Por qué abundan los 'selfies sexys' de mujeres: la polémica teoría sobre la rivalidad femenina
Según una investigación publicada en 'PNAS', la belleza sería el modo de alcanzar un mayor estatus en sociedades económicamente desiguales.
13 marzo, 2023 00:55Existe una batalla entre las propias mujeres. Y no es la ya más que hablada división del 8-M. Es una pugna que hunde sus raíces en hechos biológicos, sociológicos y psicológicos, como denuncian en su nueva obra las autoras Élisabeth Cadoche y Anne de Montarlot, las artífices del afamado manual El síndrome de la impostora: ¿por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas?. Ahora, en La rivalidad femenina y cómo acabar con ella (Península) defienden que la competición entre las mujeres no es un mito, sino "una realidad que experimentan casi todas las mujeres y de la que no se habla".
Pero, ¿por qué se iba a abandonar el camino de la sororidad para entrar en la competición? "La belleza es el terreno más abonado para la rivalidad entre mujeres", sentencia el libro. "Al crear diferencias entre las personas, también crea rivalidades, sobre todo desde que la elección de pareja es libre", prosigue.
La obra sirve de contexto para volver a poner sobre la mesa una polémica investigación que, en su momento, dio de qué hablar en países de todo el mundo. Publicada en 2018 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de los Estados Unidos y comandanda por la psicóloga social evolutiva Khandis Blake, ahora profesora de la Universidad de Melbourne (Australia), tenía como objetivo estudiar por qué las mujeres mostraban tendencia a protagonizar más selfies sexys que los hombres en redes sociales.
Según postuló la investigación, en los países o regiones en los que había más desigualdad económica entre unos miembros de la comunidad y otros, las mujeres adaptaban su lucha por la supervivencia usando otro arma, el de la belleza. Así, en base a lo que presupone el estudio, el selfie sería su medio para competir en un medio en el que conseguir un buen estatus está reducido a unos pocos privilegiados.
El 'selfie' como arma
El análisis se hizo con datos de 113 naciones y usó todos los selfies publicados durante un mes en Twitter e Instagram utilizando etiquetas como #sexy #sexyselfie. De las 453.335 publicaciones, 1.500 contenían dichos tags y tres cuartas partes involucraron a mujeres.
"En términos evolutivos, este tipo de comportamientos son completamente racionales, incluso adaptativos. La idea básica es la forma en la que las personas compiten por encontrar parejas y qué cosas pueden hacer para ello. Aquí es donde encaja esta investigación: se trata de cómo compiten las mujeres y por qué compiten", declaraba Khandis Blake sobre su investigación para el portal de prensa de la UNSW (Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia).
Si otros teóricos, como el biólogo evolutivo de la Universidad de Harvard, Joseph Heinrich, afirman que los hombres, cuando tiene que competir en un escenario en el que escasean las parejas, utilizan la fuerza, según esta investigación, las mujeres emplearían la belleza. La sexualización de las mujeres estaría impulsada por una competencia por una buena vida en un mundo desigual.
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Lo que a día de hoy es el selfie, en La rivalidad femenina, por ejemplo, lo explican con modelos de antaño, como el funcionamiento de la favorita, es decir, la amante del rey. "La pionera fue, sin ninguna duda, Agnès Sorel, la primera favorita de Carlos VII. Ella se atrevió a mostrar sus atributos con vestidos escotados y que dejaban los hombros al descubierto, y todas las mujeres querían rivalizar en elegancia con ella", se lee en el libro.
Un artículo criticado
El problema de la investigación, que fue por lo que terminó dando de qué hablar en otros países, como Reino Unido, donde una columnista de The Guardian criticó con fiereza sus resultados, es que, encerrándose en su conclusión de que era sólo la desigualdad económica lo que impulsaba la sexualización, ya que la mayoría de los selfies proveían de países WEIRD —un término que emplea en guiño al citado Heinrich y que viene a ser, en términos reduccionistas, occidentalizados—, descarta completamente que sea el machismo lo que lo haga, pues presuponen que, en estas sociedades, ese problema está superado.
Así, un comentario experto difundido en la misma revista, en la PNAS, por la distinguida profesora de Antropología de la Universidad de California, Monique Borgerhoff Mulder, ponía algunos puntos sobre las íes a la investigación. Si bien, valoraba los resultados como "un trabajo innovador con mucho que recomendar", matizaba que no se podían tomar a al pie de la letra.
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"Sólo sabemos que existe una correlación entre la desigualdad de ingresos y el grado de imágenes sexualizadas de mujeres, pero se aprecia una falta de mecanismo causal para el hallazgo", advierte, a la par que lanza una especie de pulla: "Si esto se dan en sociedades en las que verdaderamente se han alcanzado normas de equidad de género, los hombres deberían emplear estas convenciones normativas compartidas".
Es decir, en una profundización de los resultados, para ella, si las sociedades realmente hubieran dejado atrás los mecanismos biológicos primitivos gracias a la evolución, ambos sexos deberían competir por parejas usando los mismos mecanismos y recordemos que el número de selfies sexys de hombres era bastante inferior. Si la belleza sigue siendo lo que utilizan ellas para conseguir mejor estatus en situaciones de desigualdad, algo sigue fallando.
"Sospecho que la respuesta a por qué las mujeres de todo el mundo se publicitan o no sexualmente radica más en el valor reproductivo para los hombres de dominar a las mujeres", sentencia la experta.