Risto Mejide: "Pedro Sánchez aún se resiste a venir a 'Todo es mentira' como muchos políticos. Y yo lo entiendo"

Risto Mejide está de moda en Mediaset. Y se lo ha ganado a pulso. Tras seis años de pico y pala, ha sido capaz de relanzar con Todo es mentira las sobremesas de Cuatro, una franja casi maldita para una cadena que no daba con la tecla para competir contra Zapeando.

El éxito del programa que, al principio "nadie veía", no sólo reside en las buenas audiencias -está en su mejor momento al promediar un 7%-, sino que ha sido capaz de reunir en plató a los protagonistas de la esfera política. 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Yolanda Díaz o el propio Pedro Sánchez se le siguen resistiendo a Todo es mentira. "Y lo entiendo. La política tiene sus momentos y a veces tienes más perder que ganar", se consuela.  

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En los últimos meses, ha tenido de colaborador al exministro José Luis Ábalos, ha sentado a su mano derecha, Koldo García, o a Miguel Ángel Rodríguez, el Jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, este mismo jueves. "A ver si conseguimos a la presidenta", confiesa a BLUPER.

Durante el camino recorrido en este sexenio, Risto ha descubierto "muchas cosas" que le han llevado a respetar la política. "Yo no soy de esos que dicen que todos los políticos son iguales y que todos roban porque eso te lleva a escenarios muy peligrosos".

Risto Mejide entrevistó este jueves a Miguel Ángel Rodríguez en 'Todo es mentira'.

Tuvo tanto tirón, de hecho, que Mejide estuvo a punto de concurrir a las Elecciones Generales del 10-N de 2020 con un partido creado desde el programa: el PNLH (Peor No Lo Haremos). "Las encuestas nos daban un escaño por Madrid. Al final no se pudo hacer porque pagaban muy poco".

En clave televisiva, Risto ha asumido la producción de Todo es mentira y el Chester con Vodevil TV, su nueva productora. "Alessandro Salem y Óscar Cornejo tuvieron claro que yo era el hehedero lógico", asiente. Y sobre la crisis de Telecinco lo tiene claro: "Llevo suficientemente tiempo en este negocio como para saber que esto son tendencias, y hay que bregar con ellas".

Todo es mentira celebró los 1.500 emisiones recibiendo a Miguel Ángel Rodríguez por primera vez. Casi todos los políticos quieren ir al programa.

Cuando sentamos a alguien en el chéster de Todo es mentira no se trata de juzgar, sino de entender, que es lo que le dije a Koldo. El cerco se va a haciendo más pequeño, a ver si conseguimos ya a la presidenta próximamente.

¿Estáis en ello?

Sí, sí.

¿Y crees que será posible?

Sí, ¿por qué no? A veces no es tanto que se te cierren en banda a venir, sino el momento de cada político. Nos ha pasado con políticos de todos los colores y nos pasa con Yolanda Díaz. Tienes que dejar que ese momento pase, y llegará. No tenemos prisa.

¿Crees que Ayuso sería buena colaboradora de Todo es mentira? Ella empezó como tertuliana.

Correcto. Ahí fue justo donde conoció a Miguel Ángel. Los políticos que están de vuelta son más interesantes porque tienen más libertad. Ya han visto el lado oscuro de la política. Por eso me gusta cuando viene un Margallo, que es gente que lleva muchos años en el mundillo y ha visto toda la trastienda.

"Los políticos que están de vuelta son más interesantes porque tienen más libertad"

¿Después de estos 1.500 programas has visto su lado oscuro?

La gente ve lo mismo que yo. Hace muchísimos años, Xavier Sardà me dijo que pensara todo el rato en qué estará pensando en el espectador. Y esa es mi única preocupación en el programa. ¿Se estará entendiendo lo que estamos diciendo? Otra de las máximas es respetar la inteligencia del espectador y no tratar a la gente como si fuera idiota porque no lo es. Las interpretaciones se quedan para mí.

¿Cómo te sientes tras haber marcado este hito?

