Rashid Masharawi, cineasta de Gaza: "Los palestinos no queremos ser ni víctimas ni héroes"
- El director, nacido en un campo de refugiados, da voz a 22 cineastas que relatan cómo es la vida entre bombardeos en 'From Ground Zero'.
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La Mostra de Cine de Valencia, uno de los festivales más destacados del cine mediterráneo, que ha cancelado todas sus actividades por los devastadores efectos de la DANA, ha centrado en su 39.ª edición la atención en el conflicto en Gaza, con el cineasta palestino Rashid Masharawi y su filme From Ground Zero como protagonistas.
Nacido en un campo de refugiados en Gaza, Masharawi ha dedicado su carrera a retratar la vida cotidiana y la resiliencia del pueblo palestino, evitando estereotipos y enfocándose en una narrativa humana y universal. Con una obra reconocida en Cannes y Toronto, su cine ofrece una profunda reflexión sobre el arte como resistencia.
En From Ground Zero, Masharawi ha logrado reunir a 22 cineastas —incluyendo a siete mujeres— quienes, a través del lenguaje cinematográfico, nos relatan la vida entre bombardeos. Esta obra única despliega una diversidad de enfoques que transitan desde el documental y el testimonio hasta la animación y la experimentación, culminando siempre en un destello de esperanza.
Para siempre, impregnados en la retina del espectador, quedará aquella mujer que escribe un mensaje a un desconocido deseando estar viva cuando alguien lo lea. También el niño que asiste diariamente a la clase que debería impartir su profesor fallecido y la tesitura planteada por quien no sabe qué libro llevarse al campo de refugiados. Aunque quizá lo que nunca se olvide sea esa historia de niños que, al aprender a hablar, replican el sonido de las ambulancias.
En esta entrevista con Masharawi hablamos de From Ground Zero en un intento de explorar el papel del cine en la preservación cultural y los retos de filmar en contextos de conflicto.
"Las películas de este proyecto están llenas de vida: contienen tanto el dolor y la muerte, como el baile, el humor"
Pregunta. Al ver los 22 cortos que componen esta película sorprende un factor común entre ellos, hablo del uso de colores vívidos, diría vibrantes. En cambio, los recuerdos felices –cuando aparecen— son en blanco y negro. En occidente generalmente vemos la guerra en blanco y negro o, como mucho, en tonos ocre. ¿Mostrar la vida en Gaza en colores fue un propósito desde el principio o una coincidencia entre los directores?
Respuesta. Siempre he dicho que los palestinos no queremos ser ni víctimas ni héroes; aspiramos a ser simplemente personas comunes. Nuestra historia no comenzó ayer: llevamos más de 76 años viviendo esta realidad. Mientras el mundo exterior se enfoca en el presente, nosotros cargamos con un contexto que se extiende a lo largo del tiempo.
»Durante estos años, hemos preservado nuestra cultura e identidad, reflejada en nuestra música, arte, forma de vestir y los colores que usamos, igual que cualquier otra sociedad. A veces olvidamos que todos los seres humanos compartimos las mismas necesidades, sueños y emociones. Sin embargo, el mundo insiste en encasillarnos, aunque en la realidad esas categorías no existen.
»Aquí es donde entra el cine, que permite preservar y expresar nuestra identidad, nuestro arte y, como has observado, nuestros colores. Por eso, las películas de este proyecto están llenas de vida: contienen tanto el dolor y la muerte, como el baile, el humor y las historias de ficción, documentales, animaciones, arte experimental y marionetas. Todo lleno de colores, porque la vida es así, también en Gaza.
P. Uno de los cortos está hecho con marionetas, parece una historia para niños, pero la realidad es que cuenta, con mucho ingenio, una situación común a quienes hoy viven en Gaza. ¿Cómo surgió la idea?
R. Recuerdo bien el corto del que hablas. Está hecho por un artista que, tras perder su casa y ser desplazado, recolectó desechos para construir marionetas y contar su historia con ayuda de familiares y amigos. Al ver su obra, pensé: "La ocupación nunca ganará contra personas que aman la vida y crean arte incluso en medio de la adversidad".
»Aunque enfrentan hambre y peligro constante, siguen produciendo cine. Eso, para mí, ya es una victoria que refleja el espíritu de esperanza y resistencia del pueblo palestino, lanzando un mensaje al mundo árabe y al mundo islámico, que ha hecho poco por apoyar nuestra causa, y lo hace con marionetas, humor y como ya dijimos: color. ¿La idea? Surgió de la necesidad.
P. Uno de los personajes, quizá sea más exacto decir: unas de las personas, nos cuenta ese instante en el que tiene que decidir qué llevarse de su casa cuando se huye de una guerra. Yo le hago la misma pregunta: Cuando se huye de un bombardeo: ¿qué nos llevamos del sitio que fue nuestro hogar?
R. En momentos de emergencia, solemos llevarnos fotografías y recuerdos. En Gaza, sin embargo, a veces los bombardeos son tan repentinos que las personas apenas tienen tiempo para salvarse.
»En uno de los cortos, una mujer elige no llevarse su libro favorito, y luego se siente culpable, identificándose con uno de los personajes de ese libro que dejó. Es una metáfora de nuestra historia, de una catástrofe palestina cíclica.
"Hacer cine es una victoria que refleja el espíritu de esperanza y resistencia del pueblo palestino"
P. Una característica común entre los cortos que compone From Ground Zero es mostrar la vida sin buscar efectos dramáticos, tampoco se hace mención alguna a los ejércitos, ni se exhiben imágenes de violencia. ¿Cuál ha sido el propósito al hacerlo de esta manera?
R. No quiero mostrar cuerpos, sangre, ni explosiones; eso lo dejamos para las noticias. Es mi visión. Incluso los cortos de ficción y animación documentan lo que las personas hacen entre un bombardeo y otro. El cine puede y debe ir más allá de la reacción, siendo una acción en sí misma. Que este proyecto esté en la sección oficial de los Oscar y en casi 100 festivales no se debe a la guerra, sino al valor artístico del trabajo. Lo quise mostrar así para buscar la esperanza y los directores que colaboraron estuvieron de acuerdo. Las noticias son otra cosa.
P. Este proyecto que ha dirigido y coordinado da la sensación que no está acabado ¿Continuará? Y de ser así, ¿tendrán cabida las minorías existentes en Gaza? y hablo de las personas LGTB.
R. Actualmente estoy filmando cuatro películas en Gaza, las hago entre entrevistas y presentaciones. Allí, como en cualquier sociedad, hay personas de la comunidad LGBT que enfrentan su día a día. Son humanos como todos, con su forma de lidiar con las dificultades. Porque, al final, todos somos iguales. Todos estarán representados.
Muchos otros temas quedaron fuera de esta entrevista con una persona tan singular. En la despedida sólo agregué mi deseo que los niños de Gaza aprendan a imitar otros sonidos diferentes a las ambulancias. Esto indicaría que la guerra ha culminado.