Eric Pambani, el boxeador que combate la crisis con versos y rap
Invicto en categoría profesional, es el aspirante oficial en el campeonato de España. Mezcla la lucha con la música. EL ESPAÑOL pasa un día con él: cantando y luchando.
4 marzo, 2016 01:19Un, dos, tres; un, dos, tres; un, dos, tres… No hay melodía; hay música. Suena de fondo, incesantemente. Una y otra vez. Sin partitura, encadenada entre puñetazos, huérfana de artistas. Pero con alma. Dos guantes, un saco, la campana marcando el ritmo y el final de cada round. Un, dos, tres; un, dos, tres… Se escucha dentro del garaje, en el gimnasio. Sin tregua ni descanso, entre golpes. Nadie habla; todos pegan. Un, dos, tres; un, dos, tres… Caen las gotas de sudor; se empapan las camisetas. Un, dos, tres; un, dos, tres… Y cesa la música. ¡Descanso! Y vuelta a empezar…
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‘El boxeo es vida; vive duro’, se lee en la puerta de ‘La Escuela’, bajo un puño gigante. El ruido, incesante, llega desde dentro, absorbe a quien lo escucha. Y allí se entrena Eric Pambani, promesa en ciernes –quizás incluso realidad–. Campeón de España en Kick-boxing, tricampeón de boxeo amateur e invicto en categoría profesional. Pero no sólo eso. Xagerado –su nombre artístico– también escupe versos y golpea la lírica. Es decir, también se gana la vida como rapero. O, al menos, eso intenta.
Eric Pambani es una de las grandes promesas del boxeo patrio y el actual aspirante al título nacional esta temporada. Natural de Carabanchel, lucha dentro del ring y pelea entre las costuras de la rutina. En su casa –como en cualquiera de clase media-baja durante la crisis– las han pasado ‘canutas’. Su madre, nacida en Guinea Ecuatorial, es empleada del hogar. Y él, además de ganarse la vida como deportista y rapero, da clases de boxeo. “Incluso, a gente de 35 que se aficiona”, reconoce en conversación con EL ESPAÑOL. Y así llega a fin de mes.
Al boxeo llegó por necesidad. Eric, desde pequeño, nunca rehuyó los golpes. Su madre lo acompañó a apuntarse al gimnasio y desde entonces no ha parado. “Siempre me gustaron los deportes de contacto, así que empecé haciendo Kick-boxing y después, cuando cerró el gimnasio, un amigo mío me recomendó a Jero García (su entrenador)”. Fue amateur, estuvo en el equipo nacional y hace dos años se hizo profesional. Y a día de hoy permanece invicto, con el título nacional superpluma en el horizonte, donde se medirá a Sandro Domínguez, boxeador canario, si se consigue recuperar de su lesión de rodilla a tiempo.
Jero García, otrora campeón de España y presentador de ‘Hermano mayor’, lo vio llegar hace casi 10 años a su gimnasio, ‘La Escuela’. “Entonces, claro, era un chico menudo al que llamábamos Zé Pequeño, como el personaje de 'Ciudad de Dios'. Él quería boxear, así que empezó y yo siempre le vi algo dentro. Tiene alma de artista y mucha vida interior. Llegará donde quiera”, confiesa su entrenador.
BOXEO Y RAP
“Tienes que saber que puedes ganar. Tienes que creer que puedes ganar y tienes que sentir que puedes ganar”. A partir de ahí, que decía Sugar Ray Leonard, el resto se puede improvisar. En el caso de Eric, cantando rap, su otra afición, con la que aspira también a ganarse la vida. Sin prisas, pero compaginándolo con su trabajo y los entrenamientos. “No es fácil, pero consigo sacar tiempo”, confiesa.
Esa es su otra vida, la que empezó con sus ‘colegas’ del barrio con un grupo llamado Centerside. Con ellos hizo sus primeras rimas en Alto Extremadura (Madrid), en un estudio pequeñito, al que llegó cuando era un crío. Allí empezaron a cantar a la vida, "con sus movidas", peleando por hacerse un hueco, por seguir el ritmo entre 'jabs' y 'uppercuts'. Entre entrenamientos y canciones.
Y allí fue bautizado como Xagerado, su nombre artístico, con el que ya ha dado algún concierto. Eso sí, ahora, disgregado su primer grupo, la lírica la comparte con su primo, ‘Flecha maldita’: “Ahora nos llamamos Into madhouse, que significa algo así como en el manicomio. En él hablamos de nuestras paranoias, de la crisis, de la búsqueda incesante del dinero y de lo que nos apetece. Todavía no tenemos primer disco, pero estamos preparando algo guapo”.
Deporte y música acuden unidas de la mano. Con el futuro por escribir, entre las cuerdas del ring y el estudio, se escribe la historia del que puede ser el próximo campeón de España. Pero eso es futuro. El presente suena sin rima, en el gimnasio, en esa guarida llamada 'La Escuela'. En la que ya saben lo que suena: “Un, dos, tres; un, dos, tres… golpea. Un, dos, tres; un, dos, tres… golpea”. Y, como decía Muhammad Ali: “Odia cada minuto de entrenamiento. Sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón”. Rimando, golpeando o como quieras.