La dinastía Markle: así es la conflictiva familia que entrará en Buckingham
En el cuento principesco de Meghan no faltan los hermanastros que le hacen la vida imposible. Ni tampoco la venganza, la delincuencia ni la miseria económica.
1 diciembre, 2017 01:54Noticias relacionadas
Las princesas ya no tienen sangre azul ni reciben clases de protocolo nada más nacer. Las casas reales de medio mundo han rechazado el linaje monárquico para dar paso a una nueva generación de ascendencia más 'plebeya'. Meghan Markle (36), la futura esposa de Harry de Inglaterra (33) es el claro ejemplo de ello. Una actriz estadounidense, afroamericana, divorciada y con una familia algo desestructurada entra en el palacio de Buckingham para demostrar que los modales regios son cosa del pasado.
Meghan pertenece a una familia que siempre ha tenido muy cerca el mundo artístico y quizá por eso a ella le picó 'el gusanillo' de la interpretación. No tenían coronas ni comodidades, su día a día se basaba en sobrevivir soñando con que llegara al día siguiente una oportunidad mejor y, en parte, el deseo se ha visto cumplido con el compromiso de la actriz con el príncipe inglés.
Thomas W. Markle (72), el padre ermitaño en Hollywood
Fue durante décadas un reconocido iluminador televisivo que siempre trabajó en la sombra. Por su gran labor detrás de la pequeña pantalla recibió un Emmy en 1975, pero tras años de duro trabajo y expuesto a mucha presión del sector hollywoodiense, decidió retirarse de ese mundo y asentarse en una tranquila aldea de México.
Nunca le han gustado los focos y le encanta vivir aislado de las grandes ciudades. Más aún cuando cayó en bancarrota a principios de los 2000, pero la suerte y un décimo ganador de la lotería le otorgó 750.000 dólares. Pese a vivir bien, sigue sin querer mostrarse públicamente. Por ese motivo, nunca han trascendido imágenes junto a su hija tras el compromiso real. No obstante, Meghan sigue en contacto constante con su padre y mantienen muy buena relación.
Thomas conoció a Doria, la madre de Meghan, durante la grabación de la serie Hospital general. Él se encargaba de coordinar los asuntos tras las cámaras y ella era la maquilladora oficial del set de rodaje. Él, entonces, estaba casado y con dos hijos, pero lo dejó todo. Finalmente su relación no duró lo suficiente y la ruptura llegó cuando su única hija en común tenía seis años. Sin embargo, el lazo de unión entre padre e hija no se vio afectado y sigue siendo fuerte a día de hoy. De hecho, se espera que le visite en su residencia mexicana a lo largo de estas semanas, y según se ha publicado en el diario británico Dailymail, Thomas ya conoció en persona al propio Harry.
Doria Ragland (62), la madre del 'espíritu libre'
La progenitora de Meghan es amante de todo lo natural, de la justicia, del poder de la solidaridad y la ayuda al prójimo. Se graduó en Trabajo Social hace solo unos años y es que en su veteranía es todo un ejemplo de lucha y de reinventarse constantemente. Actualmente dirige con éxito un centro de yoga, donde cultiva su espiritualidad y se centra en el bienestar de los demás. Un triunfo personal que le llega después de vivir prácticamente en la miseria en 2002, cuando su economía quedó en números rojos, pero salió adelante gracias a su filosofía de vida.
Su espíritu hippie es algo que siempre quiso inculcar a su hija, del mismo modo que la necesidad de reivindicar el poder de las mujeres y lo importante que es sentirse orgulloso de sus raíces. Por eso la bandera de Meghan se rige en ese sentido, y no ha perdido la oportunidad de hablar ante la ONU sobre el empoderamiento femenino y de mostrarse feliz con su mestizaje de razas.
Samantha Grant (51), la hermanastra envidiosa
Solo hay que leer el titular del libro que está escribiendo Samantha para entender lo que siente por Meghan: El diario de la hermana de la princesa trepa. Es la hija del primer matrimonio de Thomas Markle y compartió muchos momentos de la infancia de la futura esposa de Harry.
