Las consecuencias de trabajar con Paulina Rubio en 'La Voz': esperas y retrasos
JALEOS se pone en contacto con fuentes cercanas al entorno laboral de la cantante para descubrir cómo se trabaja bajo sus exigencias. Hablan de largas esperas en plató y retrasos de grabación.
11 junio, 2019 02:03Noticias relacionadas
Hablar de Paulina Rubio (47 años) es hacerlo de una artista con una dilatada trayectoria musical a sus espaldas. Intérprete de temas que forman parte de la cultura popular y portadora del apodo de La Reina del Pop Latino son reconocimientos suficientes para que La Voz haya apostado por ella como coach de los concursantes. Sin embargo, esta decisión ha sido cuestionada por los espectadores e incluso por el equipo de trabajo. Según ha podido saber JALEOS, trabajar con Paulina "no es tarea fácil".
La incorporación de la cantante al concurso de talentos suponía cubrir un hueco internacional que daba cierto caché al elenco de coaches -el jurado profesional que valora y elige a los concursantes-. Pero la audiencia no ha podido pasar por alto la falta de cercanía entre ella y el resto de sus compañeros. Mientras David Bisbal, Pablo López y Antonio Orozco demuestran constantemente su buena relación, con Paulina el trato personal ha sido distante y frío. Algo que puede explicarse por su actitud cuando se apagan las cámaras.
Según cuentan a este periódico trabajadores del programa, es una persona poco comprometida con el equipo. Para ella, "llegar tarde a las grabaciones se ha convertido en la tónica general": "es lenta, retrasa todo el planning de trabajo", asegura un miembro del equipo, "impone sus horarios como una auténtica diva". Estas son las declaraciones de quienes han accedido a hablar de la mexicana.
¿Se ha convertido la artista en la gran temida del programa? Para responder a esta cuestión hacen falta hechos. Paulina ha protagonizado en lo que lleva dentro del concurso sonadas disputas que no han pasado desapercibidas. El pasado marzo, fuentes relacionadas con el programa aseguraban que la cantante había discutido fuertemente tras las cámaras con el resto de los coaches por haber eliminado a uno de los concursantes más aplaudidos por parte del público.
A esto se suma que, de los cuatro jueces, es la última que consigue formar equipo. Y no por ser extremadamente exigente con las voces que elige, sino porque son los propios aspirantes los que, de poder elegir, acaban sumándose a un equipo en el que no estén tutorizados por la mexicana. Para ella la cal y para sus tres compañeros la arena, que por consecuencia, les resulta mucho más fácil formar grupos de mayor nivel profesional.
La Voz que 'enamoró' a Paulina
La primera incorporación de Paulina Rubio al talent show La Voz en su edición mexicana fue hace siete años. En este caso, su paso por el programa trascendió el contrato profesional y alcanzó las páginas principales de los diarios de prensa rosa. Uno de los concursantes que aspiraba a ganar el concurso en el equipo de Paulina, Gerardo Bazúa, conquistó su corazón.
Los rumores de su relación se dispararon cuando los flashes empezaron a captarles juntos en las calles de Miami. Poco a poco consolidaban su amor, y en el año 2016, tuvieron a su hijo Eros. Dos años después, se dispararon las alarmas de separación cuando Paulina asumió en una entrevista que estaba soltera. Antes, pasó por el altar con Nicolás Vallejo Nájera (47), más conocido como Colate. Que, casualmente, se encuentra actualmente concursando en Supervivientes. Un matrimonio que, debido a "diferencias irreconciliables" terminó separándose en 2012.
Ahora, Paulina se centra en su trabajo. Acaba de lanzar una nueva edición de su último disco, Deseo. Una buena trayectoria musical que se contrapone con la polémica huella que está dejando dentro de la televisión.
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