Valverde celebra su victoria en la Vuelta a Andalucía.

Valverde celebra su victoria en la Vuelta a Andalucía. EFE

Ciclismo

Valverde rompe en Andalucía la barrera de las 100 victorias

El murciano gana por quinta vez la Vuelta a Andalucía y logra el centenar de triunfos en un palmarés que la mayoría de los ciclistas sólo pueden soñar.

19 febrero, 2017 16:53

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“Es una trayectoria fenomenal, pero vamos a tratar de seguir ampliándola”. Así de simple define Alejandro Valverde el hito que ha alcanzado esta tarde al romper la barrera de las 100 victorias como profesional, entre etapas y clasificaciones generales. Y ha tenido que ser en una de sus pruebas favoritas: la Vuelta a Andalucía. No en vano ha dado un paso más como máximo vencedor, con cinco triunfos generales. Pero todavía quiere más, y entre esas barreras que se le resisten está el Mundial. “Es lo que más ilusión me hace”, ha aseverado, aunque también quiere disputar al máximo la Vuelta a España.

“Desde luego que es una bonita cifra, al final he firmado una trayectoria fenomenal. Es un gran número”, ha afirmado el murciano, que no hará nada especial para celebrarlo. “Llegar a casa, estar con la familia y disfrutar de ellos el máximo tiempo posible”, ha explicado el corredor de Movistar al término de un día “muy complicado por la lluvia y el viento”.

Valverde se convierte así en el tercer español de la historia que más triunfos ha conseguido en su carrera profesional, aunque todavía muy lejos –y con pocas posibilidades para superarlos- de las 197 de Miguel Poblet y las 158 de Txomin Perurena, éste último entre las décadas de los 60 y 70. Pero sí ha superado ya a mitos como Ocaña o Indurain, contando sólo las victorias oficiales. “Ya no corro sólo para ganar, yo ya lo tengo todo hecho en el ciclismo. Sigo porque me gusta y para batir récords. Cinco veces en Murcia, otras tantas aquí. Tengo cuatro Flechas y este año, por qué no, buscaré la quinta. Disfruto mucho así”, explica el corredor. Sólo tres ciclistas en activo siguen por encima de él, y todos son sprinters: Mark Cavendish, André Greipel y Tom Boonen, que en abril colgará la bici.

Un gran rematador

Hasta Alberto Contador, uno de los rivales con los que más veces se ha cruzado y su máximo oponente en la ronda andaluza, lo ha felicitado y elogiado públicamente: “Alejandro es un gran rematador. Tiene un sprint que le permite ganar en grupos y ha logrado unos números increíbles. Le felicito desde aquí”, ha declarado el pinteño tras certificar su segundo puesto, otra vez, por un segundo. Como ya le pasó en 2015, aquella vez con Froome como vencedor.

Volviendo a Valverde, el de Las Lumbreras ha forjado un palmarés de ensueño gracias a sacar gran partido a sus cualidades físicas. Una arrancada final terrible que lo convierte en letal cuando hay un sprint en grupos pequeños, y que es todavía más mortífera si la superficie es una cuesta empinada. Esa potencia le lleva a ganar también prólogos y cronos cortas. Otras veces lo hace a base de exhibiciones como la del pasado sábado en Murcia, con una cabalgada de 70 kilómetros. Cuando no tiene nada que perder y corre sin presión, Valverde es garantía de espectáculo. Sin embargo, su carrera también estará siempre marcada por sus dudas en momentos clave, como el Mundial de Florencia en 2013 o la Vuelta a España 2008, en que se le fue el pelotón por bajar a por abrigo al coche y quedó cortado.

Pero lo que hace diferente al corredor murciano del Movistar –a sus 37 años y todavía con dos más de contrato- no es tanto la cantidad como la variedad de su centenar de dianas. Hay absolutamente de todo. Desde la general de la Vuelta a España (2009), pasando por etapas en las tres ‘grandes’ –una en el Giro, cuatro en el Tour y ocho en la ronda española- hasta grandes clásicas: también es el recordman absoluto de la Flecha Valona, con cuatro triunfos “y por qué no el quinto”, así como ha ganado tres veces en Lieja y otras tantas en la Clásica de San Sebastián. Tampoco le faltan vueltas de una semana: Dos veces vencedor de Dauphiné, Volta a Catalunya y otras fueras del World Tour como Burgos o la propia ronda andaluza. Tampoco es que haya sido una obsesión para él, pero sí una buena marca para una carrera que la mayoría de corredores sólo pueden soñar.


Hitos por lograr


Para esta temporada, el murciano regresa a una programación más clásica tras la ‘ruptura’ del 2016 por necesidades del guion con el objetivo puesto en el Giro de Italia que acabó tercero. Ahora vuelve a centrarse en las Ardenas, pero esta vez con una salvedad: tiene el punto de mira puesto en la Amstel Gold Race, la única del conocido como Tríptico –junto con Flecha Valona y Lieja- que todavía no tiene en su vitrina.

Antes de eso, la próxima parada en su calendario le llevará a otra de las vueltas importantes que aún no ha conquistado: la París-Niza. Su mejor clasificación fue un tercer puesto en 2012. “Ya he visto el recorrido y me gusta mucho”, indica. En 2015 superó otra de las ambiciones de su carrera, quizás la más criticada: subir al podio del Tour de Francia. Todavía hoy hay quien piensa que esas 100 victorias las habría logrado hace tiempo si no se hubiese estrellado varias veces contra la Grande Boucle. Pero ya sin esa presión, este verano trabajará como escudero de lujo de Nairo Quintana en su sueño amarillo.

Aunque si hay algo que le siga obsesionando es el Mundial, donde aún le falta el oro: “Desde luego es lo que más ilusión me hace, pero ganar otra vez la Vuelta a España sería muy bonito”, ha espetado, aunque no quiere atribuirse la condición de favorito: “Voy a cumplir 37 años. De momento me veo bien, pero falta mucho para que llegue”, ha dicho.

Lo único que no ha probado todavía es el pavé, y buena parte de la afición anhela ver hasta dónde es capaz de llegar sobre las piedras de Flandes. Valverde ya lleva años coqueteando con la posibilidad de hacerlo, pero al final siempre hay algo que lo echa para atrás. En cualquier caso estamos ante una carrera deportiva de leyenda. Uno de los ciclistas más completos de la historia de España, que ha ganado una gran vuelta, etapas llanas, en bajada, finales en alto, contrarreloj y clásicas de todo tipo. Un talento de los que difícilmente se repiten. Sus 100 victorias dan fe de ello.