Mónaco – Dortmund: Mbappé y Falcao bien merecen unas semifinales de Champions

El Mónaco, primero, fue un cualquiera; después, pasó a ser asequible; y hoy en día, para qué negarlo, es un equipo a tener en cuenta -o incluso, para los más optimistas, un candidato firme a ganar la Champions-. Y lo es por muchos motivos. El más evidente, su clasificación para las semifinales. Pero se pueden enumerar muchos más: sus dos delanteros (Mbappé y Falcao podrían jugar en cualquier grande de Europa), su idea de juego firme, su solidez como equipo y la creencia de que es capaz de levantar la ‘Orejona’ esta temporada. Sólo así se explica su solvencia para eliminar al Dortmund en estos cuartos -entre otras muchas cosas- [narración y estadísticas: 3-1].

Queda una duda en la retina: ¿estuvo el Borussia, en esta eliminatoria, por debajo de su nivel o fue anulado por el Mónaco? Probablemente, la concatenación de acontecimientos haya derivado en una mezcla de ambos. En cualquier caso, lo hecho por el conjunto de Leonardo Jardim, que arrancó en la previa de Champions eliminando al Villarreal, tiene un mérito incuestionable. Se ha clasificado para semifinales y lo ha hecho por la puerta grande: jugando bien al fútbol, anotando muchos goles (12 en los últimos cuatro partidos) y dejando por el camino a dos grandes de Europa (Manchester City y Borussia).

Ante el Dortmund, sin dudar un mínimo. En su estadio, con su gente y con los jugadores enchufados. El Mónaco apenas dio lugar a la duda. Pidió el balón, manejó los tiempos del partido y golpeó nada más comenzar. Primero, en una jugada aislada: Mendy le pegó desde fuera del área, Bürki despejó al centro y Mbappé remató solo. Y después, con un clásico: pase desde la banda derecha y remate de cabeza de Falcao, que ha podido sumar años y lesiones, pero sigue conservando el olfato de gol que lo llevó a ser uno de los grandes delanteros de Europa.

Cumplió el Mónaco con lo establecido y lo intentó, a pesar de todo, el Borussia Dortmund. Tanto es así que recortó distancias nada más comenzar la segunda mitad. Dembelé entró por la derecha, levantó la cabeza y se la cedió a Reus. Pero no fue nada más que un amago. Porque, en el minuto 80, el equipo de Jardim montó una contra y Germain batió a Bürki para sentenciar la eliminatoria y dejar al Dortmund en la cuneta.

Hechos los deberes, toca preguntarse: ¿y ahora qué? ¿Puede el Mónaco ganar la Champions? Esa es la duda que alberga todo el continente. Y también la que se resolverá en dos partidos. Quizás tres. Quién sabe. Lo cierto es que este equipo, con Mbappé y Falcao arriba, puede mirar a los ojos a cualquiera. Ya lo demostró eliminando al City y no lo tomaron en serio. Esta vez, en semifinales, hundió al Dortmund. ¿Conseguirán acabar con otro más? Ya veremos.