Policía Nacional de Salamanca
Un pastel con moho, una amenaza y un chantaje fallido: detenido por extorsionar a una tienda en Salamanca
Exigía dinero al comercio tras alegar que había enfermado por consumir un producto en mal estado con amenazas que se prolongaron durante semanas.
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Un pastel con moho fue la excusa que dio pie a una historia de amenazas, chantaje y llamadas cada vez más insistentes.
La Policía Nacional ha detenido en Salamanca a un hombre de 43 años acusado de extorsionar durante semanas a los trabajadores de una tienda, exigiendo dinero a cambio de no hacer pública una supuesta intoxicación.
Todo comenzó el pasado mes de enero, cuando el detenido compró un dulce en el establecimiento y, al ir a consumirlo, aseguró haber encontrado moho en su interior. La tienda, al conocer la incidencia, respondió con lo habitual: ofreció un cambio del producto y se disculpó por el incidente. Pero la cosa no quedó ahí.
Al día siguiente, el cliente volvió, esta vez asegurando que había tenido que acudir a urgencias por una intoxicación. Una dependienta, preocupada, le facilitó su contacto para conocer su evolución. Fue entonces cuando arrancó la presión: el hombre comenzó a llamar insistentemente, primero a ella y luego al responsable del negocio, exigiendo una compensación económica.
Al principio pedía 6.500 euros. Luego bajó la cifra a 1.000. Pero en cada llamada, las amenazas eran claras: si no recibía el dinero, haría pública su historia, dañando así la reputación del establecimiento. Las llamadas continuaron durante semanas, con tono cada vez más agresivo.
Ante la situación, el comercio puso el caso en manos de la Policía, que abrió una investigación para identificar y localizar al presunto autor. Finalmente, los agentes procedieron a su detención y lo trasladaron a dependencias policiales. El caso ha sido puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Salamanca.
Desde la Policía Nacional recuerdan que las extorsiones de este tipo, aunque poco frecuentes, generan una fuerte presión sobre los trabajadores y empresarios, y animan a denunciar de inmediato cualquier intento de coacción o amenaza.
