La La Land: el vestuario que se quedó sin Oscar
Nominada a catorce premios de la Academia, era la gran favorita para llevárselos todos. Se quedó con seis y el Mejor Diseño de Vestuario no estuvo entre ellos.
27 febrero, 2017 19:00Clásico, atemporal y con toques retro. Así es el vestuario que la diseñadora Mary Zophres creó para La La Land, nominada al Oscar en la categoría de Mejor Diseño de Vestuario. Un premio para el que compartía nominación con Aliados de Joanna Johnston, Animales fantásticos y dónde encontrarlos de Colleen Atwood, Florence Foster Jenkins de Consolata Boyle y Jackie de Madeline Fontaine. Fue David Yates quien acabaría por llevárselo.
La diseñadora se inspiró en los grandes clásicos musicales, como Los Paraguas de Cherburgo (1964), Melodías de Broadway (1929), considerado como el primer gran musical o En alas de la danza (1936), para crear un vestuario moderno pero nostálgico que demostrase el amor de ambos personajes por la historia. Una carta de amor a la ciudad de Los Angeles que nos recuerda, gracias a su estética, a la era dorada de la Metro-Goldwyn-Mayer. Y lo hace a través de su ritmo y sus colores.
La La Land, ciudad de las estrellas es la historia de la vida. Norteamérica es la tierra de las oportunidades sí, pero la vida se impone para todos, incluso para ellos. Con más de cincuenta cambios de vestuario, la diseñadora se quiso centrar en los colores para transmitir las emociones de sus dos protagonistas y cómo ellos también pasan por esa vida.
Una amplia paleta de tonos y diferentes saturaciones que se centra más en la forma y la funcionalidad para los números musicales. Y es que Zophres no quiso perder de vista que sus diseños debían servir para bailar. Algo que no le resultó nada complicado para ella (Mia, interpretada por Emma Stone), pero sí para él, (Sebastian, interpretado por Ryan Gosling), para el que tuvo que acortar los pantalones.
VESTIDOS 'RETRO' AÑOS 50 PARA MIA
Los vestidos de Mia se inspiran en grandes figuras del cine clásico como Ingrid Bergman, Catherine Deneuve o Grace Kelly. Una camarera que intenta hacerse un hueco en el mundo de la actuación y a la que, según Zophres, le sientan bien las líneas limpias, las faldas con vuelo y el escote halter; que además, son perfectos para bailar.
El vestuario ideado para ella no deja de ser clásico y natural, con cierto toque romántico que le acompaña desde su primera camisa blanca manchada de café (al más puro estilo Bergman, justo antes de acudir a una audición) hasta el increíble vestido negro del final. Y es que Mia pasa de los colores vibrantes, como el verde y el azul, hasta los menos saturados y un elegante little black drees con el que Mia descubre eso de lo que habla la película, la vida.
El alegre vestido amarillo está pintado a mano con corte a la cintura y falda al biés. Con un escote cuadrado en la espalda, el diseño es sinónimo de juventud. Y es que si nos fijamos en las apariciones de Stone en las numerosas alfombras rojas que ya ha pisado, el amarillo le sienta fenomenal. Algo de lo que también se percató Zophres; de ahí que eligiese este color para ella en el número de Duet, el primer baile que tiene con Sebastian.
El vestido azul klein, con el que tiene su primer encuentro con Sebastian (el primero, no nos olvidemos, fue en la autopista), sigue las líneas que la maison Dior impuso en la década de los 40. Con escote halston y falda evasé, la intensidad de su gasa de seda en azul invita al acercamiento con la actriz, según afirma Zophres. Un vestuario que está diseñado, en su gran mayoría, en tonos fuertes pero lisos; a excepción de los pocos vestidos midi con estampados florales o lunares.
El verde con un escote en V en la espalda y un recogido para darle todo el protagonismo, es el vestido que da paso a uno de los momentos más importantes de la película. Con un corte más moderno, a partir de él, llegarán los tonos más calmados. Y, al final, estará el negro. El color que lo cierra todo. La elegancia de la madurez.
LOS TRAJES NOSTÁLGICOS DE SEBASTIAN
Un músico de jazz que, inevitablemente, tenía que sentir pasión por el pasado. Pero él también evoluciona, y lo mismo hace su vestuario: pasa del marrón y los tonos tierra al azul y, como ella, al negro. Pero si hay algo que destaca, sin duda, son sus zapatos en dos tonos que se llevaron mucho durante los años 40 y que, en algún momento de la película, comparte con ella. Están llamados a convertirse en todo un must de temporada.
Su armario es formal y arreglado, con trajes sastre de dos y tres piezas. Prendas que se confeccionaron a medida para un pianista con una pasión por la que lucharía hasta el final.
La inspiración de su personaje llega de la mano de Marc Michel en Lola (1968) y en otros músicos de jazz como el pianista Bill Evans o el compositor Hoagy Carmichael. Camisas blancas y elegantes pantalones que tuvieron que recortarse para ajustarse mejor a un "Gosling muy esbelto"; palabras de Zophres. Una diseñadora que ya había trabajado con ambos actores, que se sentó con ellos y con el director (Damien Chazelle), para crear un vestuario que se ha quedado sin el codiciado Oscar pero que, sin duda, es una auténtica lección de moda.
Si quieres saber más cosas sobre este premio, no tienes más que seguir leyendo su recorrido a lo largo de la historia de los Oscar.