Muy orgulloso y honrado porque nadie veía este programa en su día. Me pasó como con el Chester. '¿Este tío se va a poner a hablar de política? ¡Venga hombre!'. Y es verdad que nunca he sido especialista en política  ni lo soy. Tener el nivel de colaboradores que tenemos me hace aprender muchísimo, porque vivo en primera persona sus analisis. A mí me gusta ser un intruso porque esa mirada aporta cosas. No estudié Publicidad y acabé siendo publicista; no estudié para presentador ni soy periodista y hago entrevistas. 

Como ocurre en los matinales de radio, ¿Todo es mentira entra en disputa con formatos como Al rojo vivo o La hora de La 1 por llevarse al mejor invitado?

Cada entrevistado tiene una entrevista distinta. Tengo clarísimo que Ferreras no va a hacer la misma entrevista que yo, con lo cual, ¿por qué debería competir en ese sentido? Koldo estuvo aquí en diciembre y el día anterior en un programa de la competencia. El espectador lo sabe, lo nota y lo prefiere. 

"Hay días que nos llaman rojos y comunistas, y otros somos fachas, facistas y fachosfera"

¿Hay alguien que se resista o se haya echado para atrás?

Somos muy transparentes y todo lo ponemos en conocimiento del espectador. Podemos llevar 1.500 programas por eso y por la independencia, de poder dar a la derecha y a la izquierda por igual. Hay días que nos llaman rojos y comunistas y otros somos fachas, facistas y fachosfera. Depende de la actualidad. 

Más allá de Isabel Ayuso o Yolanda Díaz, ¿quién te gustaría tener en Todo es mentira?

Me encantaría tener a Begoña Gómez. ¡Imagínate!

¿Lo habéis intentado con Pedro Sánchez?

Sí. Yo lo he entrevistado dos veces, pero aún se resiste a venir al programa como muchos políticos. Y yo lo entiendo. Como decía antes, la política tiene sus momentos y a veces tienes más perder que ganar. 

Risto Mejide, en la rueda de prensa por el sexto aniversario de 'Todo es mentira'. Mediaset España

¿En qué medida intervienes para conseguir entrevistas? ¿Haces alguna llamada para convencer?

Jamás, porque eso sería poner un grillete personal. Si quiere venir ya sabe que presento yo. Y si no, será mucho más fácil decir que no. Nunca utilizo mis relaciones para intentar conseguir una entrevista.

¿Recuerdas cuando se produjo ese 'sorpasso' silencioso a Zapeando?  

No siento que esté compitiendo con Zapeando. No tenemos nada que ver. La única vez que me preocuparon las audiencias fue el primer año porque estábamos al borde de la cancelación. Es dificil motivar cada día a un equipo sabiendo que a lo mejor te cancelaban el programa. Cuando pasas ese umbral que suele ser la media de la cadena, ya te relajas y empiezas a disfrutar. 

"Siempre he trabajado con total libertad en Mediaset, y por eso estoy aquí. No podría trabajar en otro sitio"

¿Ahora es más complicado informar de política que hace seis años? ¿Notáis esa polarización?

Empezamos el programa con la intención de retratar a nuestra clase política y en el camino hemos descubierto muchas cosas que nos han hecho respetar la política, que no la clase política. La clase política hay de todo como en todas partes y yo no soy de esos que dicen que todos los políticos son iguales y que todos roban porque eso te lleva a escenarios muy peligrosos. Es más, la política ahora es más necesaria que nunca.

Como democracia estamos descubriendo el multilateralismo: una decisión no la puede tomar un sólo partido, y eso es algo muy complejo para todos. Eso ha llevado a gente que llegaba a la política con muchísima prepotencia a la absoluta irrelevancia. Me acuerdo que venían partidos políticos que venían a cambiar el statu quo y ya no están o están a punto de no estar.

A los partidos de siempre les ha obligado a hacer una profunda reflexión en cuanto a su manera de comunicarse con la masa, porque la política es un 90% comunicación y un 10% pacto. Recuerdo que estuvimos a punto de crear un partido político, el PNH, Peor No lo Haremos, y las encuestas nos daban un escaño por Madrid. Al final no se pudo hacer porque pagaban muy poco. Joe, comparas lo que te pagan en televisión y en política y dices 'déjalo'.

Risto, en 'Demos: el gran sondeo'.

