Cambio de hora de verano 2024 en España: ¿se retrasa o adelanta el reloj?

Cada año en España, al igual que en otros lugares del mundo, se lleva a cabo el cambio horario dos veces con el propósito de optimizar el ahorro de energía aprovechando la luz solar. Por lo tanto, los relojes se ajustan para adaptarse al horario de invierno o verano, según corresponda.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el 15 de marzo de 2022 los cambios estacionales para los próximos años, estableciendo que en la madrugada del 30 al 31 de marzo España pasará al horario de verano. En este momento, todos los ciudadanos deben adelantar sus relojes una hora, es decir, las dos se convierten en las tres. Este cambio coincide anualmente con el último domingo de marzo.

Con este ajuste comienza el período de horario de verano, durante el cual se adelanta una hora con respecto al horario del resto del año. Durante esta época, los días son más largos, lo que influye positivamente en la vida social y familiar, así como en el aumento del tiempo dedicado a actividades deportivas.

Cambio de hora en España de marzo 2024

Este cambio beneficia la salud mental de las personas, ya que se reducen los problemas psicológicos y se favorece un mejor estado de ánimo. Además, los negocios experimentan un aumento significativo en sus ingresos durante este período, ya que el mayor tiempo de luz favorece que las personas pasen más tiempo fuera de casa, lo que impulsa las ventas.

Al mismo tiempo, estudios demuestran que más horas de luz están relacionadas con una disminución de los delitos, lo que aumenta la seguridad en las ciudades, así como una reducción en los ataques cardíacos y los accidentes de tráfico.

El origen del cambio de hora en España

Cada año, en España, se realizan dos ajustes horarios durante los meses de octubre y marzo. En el primero, se retrasa el reloj en 60 minutos, mientras que en el segundo se adelanta la misma cantidad de tiempo. Así, durante el otoño, los ciudadanos españoles disfrutan de una hora adicional de sueño, mientras que en primavera duermen una hora menos.

Aunque para nosotros es algo común en la actualidad, el origen del cambio horario se remonta al siglo XVIII, cuando el político, científico e inventor estadounidense Benjamin Franklin propuso la idea de ajustar los relojes para aprovechar la luz solar. Más tarde, en el siglo XIX, el constructor inglés William Willett expresó su preocupación por el desperdicio de luz natural, aunque fue durante la Primera Guerra Mundial cuando esta idea se implementó.

En abril de 1916, el Imperio Alemán y el Austro-Húngaro comenzaron a aplicar esta teoría, que luego fue adoptada por otros países europeos. Sin embargo, en algunos lugares, como España, el cambio horario se aplicó de manera intermitente durante décadas.

En España, el horario de verano se estableció en abril de 1918, pero tuvo una breve duración inicial. Entre 1920 y 1923, así como en 1925, no se realizaron cambios horarios. Durante la Guerra Civil, los republicanos y los franquistas tenían horarios diferentes. Posteriormente, entre 1950 y 1973, no se aplicó el cambio horario. Sin embargo, a partir de ese año, se decidió implementar el cambio horario de manera permanente, aunque en años recientes ha habido cierto debate al respecto.

Pros y contras del cambio horario

En cuanto al tema del cambio horario, existen opiniones encontradas, con algunos a favor y otros en contra. Los partidarios argumentan que esta práctica contribuye al ahorro energético al optimizar el uso de la luz solar durante los meses de invierno. Además, durante el invierno, el ajuste horario permite disfrutar de un amanecer más temprano, coincidiendo con la hora de despertar en los hogares.

De esta manera, se prolonga la presencia de luz natural hasta aproximadamente las 18:00 horas, lo cual sería más difícil de lograr sin este cambio horario, especialmente en el norte del país, donde el amanecer podría retrasarse hasta las 10:00 de la mañana durante esta época.

Sin embargo, hay quienes se oponen al cambio horario y prefieren adoptar permanentemente el horario de verano, eliminando así el horario de invierno que abarca de octubre a marzo. Estos argumentan que, si bien se aprovechan las horas de luz matutinas, a partir de las 18:00 horas, cuando la mayoría de las personas regresan a casa, se incrementa el consumo de energía, lo que cuestiona el supuesto ahorro energético. Además, en invierno, el uso de calefacción aumenta considerablemente.

La adopción de un anochecer más tardío permitiría que las personas regresen a casa mientras aún es de día, lo que podría beneficiar al turismo y al consumo al reducir la cantidad de personas que vuelven a casa de noche.