Robert Lewandowski se lastima ante el gol del empate del Celta de Vigo.

Robert Lewandowski se lastima ante el gol del empate del Celta de Vigo. Reuters

Fútbol CELTA 2-2 BARÇA

Los errores de Koundé y Casadó hacen posible la remontada del Celta ante un Barça que anima aún más la lucha por LaLiga

Los de Claudio Giráldez remontaron el 0-2 en dos minutos trágicos para un conjunto azulgrana que naufraga en Balaídos.

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Desastre mayúsculo del Barça en Balaídos. El conjunto dirigido por Hansi Flick se dejó remontar en el minuto 84 un 0-2 y estuvo a punto de irse de vacío. Los azulgranas se desconectaron tras la expulsión por doble amarilla de Marc Casadó. Además, un error grotesco de Jules Koundé permitió al Celta soñar con un empate que acabaron consiguiendo. [Así hemos vivido el empate del Barça]

El Barça volvió a echar de menos a Lamine Yamal en ataque. El equipo generó muy pocas ocasiones de gol y únicamente la conexión de Raphinha y Lewandowski permitió pensar en la victoria. Nada más lejos de la realidad. La efectividad del Barça en ataque fue la contraposición a la labor en tareas defensivas.

En dos minutos el Barça tiró por la borda todo el trabajo realizado hasta el minuto 84. Tras la derrota ante la Real Sociedad, los de Hansi Flick recuperaron su faceta más eficaz con dos goles en apenas dos jugadas del partido. Sin muchas ocasiones, el conjunto azulgrana trató de dormir el partido haciéndose con el control del balón, pero los jugadores fueron incapaces de resistir el arreón vigués.

El Barça trató de volver a hacer un fútbol directo, así llegó el primer gol del partido. Un pase en largo de Jules Koundé que no desaprovechó Raphinha para abrir la lata. El brasileño está en su mejor momento desde que es jugador del Barça. Tras el control, se zafó de Mingueza con un recorte y con una gran definición batió a Guaita.

El tempranero gol del brasileño hacía presagiar que el Barça podía marcar los goles que no metieron ante la Real Sociedad, pero nada más lejos de la realidad. El equipo se preocupó más en contener al Celta que en buscar el segundo. Los de Claudio Giráldez se marchan con un sabor agridulce ya que el marcador pudo haber sido diferente de no ser por Soto Grado.

La polémica del partido

Con el 0-1 en el marcador, Iago Aspas encaraba la portería de Iñaki Peña cuando tras un forcejeo con Gerard Martín se fue al suelo. Leve carga, debió pensar el colegiado para no señalar la pena máxima. Desde la sala VOR tampoco le llamaron para revisar la jugada ante la incredulidad del capitán del Celta de Vigo.

Al filo del descanso Iago Aspas y Gerard Martín volvieron a ser los protagonistas. El lateral del Barça hizo una entrada sobre el jugador del Celta que pudo ser sancionada con amarilla, aunque Soto Grado decidió no amonestar al jugador culé ya que tenía una amarilla de antes y sacarle otra implicaría la expulsión. 

El enfado de Iago Aspas fue mayúsculo al no impartirse justicia, según su criterio, en las dos jugadas clave del partido. Hansi Flick decidió curarse en salud y en el descanso sentó al jugador por temor a quedarse con 10 jugadores, aunque al final fue inevitable.

En la segunda parte, Raphinha volvió a sacar a relucir su creatividad. El brasileño asistió a Lewandowski con un pase con el exterior y el polaco se encargó de hacer el resto. Starfelt no estuvo contundente y ante el máximo goleador de LaLiga no se puede conceder un sólo error porque no perdona. El 0-2 encarriló el partido para un Barça que parecía reencontrarse con la victoria.

Sin embargo, en los últimos minutos el equipo se desconectó del partido. En el 82' Marc Casadó fue expulsado por doble amarilla tras agarrar a Ilaix Moriba y, dos minutos después, inexplicablemente Koundé perdió un balón en su área que terminó en el gol de Alfon González y la incredulidad de Hansi Flick.

Los jugadores del Celta celebran la remontada con su afición.

Los jugadores del Celta celebran la remontada con su afición. Reuters

El gol dio alas al Celta que se fue en busca del empate. No tardaron en conseguirlo. En el 86' Hugo Álvarez hizo el 2-2 con el que igualaban el marcador. El trabajo del Barça en los 84 minutos restantes se desmontó en apenas dos minutos. Claudio Giráldez pedía tranquilidad a sus jugadores, pero era inevitable que el Celta fuese a por el tercero.

Borja Iglesias tuvo en sus botas el 3-2, pero el recurso de tacón al rematar un centro no le sirvió para superar a Iñaki Peña. La decepción de los jugadores azulgrana se puso aún más de manifiesto cuando Soto Grado señaló el final del partido. LaLiga vuelve a estar al rojo vivo con el Real Madrid a siete puntos (con dos partidos menos) y el Atlético de Madrid a cinco.