Siempre has dicho que la cadena nunca te ha dado ninguna consigna, pero en Demos rompiste un guion. ¿Qué pasó?

Tuve una desavenencia con un directivo, yo no trabajo así y seguimos hacia delante. Siempre he trabajado con total libertad en esta casa, y por eso estoy aquí. No podría trabajar en otro sitio. Veo cómo está el panorama de los medios y me encantan que nadie me diga lo que tengo que hacer. 

¿Qué balance haces de Demos?

Me hubiera encantado que hubiera hecho mejores datos, es evidente. Hay factores exógenos a Demos que no tienen nada que ver con el contenido. La experiencia ha sido espectacular y creo que sigue haciendo falta ese programa. A lo mejor, en otra franja horaria, en otro día de la semana, o no empezando a las once de la noche de un miércoles, podría funcionar.

Hay mil factores que yo no controlo, como la competencia, la franja o el día. Son mil cosas que no puedes gestionar. Yo, como productor y presentador, gestiono lo que hay dentro del programa y eso lo voy a defender siempre. 

"Me hubiera encantado que 'Demos' hubiera hecho mejores datos, pero ha habido factores exógenos"

Al final existe una sensación que da igual lo que haga Telecinco. Este miércoles se estrenó Next Level Chef y pese a tener buenas crítícas pinchó. ¿A qué atribuyes la crisis de audiencia?

Esto es difícil y es cíclico. Yo no sé qué va a pasar en el futuro, pero llevo suficientemente tiempo en este negocio como para saber que esto son tendencias, por lo que hay que bregar con esta tendencia. Si hablamos de Demos, ha sido el programa más difícil de mi carrera y uno de los más gratificantes. Pero yo quería un 16% de audiencia.

¿Te negarías a hacer una entrevista a alguien?

Jamás. Todo el mundo merece una entrevista, incluso un asesino en serie. Si alguien me cae mal no tengo problemas en decírselo al entrevistado.

¿Crees que alguien te teme, ya sea en una entrevista o en un despacho?

No. Temer es una palabra muy gruesa. Creo que saben a lo que juegan conmigo, que no tengo filtro y lo casco todo. Ya está. Se dicen cosas mucho más fuertes en el hemiciclo que en un chester conmigo. Ahora estamos preparando la nueva temporada y puedo avanzar que hay unos perfiles alucinantes que nos están diciendo por primera vez que sí. Y esto es fruto de verme todos los días en Todo es mentira, vienen sabiendo a lo que juegan. 

Risto Mejide entrevistó a Bárbara Rey en 'Viajando con Chester'.

Puedes presumir de haberte sentado con Bárbara Rey sin pagarla. Porque el Chester no se paga, ¿no?

Una de las máximas del Chester es que no se paga a los invitados. De hecho, hay gente que podrían haber venido y les hemos dicho que no porque pedían dinero. 

¿Por ejemplo? 

No lo voy a decir porque es dejarles mal. Imagínate que se lo repiensan algún día.

Estás casi todo el día en la televisión. ¿De dónde sacas el tiempo?

De mi vida personal, que es muy reducida.

"Me sentí el hermano mayor en un divorcio, pero tanto Alessandro Salem como Óscar Cornejo tuviero claro que era el heredero único".

¿Y compensa?

Soy un padre separado y, por lo tanto, hay semanas que no tengo niños por lo que me puedo dedicar todavía más. Pero sí, todo compensa y si no, no lo haría. Nadie me pone una pistola en la cabeza para hacer lo que hago. Me apasiona comunicar, el momento profesional en el que estoy, el haber podido empezar a mis 50 años una productora de tele y el momento social y político en el que estamos.

¿Cómo fue el proceso de cambio de productora?

Al principio me daba mucho miedo porque me sentí el hermano mayor en un divorcio. Pero gracias a la generosidad de Alessandro Salem y a la de Óscar Cornejo, los dos tuvieron claro que yo era el heredero lógico. Luego Salem puso todos los medios para que pudiera hacerme cargo porque fueron meses intensos: presentaba Todo es mentira, grababa Got Talent y pasé a gestionar una empresa con un centenar de trabajadores. Estoy agradecísimo.