Lydia Lozano se confiesa en 'Mi casa es la tuya': de la muerte de su novio a su boda con Charly
La periodista ha revelado varios aspectos hasta ahora desconocidos sobre su vida en su entrevista con Bertín Osborne.
5 septiembre, 2020 12:42Noticias relacionadas
Mi casa es la tuya ha estrenado temporada este viernes con Lydia Lozano (59 años) como protagonista. La periodista ha recibido a Bertín Osborne (65) en La Palma, la isla canaria donde se crió pese a haber nacido "accidentalmente" en Madrid. En la charla, la colaboradora de Sálvame ha revelado aspectos hasta ahora desconocidos de su vida.
Nada más comenzar con la entrevista, Lydia desvelaba un curioso dato sobre su nacimiento: fue oncemesina. "Mi madre me dijo que fui 'coñazo' hasta antes de nacer", bromeaba sobre esta larga gestación.
Lozano ha confesado que desde muy pequeña quiso ser periodista y hablaba por los codos, lo cual hizo que la castigaran constantemente en el colegio. Años más tardes, un novio rompería con ella por este motivo. "Me dijo que hablaba mucho", ha comentado.
Su ajetreado pasado amoroso ha sido, precisamente, uno de los ejes de la entrevista. Y es que la colaboradora confiesa que siempre fue muy enamoradiza. "Mi madre me decía que mi corazón era una pensión, que siempre estaba abierta".
Trágico accidente
En su primera oportunidad en la prensa del corazón encontró al que sería su primer gran amor, el también periodista Juan Carlos Pérez. Una relación que la vida truncó cuando ambos sufrieron un grave accidente de tráfico en el que él perdió la vida: "Caímos a un barranco, él salió disparado y yo acabé con la cara en el motor", ha revelado emocionada la colaboradora, que actualmente sigue teniendo secuelas físicas de aquel suceso.
Lydia no ha podido contener las lágrimas al afirmar que, tras aquel accidente, hubo algo que la atormentó durante años: la familia de Juan Carlos nunca la llamó. Mucho tiempo después descubriría el motivo de aquel silencio: "Estuve muchos años pensando, preguntándome por qué no me llamaban y es que siempre se creyeron que yo tuve la culpa cuando, aunque hubiera conducido yo, no hubiera tenido la culpa. Fueron unos borrachos".
Accidentada boda
Décadas después, Lydia conocería a un arquitecto amigo del que por aquel entonces era su novio: Carlos García-San Miguel y Rodríguez de Partearroyo, conocido como Charly, enamoró a la periodista, que acabaría casándose con él el 22 de junio de 1990.
La entrevistada ha recordado junto a Bertín su accidentada boda. Y es que el cura que tenía que casarles les dejó plantados a pocos días del enlace. Además, sufrieron una caída de la moto cuando iban a una iglesia a hablar con un nuevo sacerdote. "Casi vamos escayolados a la boda".
El día de la ceremonia, el novio llegó varias horas tarde porque había estado celebrando su despedida de soltero la noche anterior. "Llegó bonito a la boda", bromea Lydia, que asegura que estaba tan nerviosa que pronunció mal los votos: "Dije 'Yo, Charly, te quiero a ti, Lydia...'".
A pesar de los percances, la pareja sigue unida 30 años después. La periodista afirma que Charly es el perfecto "compañero de viajes" y, aunque dice que son de signos poco compatibles, Sagitario y Capricornio, han sabido entenderse a la perfección.
Su peor momento
El caso Ylenia Carrisi ha sido otro de los temas que Bertín y Lydia han abordado. La periodista confiesa que aún no ha superado el gran error que cometió al afirmar que la hija de Albano estaba viva. "Metí la pata. Tuve una información, creí en ella y me di una gran bofetada profesional".
Sin embargo, sigue defendiendo que, si revelara el nombre de su informador, mucha gente la entendería. "No me machacarían tanto, porque tiene mucha credibilidad", ha asegurado, revelando que en muchas ocasiones ha pensado en decir el nombre de la fuente para quitarse "lastre". "Me ha creado muchas inseguridades", ha lamentado.
Sus compañeros
La colaboradora de Sálvame ha comentado su relación con sus compañeros de programa, respondiendo tajante a la pregunta de si tiene amigos en televisión: "Ya no". Además, confiesa que los conflictos en plató afectan a su vida personal porque no es "una actriz" y no puede evitar llevarse los problemas a casa.
A pesar de ello, Lydia Lozano defiende como una victoria personal el hecho de que nunca se ha planteado retirarse del programa, ni siquiera temporalmente: "Me ven como la más débil, pero nunca me he ido", ha reflexionado. Y es que si dejara Sálvame, asegura que sería una forma de reconocer que sus rivales "han ganado".
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