Emmanuel Macron y Gianni Infantino, en un fotomontaje
Macron embauca a la FIFA: el plan fiscal de Francia para atraer a las grandes federaciones deportivas
El presidente francés y Gianni Infantino ya han tenido otros contactos como la posibilidad de comprar el Stade de France.
16 diciembre, 2023 02:15Francia quiere crecer en el ámbito del deporte. A través de Emmanuel Macron, el país galo ha desarrollado un plan para persuadir a las federaciones deportivas a trasladarse a su país. Entre ellas se incluye la FIFA, pero son muchas más. Todavía está por ver si sale adelante la propuesta del gobierno francés para 2024, pero está claro que Macron quiere establecer lazos con las federaciones y con Gianni Infantino.
Este plan fue presentado como enmienda al presupuesto del gobierno para 2024 y recompensaría a las organizaciones que se trasladen a Francia. Pero ¿qué beneficio obtendrían? Tanto a las propias organizaciones como a sus empleados se les eximiría de una amplia gama de impuestos de sociedades, sobre la renta y sobre la propiedad. Un ahorro que podría ascender a millones de euros cada año.
Esta enmienda, que será votada el próximo miércoles por los legisladores franceses para su aprobación, otorga un estatus fiscal favorable a las federaciones deportivas, según Mathieu Lefèvre, diputado de Renacimiento, el partido político fundado por Macron.
Según él, es similar a otros cambios recientes proempresariales promulgados por el gobierno francés, incluidos los esfuerzos para atraer algunos grandes bancos a París desde Londres después de que Reino Unido votara a favor de abandonar la Unión Europea en 2016. "Queremos que Francia vuelva a ser grande", dijo Lefèvre.
FIFA, gran protagonista
Entre los posibles beneficiarios figuran los organismos rectores de una amplia gama de deportes, incluidas más de 30 federaciones internacionales reconocidas por el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, entre todas ellas el mayor objetivo de Macron es atraer a FIFA a Francia.
La FIFA, organismo rector del fútbol mundial, nació en Francia en 1904, pero tiene su sede en Zúrich desde 1932. Sin embargo, en los últimos años han sopesado la posibilidad de dejar Suiza y trasladarse al país francés. En la nación helvética lograron convertirse en un gigante mundial, pero allí también vivieron uno de sus mayores escándalos de corrupción.
El gobierno de Macron está al tanto del descontento de FIFA en Suiza y ha puesto toda la carne en el asador para intentar conseguir el retorno del mayor organismo del mundo del fútbol. "No podemos quedarnos ciegos en el tema de la FIFA. Es muy importante", dijo Lefèvre.
Infantino y Macron EFE
Bajo la presidencia de Gianni Infantino, en los últimos meses se han intensificado los esfuerzos para trasladar algunas operaciones importantes fuera de su sede de cristal y acero de Zúrich. La FIFA ya ha anunciado que trasladará la mayor parte de su departamento jurídico a Miami. Y ha abierto oficinas satélite en Sudamérica, África y Asia como parte de la ambición de Infantino, tantas veces citada, de hacer de la FIFA una organización "verdaderamente global".
Dentro de esas operaciones en las que se encuentra inmersa la FIFA, una de ellas está relacionada directamente con Francia, concretamente con el Stade de France. Según publicó L'Equipe en febrero, Macron e Infantino se reunieron durante y después del Mundial de Qatar para tratar este asunto.
El Stade de France es un lugar emblemático dentro del deporte francés. Es el feudo de la selección de fútbol y rugby y está en propiedad del Estado francés. Y es que, el objetivo de la FIFA pasaría por tener un estadio de gran nivel en sus manos para poder organizar partidos de gala.
Según L'Équipe, el estadio estaría valorado en unos 600 millones de euros, pero precisaría de una renovación a fondo valorada en 300-400 millones más, y para ser vendido primero tendría que ser retirado del inventario público.
Posiciones diversas
La enmienda propuesta por el gobierno de Macron que se votará este próximo miércoles 20 de diciembre, ha encontrado distintas posturas. Por ejemplo, el Senado, la cámara alta del Parlamento francés, votó recientemente a favor de eliminar el texto relacionado con las federaciones deportivas del documento presupuestario del gobierno.
"Las palabras de los senadores fueron bastante firmes, y todos pensaron que se trataba de una especie de escándalo, una tontería, que era algo que realmente no tenía por qué hacerse", dijo Jean-Claude Raux, legislador de la oposición.
Por su parte, Amélie Oudéa-Castéra, ministra de Deportes, defendió la ley propuesta rechazando las afirmaciones de que equivalía a una "obsequio fiscal". En su opinión, la ley simplemente situaría a las federaciones deportivas internacionales en un marco del que ya disfrutan otras organizaciones internacionales con sede en Francia. Sin embargo, ninguna de ellas tiene el volumen de empleados de FIFA (alcanza los dos millones).
Los políticos franceses, incluida Oudéa-Castéra, se han esforzado en señalar que las exenciones fiscales se limitarían a las actividades no comerciales de la FIFA, aquellas partes de la organización responsables de gobernar y desarrollar el fútbol en todo el mundo. Pero no está claro cómo planea Francia hacer esa distinción.
