España no se cansa de ganar: el fútbol femenino sueña con el oro en París y mira hacia la Euro 2025
La Selección ha firmado un camino inmaculado desde el pasado Mundial y ya parte con la etiqueta de favorita en las próximas grandes citas.
29 febrero, 2024 02:15Hasta hace muy poco, los libros de historia que recogían los grandes éxitos de la selección femenina de fútbol estaban prácticamente en blanco. Un equipo en construcción y en crecimiento soñaba algún día con poder levantar algún título de forma esporádica, pero se suele decir que hay que tener cuidado con los sueños porque en ocasiones se terminan cumpliendo.
Eso es lo que ha conseguido el combinado nacional de una forma memorable. Si hace seis meses sorprendió al planeta entero proclamándose campeona del mundo, ahora España puede presumir también de tener en sus vitrinas la recién creada Nations League femenina.
Este entorchado no hace sino refrendar que el equipo que dirige Montse Tomé es la mejor selección del momento. No hay lugar a dudas. Allá por donde va arrasa, todo lo que toca lo convierte en oro. El ruido extradeportivo no sólo no ha repercutido negativamente en el rendimiento, sino que incluso parece haber ayudado a la cohesión de un grupo que ya es ganador.
Porque eso es lo que hace España ahora, ganar. Lo hizo en el Mundial y también lo ha conseguido llevar a cabo en la Nations League. Y no es sólo el qué, sino también el cómo, porque en la final ante Francia lo cierto es que tan sólo hubo un equipo sobre el terreno de juego.
Ahora se plantea la pregunta de dónde está el techo de este equipo, si es que lo tiene. En el horizonte, sin tiempo casi para disfrutar, ya se dibujan esos Juegos Olímpicos de París 2024 para los que España se ha ganado a pulso el billete. Y no sólo eso, sino también la Eurocopa de 2025. Es el lujo que se puede permitir una Selección que ya es la envidia del mundo entero.
Un camino inmaculado
El Mundial de Australia y Nueva Zelanda fue el punto de inflexión de la Selección. Ya el camino hacia él, con Jorge Vilda al frente del equipo, dejó claro que España estaba en una línea ascendente y que al menos iba a dar guerra. Ocho victorias en los ocho partidos de la fase de clasificación invitaban al optimismo, aunque seguramente pensar en el título era demasiado atrevido.
Sin embargo, y en medio de una polémica extradeportiva con el seleccionador en el punto de mira, la Selección asaltó el Mundial. En la fase de grupos tan sólo se le puede reprochar el borrón ante Japón, pero en los cruces fue infalible y terminó derrotando a dos grandes monstruos como Suecia e Inglaterra en las semifinales y en la final.
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Ganar un Mundial es un hito que marca un antes y un después en la historia de cualquier selección, y si es el caso de la española, que hasta el momento no había conseguido nada grande, más todavía.
Ahí algo hizo 'clic' y la mentalidad de España pasó a ser la de un equipo ganador. En medio de un terremoto con todo lo que pasaba más allá del césped, la Selección asumió con naturalidad una transición en medio del éxito, con un cambio de seleccionadora y con la conciencia de saberse campeona.
Los rivales pasaron a mirar con mucho más respeto que antes al combinado nacional y el equipo aprovechó la inercia ganadora. En la fase de grupos de la Nations League las victorias siguieron llegando casi por inercia y las hubo de todos los colores, desde las más trabajadas antes rivales potentes, hasta las más sencillas que terminaron en goleadas.
Así se plantó el conjunto de Montse Tomé en las semifinales de la competición, habiendo ganado cinco partidos de seis, y con la etiqueta de favorito. Porque eso es ya el combinado español, favorito en todas las competiciones a las que vaya.
Los cruces no tuvieron demasiada historia. España se deshizo con comodidad de Países Bajos y en la final, pese a la responsabilidad de jugar en casa y de ratificar una situación de supremacía, la Selección barrió por completo a Francia para ganar la Nations League de manera brillante.
Los Juegos en mente
Por este camino sin borrones en la Liga de Naciones, la Selección consiguió el pase a los Juegos Olímpicos de París 2024. Era otro de los grandes objetivos, y se cumplió con creces en el momento en el que se confirmó su presencia en la final de la Nations League.
La cita ilusiona mucho de cara a este próximo verano y además llega en el momento más dulce de la historia del fútbol femenino español. Con un equipo de garantías formado por veteranas clave y las figuras emergentes de otras futbolistas que auguran un gran futuro, España va a ser la gran favorita para hacerse con el oro olímpico en Francia.
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El nivel que ha demostrado en los últimos tiempos pone a las de Montse Tomé un par de escalones por encima de cualquiera, incluso de las selecciones más duras de roer y que más ranking tienen. Por eso, la opción de medalla es una de las más claras con las que contará la expedición española en París 2024.
"Este equipo no tiene techo, ya lo venimos demostrando", confesó Aitana Bonmatí nada más acabar la final de la Nations League. Tiene toda la razón, y esta afirmación vale también para la próxima Eurocopa de 2025. Por el momento, España ha pasado a coger el papel de favorita para las dos próximas grandes citas y no parece que se vaya a cansar de ganar demasiado pronto.