La marquesa de Griñón protagonizó el pasado viernes 25 de marzo una anécdota muy sonada en Roma. La socialité visitó el Vaticano y conoció al Papa Francisco durante unos segundos porque mantiene una audiencia con los feligreses. Sin embargo, Tamara se arrodilló en el suelo ante él cuando no debía y el Pontífice mostró su enfado. Tras este incidente, Falcó regresó a España y olvidó cualquier altercado yendo a bailar con su novio y los hermanos de este. "La familia que baila unida, permanece unida", escribía Íñigo Onieva junto a la foto en la que posan en su discoteca Lula Club. Fue una divertida noche, tal y como se puede apreciar en sus sonrientes rostros.