Rocío Lucas, la artífice del milagro en PISA de Castilla y León: el modelo del PP que Sánchez quiere copiar

En las tres categorías que evaluó el informe PISA 2022, publicado a principios del pasado diciembre, los castellanoleoneses puntuaron muy por encima de la media española. Así, en competencia matemática el promedio nacional fue de 473 puntos, mientras que el de Castilla y León se situó en 499. En lectura, la media española fue de 474 puntos, mientras que la comunidad autónoma obtuvo 498 puntos. Por último, en el caso de las ciencias, la media de España fue de 484, por los 506 puntos de la región del noroeste peninsular.

La principal artífice de estos resultados es una política educativa autonómica que encabeza desde la Consejería de Educación de la Junta Rocío Lucas. Nacida en Soria en 1970, esta abogada y funcionaria tiene una larga trayectoria en la administración pública regional de Castilla y León.

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Obtuvo plaza como funcionaria del Cuerpo Superior de la Administración regional en 1997, año en que pasó a trabajar en la Oficina Territorial de Trabajo de Soria. Posteriormente tuvo su primer contacto con el mundo educativo, desde la jefatura del Servicio de Profesorado de Educación Pública de Secundaria, Formación Profesional de Adultos y Régimen Especial, dentro del área de Recursos Humanos de la Consejería de Educación. Continuó su trabajo en el mismo departamento, como jefa de Recursos Humanos, de 2003 a 2011.

Fueron estos cargos los que le darían un amplio conocimiento del día a día de los profesores y del funcionamiento del sistema educativo. Años más tarde, esta experiencia la convertiría en la candidata idónea para ponerse al frente de una Consejería de la que dependen en la actualidad cerca de 30.000 docentes en la comunidad, contando la educación escolar y la superior.

En 2011 dejó temporalmente Educación para pasar a la Viceconsejería de Función Pública y Modernización de la Consejería de Hacienda. En 2015 fue nombrada gerente del Servicio Público de Empleo, su último cargo. 

Desde que ascendió a la cartera de Educación tras el triunfo de Alfonso Fernández Mañueco (PP) en las elecciones autonómicas de 2019, su principal obsesión ha sido consolidar un modelo educativo de éxito que el último informe PISA ha confirmado como tal. Revalidó el cargo tras las elecciones de 2022.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. EFE

"La política educativa de Castilla y León avanza en innovación sin perder de vista los valores tradiciones que nos han hecho siempre estar en los primeros puestos de las evaluaciones internacionales: el mérito, la capacidad y el esfuerzo", indican a EL ESPAÑOL fuentes de la Consejería de Educación de la comunidad, como pilares sobre los que se sustenta su política educativa.

Refuerzo y formación

Hay tres factores principales que han apuntalado el sistema castellanoleonés como el más exitoso de España y que lo han situado en el último informe PISA por encima de países con una larga tradición en excelencia educativa, como Canadá o Finlandia: la innovación pedagógica, los cursos de refuerzo y la formación permanente del profesorado. 

Entre estos factores, el más destacado es el del aumento de los cursos de refuerzo. Éstos, al ampliarse, han hecho que los alumnos con peores notas no hayan bajado la media general. Al llegar Lucas a la Consejería, éstos se ofertaban en 4º de la ESO. Pero desde el arranque de la última legislatura, se han ampliado a 3º de Primaria y 1º de la ESO a lo largo del año, así como a 6º de Primaria en las clases de refuerzo de verano.

"Los profesores detectan dónde están las necesidades y proponen a las familias de los alumnos que lo necesiten participar en el programa. Es voluntario, gratuito, por fuera del horario lectivo y lo imparten profesores, que también participan voluntariamente en el programa por el que reciben una compensación económica", indican fuentes de la Consejería a este periódico.

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En 3º de Primaria, los alumnos reciben cinco horas semanales de clases de refuerzo en lectoescritura.  En 1º de la ESO, dos horas semanales de refuerzo en Lengua Castellana y Literatura, dos de Matemáticas, dos de Inglés y cuatro de refuerzo motivacional y habilidades para el estudio. En 4º de la ESO, los estudiantes reciben semanalmente, cuatro horas de Lengua, cuatro de Matemáticas y dos de Inglés. Durante los meses de verano, además, reciben clase de Matemáticas, Lengua e Inglés los alumnos que lo necesiten de 6º de Primaria y 4º de la ESO.

Por otro lado, la formación continua de los docentes "es otra de las prioridades de la Junta", según indica la Consejería. Anualmente, el departamento de Lucas ofrece un amplio catálogo de formación presencial y online que permite a los docentes actualizar y mejorar sus competencias profesionales. 

"Castilla y León invierte el doble que la media del resto de comunidades en formación, unos 1.000 euros por docente y año. Y, mientras que la media nacional de horas de formación cada curso escolar por docente no llega a las 50, en Castilla y León supera las 75", indican las fuentes.

Uso del móvil

Junto a las clases de refuerzo, la innovación y la formación continua de los docentes, la política educativa de la región también ha hecho especial hincapié en los planes de lectura y de matemáticas, así como en un uso responsable y equilibrado de las nuevas tecnologías en las aulas.

Dos alumnas usan sus móviles en el aula. EFE

Esto es especialmente relevante en medio del debate que plantea la eliminación de los móviles de los colegios, dado el mal desempeño de los alumnos. "Castilla y León tiene regulado el uso del teléfono móvil desde el año 2007 en el que un decreto autonómico puso de relieve que los dispositivos digitales debían ceñirse a un uso pedagógico marcado por el docente. Posteriormente se ha desarrollado en los Planes de convivencia y Reglamentos de Régimen Interior de cada centro", dicen las fuentes de la Consejería. "Por otra parte, en las aulas conviven las nuevas tecnologías como apoyo sin renunciar al papel y al libro", prosiguen.

Ley Celaá

Las mismas fuentes añaden que, junto a estas medidas, desde la Junta de Castilla y León se toman "muy en serio la Educación", a la que consideran "una de las prioridades y una de las mayores joyas de la Comunidad", más después de los últimos resultados de PISA. "Cambiar lo que funciona, o pretender dar la vuelta a algo de demostrado éxito, no parece sensato", afirman sobre su modelo. 

Tras la aplicación de la LOMLOE en 2006, también conocida como Ley Celaá, Lucas se ha empeñado en emplear el 40% de competencia autonómica en la elaboración del currículo para mantener en su línea el sistema en Castilla y León. "Con esa ley, el currículum nacional había sufrido una devaluación sin precedentes. Hemos sido muy concienzudos a la hora de elaborar los currículos y complementar todas las carencias que tenía la ley nacional", aseguran las fuentes de la Consejería.

Ahora Sánchez quiere aplicar este modelo al resto de España. El pasado miércoles, la ministra de Educación, Pilar Alegría, se reunió en Madrid con Fernández Mañueco para hablar de "exportar" a todo el país su sistema. "Aunque tarde, nos alegra que nos copien: les ofrecemos nuestra ayuda para implantarlo correctamente", expresó el presidente de Castilla y León el mismo domingo, tras el anuncio de Sánchez.