"Ascienden a dedo": clubes de Tercera piden subir tras la decisión de la RFEF de una 2° B de 102 equipos
Hasta ocho clubes se han organizado para, en base a cuestiones legales, pedir su ascenso directo a la categoría de bronce por la polémica medida de la Federación.
15 agosto, 2020 01:04Noticias relacionadas
Nuevo conflicto de la Real Federación Española de Fútbol con el conocido como "fútbol no profesional". La reunión organizada el lunes, señalada en el calendario como una de las más importantes en la historia de la organización, concluyó con un acuerdo para hacer frente a la Covid-19.
La creación de un Plan Transversal que no gustó a muchos, pues esperaban una respuesta mucho más firme y concreta. Los clubes, pasando momentos complicados a nivel económico, no celebraron ese comunicado oficial. Sin embargo, la polémica de las decisiones no iban a quedar ahí.
Horas después de ese primer comunicado, la Federación aprobó cuatro ascensos directos desde Tercera División a la Segunda División B. CD Marino, Alcoyano, Linares y CD Lealtad, los cuatro clubes que no pudieron disputar el playoff de ascenso en Las Rozas por la aparición de tres falsos positivos, promocionaban en su totalidad contra todo pronóstico.
Un cambio de categoría que no estaba previsto. Según pudo percibir EL ESPAÑOL, ni los propios equipos barajan la posibilidad de ascender cuatro. No por ganas, sino por cumplir las normas: solo podían ascender dos equipos para formar una Segunda B de 100 conjuntos.
La Federación, con su decisión, modificaba las normas previstas semanas atrás. Los cuatro ascensos aumentaban a 102 los clubes participantes en la categoría de bronce e hizo estallar a otro grupo de equipos que se quedaron sin promocionar de liga. Hasta ocho equipos, organizados, han escrito a la RFEF con un documento basado en principios legales para pedir su ascenso y crear una Segunda B de 110 equipos.
Ourense, Terrassa, Guadalajara, Atlético Pulpileño, Real Jaén, Cacereño, CD Varea y Alcorcón B, horas después de conocer la decisión del organismo liderado por Luis Rubiales, comenzaron a trabajar para pelear por su ascenso. EL ESPAÑOL ha podido conocer de primera mano cómo surgió la iniciativa y sus razones principales.
Organizarse para hacer justicia
La batalla que está teniendo la RFEF con el fútbol no profesional no es algo nuevo. Competiciones como la Segunda B, Tercera, y las dos primeras ligas de fútbol sala y fútbol femenino no son consideradas ligas profesionales. Se usa el término "profesionalizadas", lo que les resta derechos, según vienen denunciando.
En esa reunión del lunes solo se contó con las territoriales y, peticiones de asistencia como la de AFE, ProLiga, LNFS y la Asociación de Clubes Femeninos fueron ignoradas. Una estrategia complicada para buscar soluciones y que contrasta con la unidad del resto de entidades.
A principios de semana, según ha podido saber EL ESPAÑOL, uno de estos clubes afectados comienza a contactar con el resto. "Tenemos que montar una plataforma para intentar subir. Es injusto que haya equipos que hayan subido sin ganar ningún partido o perdiendo".
Rápidamente, por el boca a boca, los ocho equipos consiguen estar en contacto directo. Se organiza una reunión telemática. Y ahí se asiste con abogados expertos para dar una salida legal a toda su petición. Horas de trabajo después, se elabora un escrito pidiendo sus ascensos y denunciando un "agravio" de la RFEF. Eso sí, no señalan al resto de clubes y no quieren desmerecer su ascenso.
Las bases legales de su petición
La carta enviada a la Federación es extensa y, cualquiera que la lea, puede convencerse de que tienen razones. Hay quien confía más y quien lo hace menos sobre el futuro de esta denuncia deportiva, pero quieren intentarlo.
Toda esta queja surge de los cuatro ascensos. La RFEF establece que, los cuatro primeros, podrán ir a la repesca si no consiguen ascender. Esa repesca sería en forma de playoff y en Las Rozas. Los falsos positivos en el CD Marino aplazan los encuentros, de donde tenían que salir los dos últimos ascensos de la competición.
Días después, los clubes esperan una respuesta. Hay algunos que son reacios a viajar a Madrid. A otros les da igual, pues subir de categoría es su único objetivo y ven garantías suficientes a nivel sanitario. Sin embargo, la replica de la RFEF no llega cuando esperan. Y menos mal: aunque se retrasó la decisión, beneficiaba a los cuatro.
La RFEF sostiene que "ante la imposibilidad de encontrar fechas para disputar los partidos que habían sido programados y por un principio de prudencia sanitaria ante los rebrotes de las últimas fechas", se opta por esa solución. El resto de los ocho clubes que se ven perjudicados replican: había tiempo y todavía lo hay sin perturbar la temporada 2020/2021. Además, justifican que ya se produjo ese escenario y se resolvió, pues el Portugalete-Sestao River se disputó tras ser aplazado sin mayor inconveniente.
En caso de que los ascensos se producen siguiendo el "principio de prudencia sanitaria", estos ocho equipos denuncian que "ningún encuentro organizado por la RFEF debiera haberse disputado, así como ninguna competición organizada por la RFEF debiera comenzar hasta que la situación esté plenamente controlada, ya que siempre va a existir el riesgo de rebrote entre los equipos participantes".
Ascensos arbitrarios
Ya en esa carta enviada a la RFEF se habla de una decisión arbitraria. Más fuentes explican a EL ESPAÑOL que "es un agravio comparativo" pues los firmantes tienen "el mismo derecho o más a ascender" porque han llegado "a la última fase sin perder". Tienen claro que la Federación se ha saltado unas normas predeterminadas para que, "al final", realicen cuatro ascensos "a dedo".
Su propuesta ya está enviada y son claros. "El 'no' ya lo tenemos". Fuentes de la Federación les trasladan que tienen "cero posibilidades", pero ellos confían y critican la falta de sinceridad. "Te dicen lo que te tienen que decir, todo es política". Si desde el puesto de Luis Rubiales se dice algo, pues es ese algo.
"Las normas eran muy claras. Los primeros clasificados tenían una repesca de la que iban a subir dos para hacer los 100 equipos. En ningún caso se dijo que iban a subir cuatro. Si suben cuatro, los ocho queremos subir y así los grupos son pares".
Esta decisión, sin embargo, no es más que otro error más cometido desde la gestión. "Se ha hecho todo tan mal", sostienen. La planificación deportiva es complicada, pues las competiciones de Segunda B y Tercera no tienen nada que ver. Es "una vergüenza", porque no saben "ni cómo va a ser la competición, ni el plan". Por si fuera poco, los daños económicos que ya desveló EL ESPAÑOL, siguen creciendo.
"Ya hemos hecho tres pretemporadas. Ya vale. Estamos trabajando para perder el tiempo". Si quieren jugar amistosos, en caso de que se les permita, tiene que hacer PCR a todos sus jugadores. La RFEF hacía tests rápidos. Y su cálculo es de 1.000€ de gasto por amistoso jugado. Una cantidad que generaría un desastre económico y más en Tercera.
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