El 15M vuelve al catálogo de IKEA
El programa-catálogo de Podemos muestra el camino de retorno de los jóvenes que, cuatro años después, regresan ahora al salón de sus casas desde las plazas a las que salieron un rato a gritar.
9 junio, 2016 01:22Noticias relacionadas
En 2011, con la crisis casi en su punto álgido, como todo el mundo sabe, muchos jóvenes se echaron a las plazas españolas dando lugar a un movimiento político después del cuál "ya nada sería como antes", el 15M. Unos años antes, en 2006, coincidiendo con el 75 aniversario de la República Española, la multinacional sueca de muebles Ikea lanzó una campaña publicitaria con un eslogan letal, inolvidable: "Ikea: la República independiente de tu casa".
El lema suponía una frustración inherente a la vida pública en varias generaciones y proponía crudamente lo que Isaiah Berlin (hablando de “los enemigos de la libertad”) había llamado "el retiro en la ciudadela interior", lo más lejano a la libertad política: ya que no puedes ser independiente en la esfera pública, en la plaza, porque da igual lo que digas, por lo menos, se amo y señor allí donde puedes, en tu casa, comprando y armando tus muebles suecos.
La idea de fondo es la desconfianza en la vida pública como espacio de verdadera independencia. La imagen de la esfera pública truncada con la que cuenta el eslogan para tener sentido es la misma que la de la crisis: unos ciudadanos con poco poder de acción y que sólo observan ("dependientes") cómo los políticos recortan sus derechos al mismo tiempo que se enriquecen. Así las cosas, el ámbito privado -aquel que desde la Grecia antigua, origen de nuestra democracia, estaba reservado a la mera reproducción de la vida, y no a la libertad política-, se convertía en el único espacio real de empoderamiento, de independencia.
Si el 15M frente a la crisis sacaba a los jóvenes a la plaza dando por hecho que sólo se puede ser libre de verdad ahí afuera junto a los demás, Ikea -con ese cinismo más o menos legitimado en el discurso comercial contemporáneo-, metía a esos jóvenes en casa, “la ciudadela interior”, el único lugar en el que podían ser libres (independientes) de verdad.
Ayer, Podemos, el "partido político del 15M" sacó su programa electoral para las elecciones del 26J con forma de catálogo de Ikea. Prestemos atención a la forma del programa y no a su contenido. Eso ha elegido Podemos. Lo cual no está mal, porque vertido en el catálogo de Ikea encontramos el mismo programa que para la elección pasada. El mensaje está en la forma, no en el contenido. El mensaje es “ser un catálogo de Ikea”.
¿Por qué Podemos eligió esto? ¿Por qué el partido de los que creen que la libertad está en la calle se refugia ahora en la ciudadela interior? Miles de analistas inteligentísimos les explicarán hoy mismo con lujo de detalles la astucia inabarcable de Iglesias para la mercadotecnia política: la relación subliminal de “lo sueco” con la idea de socialdemocracia que están intentando vender.
También la identificación con una marca más o menos popular entre el electorado “de centro” al que aspira (al fin y al cabo si todos los que compran en Ikea te votan, ganas las elecciones seguro). La imagen de “cercanía” de sus candidatos, la reivindicación de la “normalidad” y bla, bla, bla. Todas cosas muy ciertas. Análisis que se pueden aplicar idénticos a las genialidades de los demás partidos, con sus videos cutres, sus viejos himnos y sus falsos cambios de ritmo.
Pero lo que hace a este Programa-Catálogo de Podemos-Ikea un punto y aparte, al menos en el plano simbólico, es que se trata de la primera representación clara (legitimada por sus líderes) de lo que ha significado Podemos hasta ahora: es el camino de retorno de los jóvenes, desde las plazas a las que salieron un rato a gritar al salón de casa, en el que parece que quieren volver a retozar.
* Santiago Gerchunoff es filósofo y librero