El apasionante viaje por las tierras del Bierzo a través de la paz del Valle del Silencio

El Bierzo, comarca situada en el oeste de la provincia de León, destaca por muchas cosas, como su patrimonio, gastronomía y sus gentes. Pero también por su naturaleza, ya que cuenta con infinidad de lugares en los que uno se puede evadir completamente de la actividad del hombre e incluirse en la paz y la tranquilidad que nos brinda el mundo natural y también el rural. Así, conviene mencionar al Valle del Silencio, uno de los lugares más mágicos de El Bierzo.

Se encuentra a pocos kilómetros de la capital de comarca, Ponferrada, y se alza como un valle único, de infinitos campos de cultivo e impresionantes montañas. Es aquí donde hay que mencionar a los montes Aquilianos, de donde los romanos se proveían de agua para las minas de oro que desarrollaron por toda la zona. Además, en este valle también hay pueblos que conviene visitar. A continuación, algunos de los lugares más emblemáticos que podemos visitar en este paraíso berciano.

Ruta en el Valle del Silencio

Cartel de bienvenida.

Antes de adentrarse por completo en el Valle del Silencio hay que darse un paseo por Peñalba de Santiago, uno de los pueblos más bonitos de la región y de España. Sus casas conservan su esencia añeja, con sus corredores de madera, tajados de pizarra y paredes de piedra. Todo ello enclavado en un paraje dominado por vistas a las montañas de alrededor.

Una buena ruta para iniciar desde esta localidad es hasta la cueva de San Genadio, donde se puede aprender sobre el origen y la historia de Peñalba de Santiago y el propio Valle del Silencio. Este lugar es una de las oquedades que utilizaba este santo para sus largos periodos de retiro y meditación. El recorrido de unos 4,5 kilómetros hasta llegar a la cueva ofrece un sinfín de paisajes y unas vistas envidiables.

Otro lugar imprescindible es el pueblo de Montes de Valdueza, una pequeña población en la ribera del río Oza que destaca, sobre todo, por el Monasterio de San Pedro de Montes. Se trata de un templo visigótico del año 635, aunque reconstruido por San Genadio tras la invasión de los musulmanes. Otras localidades próximas que se pueden visitar son Manzanedo de Valdueza, San Cristóbal de Valdueza, San Clemente de Valdueza o Valdefrancos.

Para disfrutar del senderismo en plena naturaleza berciana conviene hacer una ruta por los Montes Aquilianos, un paraíso natural con picos que superan los 2.000 metros, surcado por numerosos arroyos y habitado por frondosos bosques. Además de su gran diversidad vegetal, también destaca la animal. Entre las especies animales que se pueden encontrar resalta el gran águila real, las nutrias, los lobos y el desmán ibérico.

La ruta más popular es el sendero de la Tebaida Berciana, un recorrido circular de unos 14,5 kilómetros de longitud y una duración aproximada de seis horas. Durante el trayecto se podrán divisar diferentes paisajes: vistas panorámicas desde el Chano Collado a más de 1.300 metros, frondosos bosques de castaños, nogales, fresnos y álamos, y el paraje característico de la ribera del Oza.

La Senda de los Monjes también es muy popular. Se trata de un sendero lineal de casi 20 kilómetros que se prolonga en paralelo al cauce del río Oza. Otros puntos de interés en la zona son el Puerto de Los Portillinos, a 1.957 metros de altitud, el del Morredero, a 2.031, y el de Cabeza de Yegua, a 2.142.

El Bierzo.

Un viaje a El Bierzo no debe concluir sin haber probado y degustado sus productos más típicos y los platos más populares de su gastronomía. Uno de sus productos estrella es el vino, ya que esta comarca cuenta con varios vinos catalogados con la Denominación de Origen.

Los embutidos son otro de sus platos fuertes, resaltando, además de los chorizos o el salchichón, el botillo. El botillo es un plato elaborado en la matanza del cerco a base de las costillas y el rabo del animal, troceadas, adobadas y ahumadas. Hay muchas variantes, pero se suele servir con chorizo, berza y patata.

Otros productos típicos de la región es el pimiento asado, la pera conferencia, la manzana reineta, la cereza y el cuturrús, un licor elaborado a base de aguardiente de orujo. Sin olvidar las castañas, que cuentan con su fiesta propia, el magosto, celebrado a finales del mes de octubre y principios de noviembre.

Otra tradición berciana, esta vez en Semana Santa, es salir a beber limonada, actividad también conocida como ‘Matar judíos’. Se trata de una bebida hecha con vino tinto, agua, limón, canela y azúcar.

Más información en: infoviajes.contacto@gmail.com.