Alerta en España por la brutal explosión de casos de dengue en Sudamérica: "Debemos ser precavidos"

En España la presencia de mosquitos relacionados con su transmisión es cada vez mayor. El aumento mundial de la movilidad y el de las temperaturas, consecuencia del cambio climático, hacen de nuestro país una zona vulnerable a su expansión.

Los casos de dengue en todo el mundo se multiplicaron por diez en las dos primeras décadas de siglo: en 2019 ya fueron 5,2 millones de casos. Como pasó con casi todas las enfermedades transmisibles, la pandemia de Covid redujo la incidencia pero ya en 2023 la tendencia se revertió.

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Entre enero y abril de 2024, sin embargo, el número de casos sospechosos solo en Latinoamérica ha aumentado un 304%, según el último informe de la Organización Panamericana de la Salud.

Hay 4,2 millones de casos sospechosos y 1,7 millones de infecciones confirmadas en los primeros cuatro meses del año. Solo en Brasil se han contabilizado 381.414 casos en la última semana, seguido de Argentina (29.217) y Perú (18.143).

Además, han sido notificados 3.480 casos de dengue grave y 1.423 muertes.

Para María Velasco, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la situación es "preocupante" y "tenemos que ser precavidos" en nuestro país por el riesgo de transmisión, pues la presencia del dengue ha ido creciendo en los últimos años.

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En España se han notificado cerca de 2.000 casos de dengue desde 2015, año en que se estableció su declaración obligatoria. El 99% de ellos han sido importados. En 2021, fruto de la pandemia, solo hubo 50 casos, pero en 2022 se observó un repunte hasta los 504.

Los primeros casos de transmisión autóctona del dengue en nuestro país datan de 2018, con un brote de cinco casos en Murcia y otro caso aislado en Cataluña. En 2019 se detectaron dos (uno en Cataluña y otro en Madrid) y en 2022 hubo seis tras un brote en la isla de Ibiza (uno confirmado, uno probable y cuatro sospechosos).

Un informe del Ministerio de Sanidad realizado el pasado julio señalaba que España reúne las condiciones necesarias para que se produzca la circulación de los virus de dengue, zika y chikungunya, todos transmitidos por los mosquitos del género Aedes.

Aedes albopictus, llamado mosquito tigre, fue detectado por primera vez en nuestro país en 2004, en Cataluña, y ahora está establecido a lo largo del litoral mediterráneo, desde Girona a Cádiz.

Aedes aegypti, que es la especie predominante en América Latina, se detectó en 2017 en Fuerteventura, en La Palma en 2022 y en Tenerife en 2023.

Mosquitos en Gran Canaria

A finales del pasado noviembre se identificó por primera vez un ejemplar en Las Palmas de Gran Canaria, en el barrio de Piletas, y no ha parado de observarse desde entonces.

La última actualización de los informes de situación del ministerio, que data de finales de marzo, confirmaba la presencia de ejemplares adultos o puntos de cría en más de 50 viviendas de dicho barrio, y se sospechaba de más puntos de cría al detectar machos de la especie en zonas donde no se habían detectado (no suelen alejarse del punto de cría).

Este informe calificaba el riesgo de nuevas introducciones de este mosquito en las islas como alto, y de expansión de este mosquito en Gran Canaria como moderado. De establecerse, "supondría un riesgo para su introducción en otros puntos del territorio nacional".

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El propio documento advierte de que la introducción de Aedes aegypti "en un territorio de España constituye un evento sanitario de importancia nacional e internacional", y debe controlarse.

María Velasco, que es presidenta del Grupo de Estudio de Patología Importada de la SEIMC, explica que Aedes aegypti "es más eficaz transmitiendo la enfermedad" y que su introducción "supondría un escalón más de riesgo de casos de dengue autóctono y circulante" en nuestro país.

Son mosquitos que "se adaptan muy bien, con un poco de agua y una temperatura por encima de los 10 grados, y es muy invasor". En las zonas donde se ha detectado ha habido un control intenso, con fumigaciones masivas para que no escape ninguno.

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El aumento de la temperatura media propiciado por el cambio climático hace de los países de clima templado, donde no aguantaba debido a los fríos inviernos, lugares ideales para expandirse en la actualidad.

Por su parte, Agustín Benito, director del Centro Nacional de Medicina Tropical, perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, considera que es "francamente difícil evitar la extensión de los mosquitos invasores".

Sin embargo, recuerda que se pueden tomar medidas de "prevención y control vectorial, evitar recipientes que puedan llenarse de agua estancada que permitan el desarrollo del ciclo del vector y usar repelentes".

Turismo desde zonas endémicas

Sin embargo, los mosquitos por sí solos no son suficientes para transmitir el dengue. Ahí entra en juego el segundo factor de riesgo: la cada vez mayor movilidad internacional en un mundo globalizado.

El auge del turismo desde zonas endémicas incrementa el riesgo de aparición de casos importados. España recibió en 2023 la cifra récord de 85 millones de turistas, superando los datos de 2019. Argentina y Brasil aportaron conjuntamente más de un millón de turistas a nuestro país.

Velasco explica que una presencia sostenida de mosquitos transmisores y una afluencia de casos importados es un caldo de cultivo ideal para la expansión del dengue en nuestro país.

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Aunque cree que estamos a tiempo de evitar que Aedes aegypti se establezca, considera que los profesionales médicos deben prepararse para reconocer y detectar la enfermedad, pues "no está en la mente de la mayoría de médicos de primaria o urgencias".

La infección por virus de dengue es asintomática en entre el 40% y el 80% de los casos. Los síntomas suelen ser similares a los de una gripe, y el pequeño porcentaje de casos graves produce fiebres hemorrágicas.

"No existe un tratamiento específico sino que es sintomático", explica la doctora. "Hay que saber cuándo puede tornarse grave".

Con todo, al transmitirse por virus, el riesgo de explosión de brotes en poco tiempo es menor que en el caso de la Covid. No se requiere aislar al paciente ni el uso de equipos de protección individual.

Existen varias vacunas y una de ellas se vende en las farmacias de nuestro país. No está financiada y requiere de receta, pero solo se prescribe a personas que vayan a pasar dos semanas o más en zonas endémicas o con brotes.

Agustín Benito explica que la vacunación solo es recomendable en viajeros que van a zonas endémicas, como "Brasil y Argentina ahora, y el sudeste asiático", y de momento no es necesario vacunar a la población general "aunque haya presencia del vector, Ae. aegypti o Ae. albopictus o mosquito tigre, este último distribuido por toda la cuenca mediterránea".

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Aunque hay comunidades, como Cataluña, que han adquirido un número importante de dosis de forma preventiva, María Velasco apunta que la necesidad de vacunar a grupos poblacionales concretos no existe actualmente.

Sin embargo, recomienda estar alerta. "En América se enseña a los niños en los colegios a no dejar macetas con agua ni resquicios donde los mosquitos puedan criar. Eso se está empezando a hacer en España".

Hay recursos de ciencia ciudadana, como la red Mosquito Alert, donde cualquier persona con un móvil puede fotografiar un insecto sospechoso para que sea examinado por los expertos y poner en marcha las medidas adecuadas si se trata de uno del género Aedes.

"Con este sistema hemos detectado mosquitos en Asturias, en una zona fría en una temporada fría. Se alertó al sistema de vigilancia de la zona, encontraron los mosquitos y acabaron con las posibles larvas", gracias a la colaboración ciudadana.