Vive atada a una silla de ruedas por el diagnóstico de esclerosis múltiple que le detectaron hace nueve años, pero eso no le ha impedido alzar la voz en todo lo que se ha propuesto. Lo último ha sido afirmar que su hermanastra no es digna de entrar en la Casa Real británica porque "si la familia real inglesa supiese cómo ha tratado Meghan a su propia familia, quedaría horrorizada", decía. Se ha pasado los meses de plató en plató y con cientos de llamadas de medios para conocer su opinión de la ya prometida de Harry y nunca lo hacía para llenarla de halagos, precisamente.
Pero hace unas semanas todo cambió. Al llegar el otoño la visión de Samantha hacia su hermana por parte de padre se transformó radicalmente y ahora no quiere dañar la reputación de la actriz y se ha dedicado a retroceder en sus palabras y mostrar la cara más amable de Meghan. Sin duda este movimiento podría responder a que quiere una invitación de primera fila para la boda.
Thomas Markle Jr (50), el hermanastro ilegal
Siempre hay una oveja negra en cada familia y en la de Meghan es su hermanastro. Fue arrestado a principios de este año por poner una pistola en la cabeza a su novia durante una discusión y también son conocidos sus problemas con el alcohol.
Se casó y su matrimonio duró 11 años. Fruto de esa unión tiene dos hijos, pero todo empeoró con su vicio con la bebida, tal y como señaló su propia exesposa cuando firmaron el divorcio. Desde entonces vive en Oregon, donde asegura "estar buscando ayuda" por sus problemas alcohólicos y sus ataques de violencia. Y es que cuando ocurrió el suceso de la pistola él no tenía licencia de armas y llevaba tiempo amenazando a su expareja con utilizarla contra ella. Con ese historial resulta sencillo entender por qué Meghan nunca habla de él.
Trevor Engelson (40), el exmarido vengativo
Si la venganza tuviera un guion la historia estaría protagonizada por Trevor. El exmarido de Meghan, que trabaja como productor de televisión, ha sacado partido a la nueva vida de su exmujer y ha creado una serie basándose en lo que le ha ocurrido a la actriz. El argumento de su producción para la pequeña pantalla se centrará en un estadounidense divorciado con una exesposa que se casa con un príncipe británico. Nada es casualidad y todo ha sido ideado a posteriori.
Pero la puesta en marcha de la venganza se hizo aún mayor en septiembre. Y es que la cadena Fox anunció su compra del proyecto en la misma fecha que se conocía la primera imagen pública de Harry y Meghan en los juegos Invictus. De nuevo, nada suena a mera casualidad.
Sus amigos destacan de él lo meticuloso que es para todo. Le definen como discreto y workaholic -adicto al trabajo-, algo que al principio de su relación con Meghan fue una virtud, pero después se convirtió en un gran defecto. La actriz tenía 23 años cuando conoció al productor, y poco a poco los dos se hicieron un hueco en la meca del cine. Estuvieron conociéndose seis años y se prometieron en 2011, pero dos años después el amor se acabó. Y ahora que la vida de Meghan se convierte en un cuento de príncipes y castillos, al productor se le ha encendido la bombilla de la creatividad y la venganza.
[Más información: El exmarido de Meghan Markle prepara su venganza]
Un antepasado que une a Meghan y Harry como primos lejanos
Los futuros marido y mujer son en realidad primos de decimoquinta generación. El príncipe y su prometida están emparentados a través de un antepasado de la reina Isabel, bisabuela de Harry. Meghan, a su vez, desciende por parte paterna de Ralph Bowes, comisario del Condado de Durham en el Castillo de Streatlam. Concretamente, los Markle descienden de la nieta de Ralph Bowes, Bridget Bowes y de su esposo John Hussey que cuando se instalaron en Massachusset continuaron con la saga hasta llegar a la actual generación.
El tío de Bridget Bowes es el que liga a Meghan con su futuro marido. Este antepasado heredó el castillo de Streatlam y la finca Bowes y los transmitió a través de sus descendientes varones. Sir George Bowes heredó las posesiones y tuvo una hija con su segunda esposa, Mary Bowes. Esta más tarde se casó con John Lyon, 9° Conde de Strathmore y Kinghorne, y este agregó Bowes a su apellido para poder heredar la fortuna de su esposa. Y así se crearon los ilustres Bowes-Lyon, apellido de Isabel Bowes-Lyon, la madre de la reina Isabel II y, por lo tanto, bisabuela de Harry.
[Más información: Buckingham se renueva: ¿habrá un futuro bisnieto negro para Isabel II?]