El emotivo gesto de Ana Obregón con los medios y el guiño estilístico a su hijo que ha pasado inadvertido
La actriz y Alessandro han dado el último adiós a su hijo en una homilía íntima que ha dejado dos homenajes especiales en memoria de Aless.
30 junio, 2020 23:53Noticias relacionadas
48 días. Ese es el tiempo que ha tenido que pasar para que Ana García Obregón (65 años) y Alessandro Lequio (60) puedan darle el último adiós a su hijo, Álex Lequio, en una misa funeral, una vez superado el estado de alarma en el país. En su momento, ese fatídico 13 de mayo en que Aless, como lo llamaba su entorno, perdía la vida no se le pudo despedir como era de recibo. Ahora, por fin ha llegado el momento. Este martes, a las 20 horas de la tarde, en la iglesia de Nuestra Señora de La Moraleja se ha celebrado una homilía en su memoria. Un funeral íntimo, pero cargado de seres queridos. JALEOS ha estado presente.
Desde antes de esa hora, en las inmediaciones de la parroquia ya se respiraba cierto barullo, tanto mediático como de 'vecinos curiosos' que se agolpaban para informarse del origen del revuelo. Al ser informados, la misma mueca: de lástima, de respeto, de condolencia. Entre reporteros, cámaras de televisión y el traqueteo de las fotos, comenzaban a llegar los primeros asistentes a la misa ante un sol inclemente y un termómetro que marcaba los 38 grados. Tan solo los amigos y allegados hacían su entrada por la puerta principal ante la prensa; los padres y familiares de Aless hacían lo propio por la puerta de atrás, en un acceso resguardado y alejado de los objetivos de los fotógrafos.
Uno de los primeros en llegar a la parroquia desde el acceso privado era Alessandro Lequio, acompañado de su mujer, María Palacios (42). Tapándose el rostro con las manos para guarecerse del sol y de los fotógrafos, se lo veía desolado y, sin interactuar con los medios, se introducía en la iglesia. A continuación, más y más familiares, los hermanos de Ana García Obregón al unísono -tan solo han destacado dos notables ausencias en esta despedida: la de los padres de Obregón, achacosos de salud, y la de Clemente Lequio (32), el hijo de Antonia Dell'Atte (60) y hermano de Aless-; y un sinfín de invitados tan variopintos como importantes para la familia. Se ha tratado de una lista de asistentes muy cerrada y supervisada por Obregón. Así, no se han querido perder este adiós al joven luchador Álex rostros como María Zurita (43), Ramón García (58), Fiona Ferrer, Susana Uribarri, Terelu Campos (54), Boris Izaguirre (54) o el líder del Partido Popular, Pablo Casado (39), entre otros.
Entre medias, se producía la llegada de Ana Obregón. A lo lejos -los medios se encontraban a unos 10 metros de la entrada a la parroquia-, desde el acceso privado, caminaba Obregón junto a su hermana Celia y Carolina Monje, la que fuera pareja de Álex. Agarrada a ellas y de riguroso luto, al llegar a la puerta principal del templo Ana levantaba la mirada hacia la prensa y esbozaba una tímida sonrisa al punto que levantaba la mano en señal de saludo.
Otro gesto de generosidad en el peor momento, otro ademán de respeto hacia los profesionales de la comunicación, como el que tuvo tras el entierro de Álex al bajar la ventanilla del coche llegando a su domicilio. Pero no se ha quedado ahí su acción. Enfilando la puerta, se vuelve a girar frente a las cámaras y con un mohín como única sonrisa se lleva la mano al corazón en señal de agradecimiento antes de, ya sí, introducirse en la iglesia. "Qué generosa es, de verdad. Yo no podría ni moverme", comenta una compañera fotógrafa.
Aunque en principio el atuendo de Ana Obregón no indicaba nada sobresaliente en un luto tan riguroso, lo cierto es que, observando bien su imagen, se puede ver un detalle del que pocos se han percatado este martes. Más allá de organizar toda la misa, de poner a punto los centros de flores, la foto que ha presidido la plática -en la que Aless posa junto a su perrita Luna, recientemente fallecida- y de buscar un coro que ha entonado unas emotivas canciones, todavía ha encontrado Ana tiempo para homenajear a su hijo. En esta ocasión, los guiños a su pequeño se encontraban en su look.
En primer lugar, la intérprete ha utilizado su mascarilla para aferrarse aún más a su hijo: en ella había bordado un corazón rojo a un lado y la letra mayúscula 'A' al otro, la inicial del nombre de su hijo. Y en segundo lugar, su vestido -de manga larga transparente y escote palabra de honor- tenía un lazo a modo de detalle en la parte delantera. Al lado de este, se podía leer, bordado, Aless. Según ha podido conocer JALEOS, la firma del vestido es de Alejandro de Miguel. Sea como fuere, de toda la dolorosa jornada, una de las cosas que más ha llamado la atención de los allí congregados ha sido el hecho de que Obregón no se ha separado en ningún momento de Carolina Monje, su nuera. En este tiempo, ambas se han llamado y apoyado muchísimo.
Todo por Álex, todo por ese pequeño campeón que perdía la vida el pasado 13 de mayo en Barcelona después de dos años luchando contra un sarcoma de Ewing. El joven emprendedor fallecía en pleno estado de alarma y a su entierro no pudieron acudir todas las personas que lo querían. Tan solo sus padres y Carolina, la que fue su pareja sentimental. Por eso, la propia Ana se ha encargado de que su hijo pueda tener esta despedida, justo una semana después del día en que el joven habría cumplido 28 años.
La polifacética actriz está atravesando el momento más difícil de su vida, un proceso que ha sido el trágico resultado de dos años de lucha. Una enfermedad en la que Ana Obregón y Alessandro Lequio no se han separado del que será por siempre "su pequeño". Pese al dolor, la estrella de la pequeña pantalla ha plasmado a lo largo de estos meses sus emociones en las redes sociales, sentidos homenajes que reflejan que Álex Lequio sigue y seguirá estando muy presente en la vida de su madre.
Los 28 años de Álex
El pasado martes 23 de junio, Álex Lequio habría cumplido 28 años. Un momento muy duro para Ana que la presentadora intentó paliar publicar una preciosa carta a través de sus redes sociales. "Hoy hace 28 años de mi foto favorita a los pocos días de tu nacimiento. Llegaste la noche más mágica del año y me regalaste un significado para esta vida que hasta entonces no había encontrado. Tengo el honor de ser tu madre, de haberte visto crecer, jugar, estudiar, reír, superarte, madurar, trabajar, brillar, amar, dar, sufrir, llorar y luchar hasta el final como un gladiador. Tu película favorita", comenzaba la misiva.
Y continuaba: "Me ha llenado de orgullo verte soplar durante 27 años las velas de tu tarta de cumpleaños. Hoy el cielo se iluminará con 28 velas inmensas como tú y al soplarlas, estoy segura de que escucharás el infinito aplauso de muchas personas que te quieren y otras que te admiran porque tus huellas han conseguido que todos seamos mejores personas. Muchas felicidades, hijo mío. No sabes cómo duele no poder estar a tu lado y la eternidad de tu ausencia". Para concluir, Obregón terminaba con lo siguiente: "Te quiero desde siempre y para siempre".
[Más información: Ana Obregón, rota de dolor, ultima los preparativos de la misa por su hijo, Álex]