Los 'siete mandamientos' que cumplen las personas que nunca sufren cáncer en España según la ciencia
Hasta el 40% de los casos de cáncer se pueden prevenir con hábitos de vida sanos, indispensables si queremos llegar a evitar la enfermedad.
11 diciembre, 2023 02:54El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del cáncer (WCRF/AICR por sus siglas en inglés) presentaron en 2018 los siete hábitos de vida relacionados con la protección frente al cáncer. Cumplir con estos siete consejos se relacionaría con las mayores oportunidades de evitar sufrir un cáncer de cualquier tipo a lo largo de nuestra vida.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista BMC Medicine ha podido comprobar que, a mayor adherencia a estas recomendaciones, menor sería el riesgo de cáncer en general. Pero, además, se ha apreciado un particular poder protector frente a la posibilidad de sufrir cáncer de mama, colorrectal, riñón, esófago, ovario, hígado y vesícula biliar.
Dentro de los factores que componen el estilo de vida, la dieta, la actividad física y la composición corporal son los elementos que más fuertemente se relacionarían con diversos tipos de enfermedades crónicas, incluido el cáncer. El 40% de los cánceres podrían atribuirse a factores de riesgo modificables como el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, la escasa ingesta de fibra y el consumo de alcohol.
Las recomendaciones incluyeron un paquete de opciones de estilo de vida saludables que, por separado, ya reducirían el riesgo de sufrir cáncer y otras enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares. Pero seguir estas recomendaciones de forma simultánea multiplicaría su potencial.
Estas siete recomendaciones del WCRF/AICR fueron:
- Mantener un peso saludable.
- Realizar actividad física.
- Consumir una dieta saludable.
- Reducir el consumo de comida rápida y comida procesada.
- Reducir el consumo de carne roja y procesada.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas.
- Limitar el consumo de alcohol.
Durante el nuevo estudio, los investigadores analizaron la relación entre el cumplimiento de estas recomendaciones y el riesgo final de sufrir cáncer en 94.778 adultos que habían cedido sus datos al Biobanco de Reino Unido. Su edad media era de 56 años.
Se recogieron datos dietéticos y de actividad física de los participantes, incluyendo medidas de índice de masa corporal y circunferencia abdominal. El nivel de adherencia de las recomendaciones se midió sobre una puntuación máxima de 7 puntos, siendo la puntuación media de adherencia de 3,8 puntos entre los participantes.
Por otro lado, se recopiló la incidencia de nuevos cánceres a partir de datos del registro de cáncer. Se llegó a la conclusión de que alrededor del 8% de los participantes (7296) acabó desarrollando cáncer durante el periodo de estudio.
Así pues, según los datos del estudio, por cada punto de aumento en la puntuación de adherencia, el riesgo de cáncer se reducía en un 7%. Los participantes con unas puntuaciones de adherencia más altas (4,5 puntos o más) tenían un riesgo general de cáncer un 16% menor.
Por su parte, también se comprobó que por cada punto de aumento en la puntuación de adherencia, el riesgo de cáncer de mama y cáncer colorrectal se reducían en un 10%, el de cáncer de riñón en un 18%, el de cáncer de esófago en un 16%, el de cáncer de hígado en un 22%, el de cáncer de ovario en un 24%, y el de cáncer de vesícula biliar hasta en un 30%.
Como limitaciones del estudio, cabe destacar que se trata de un estudio observacional, y no es posible asegurar una relación causal entre el cumplimento de las recomendaciones del WCRF/AICR y el riesgo de cáncer. Los investigadores sugieren la necesidad de realizar más estudios al respecto, con el objetivo de comprender mejor los mecanismos que vinculan estas recomendaciones con una reducción efectiva del riesgo de cáncer.