la que jugó aquella exhibición en Sudáfrica. En la residencia hay dos suites: la suite Rafa Nadal y la suite Roger Federer.

La figura del extenista de Basilea está muy presente en la academia. La relación se ha mantenido con los años, tanto que Federer ha sido partícipe de varios momentos como en la graduación de la promoción de 2020 para la que mandó un vídeo. No tardará en volver a pisar las instalaciones.

"Me gustaría enseñar tenis a los jóvenes en la Rafa Nadal Academy"

Roger Federer, en 2019

Roger y Rafa hablaron durante la Laver y el suizo le dijo a su amigo que el próximo verano, en 2023, llevaría a sus hijas a entrenar a la academia. "Ya lo hemos hablado con Mirka", confesó en una entrevista en L'Équipe. Las gemelas Myla y Charlene tienen 13 años y se han empezado a interesar por el tenis hace poco. El piano es su otra pasión. Los pequeños son los mellizos, Leo y Lenny, de 8 años, que también han despertado su curiosidad por la raqueta.

La saga continúa y quien sabe si Roger algún día entrenará a alguno de ellos. La academia de Manacor parece un lugar idóneo: "Me gustaría enseñar tenis a los jóvenes. Y me gustaría hacerlo con la Rafa Nadal Academy", confesaba el suizo en 2019. Las puertas estarían abiertas en un lugar donde le tienen tanto cariño y hay un vínculo especial con su carrera y su legado.