Aunque España es el mayor productor mundial de aceitunas y de aceite de oliva, existe un producto procedente del olivar al que aún no hemos prestado la atención que merece y sigue siendo un gran desconocido para todos. Poco sabemos aún de las ventajas de usar Aceite de Orujo de Oliva en nuestra cocina.
El aceite es un básico a la hora de preparar cualquier elaboración: todos tenemos muy claro que está presente en recetas de todo tipo, tanto dulces como saladas. Pero lo que nos cuesta más es saber qué tipo de aceite nos va a dar mejor resultado para cada plato. La respuesta a esa duda dependerá mucho de qué queramos preparar, pero sin dejar de tener en cuenta el sabor y la rentabilidad. Por eso, el Aceite de Orujo de Oliva es una opción muy interesante por su versatilidad en cocina, pues se comporta muy bien en aquellas técnicas de cocción que requieran someter el aceite a altas temperaturas, y por su excelente relación calidad – precio.
Aceite de Orujo de Oliva, la mejor opción para freír
Si tuviéramos que elegir cuál es el uso en el que el Aceite de Orujo de Oliva no tiene rival, ese sería la fritura, una de las técnicas culinarias más arraigadas a nuestra cultura gastronómica y donde más cantidad de producto necesitamos (no hay que olvidar que para freír de manera adecuada y conseguir frituras que no queden aceitosas y sí muy crujientes hay que sumergir completamente el alimento en aceite).
En este sentido, el Aceite de Orujo de Oliva destaca por su estabilidad y durabilidad, pues puede usarse para varias frituras sin que se alteren sus propiedades. En concreto, puede reutilizarse más del doble de veces que el aceite de girasol convencional, según estudios realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Un dato que, pensando en la economía doméstica, le convierte en un producto muy interesante, con el consiguiente ahorro para el bolsillo.
Además, el Aceite de Orujo de Oliva es muy resistente a las altas temperaturas ya que soporta hasta los 230 – 240 ºC sin quemarse y sin alcanzar su punto de humo, por lo que minimizamos el riesgo de que se estropee (la temperatura adecuada para fritura es de 180 ºC). Como ventaja adicional, se caracteriza por un sabor suave, lo que nos permitirá disfrutar del gusto original del alimento que estamos friendo, desde una guarnición de patatas, a una ración de croquetas o pescaíto frito pasando por una tempura de verduras.
Otros usos del Aceite de Orujo de Oliva
Más allá de la fritura, las propiedades organolépticas del Aceite de Orujo de Oliva hacen que también funcione muy bien para preparar salsas, postres y sofritos. Podremos sacarle mayor partido utilizándolo en otras elaboraciones habituales en la cocina del día a día. El secreto está en un sabor neutro, siendo una elección recomendable para recetas tan cotidianas como mayonesas, hojaldres o bizcochos.
Propiedades nutricionales del Aceite de Orujo de Oliva
El Aceite de Orujo de Oliva es una de las cuatro categorías de aceite que procede del olivar. De ahí su valor nutricional: muy rico en ácido oleico (hasta un 80 %) y con compuestos bioactivos (2 %) algunos de ellos exclusivos, como el escualeno o el betasitosterol, que le aportan propiedades diferenciales como su excelente estabilidad. Precisamente, estos compuestos tienen especial interés porque estudios recientes del CSIC han demostrado que resisten a la fritura y se transfieren a los alimentos fritos mejorando su calidad nutricional.
Ahora ya lo conoces: el secreto mejor guardado del olivar se llama Aceite de Orujo de Oliva. Un ingrediente que puedes usar en numerosas recetas por su calidad, rentabilidad y versatilidad.
ORIVA, una asociación para poner en valor el Aceite de Orujo de Oliva
ORIVA es la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva, entidad sin ánimo de lucro dedicada a promover el conocimiento e investigación del Aceite de Orujo de Oliva.
Fundada en mayo de 2015, su misión es promover y potenciar el consumo de Aceite de Orujo de Oliva mediante acciones de comunicación, acuerdos estratégicos y, como eje fundamental, la investigación, de la mano de científicos de primer nivel. Su puesta en marcha marcó un hito ya que, por primera vez, una organización aglutinaba a todos los integrantes que conforman la cadena de valor del Aceite de Orujo de Oliva.